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Guía de tipos de cabello, identifica el tuyo y conoce sus cuidados especiales

17 minutos
Determina si tu melena es lisa, ondulada, rizada o crespa, para aplicar rutinas personalizadas que resalten su belleza natural y la mantengan saludable.
Guía de tipos de cabello, identifica el tuyo y conoce sus cuidados especiales
Escrito por Gabriela Matamoros
Última actualización: 07 enero, 2025

¿Alguna vez te has preguntado por qué tu cabello no se comporta como el de esa influencer que admiras? Tal vez sea porque sus rizos perfectos no tienen nada que ver con tu melena lacia o porque tu cabello ondulado no responde igual a los productos que ella usa. Spoiler: no es culpa tuya ni de tu rutina. Es que cada tipo de cabello es único y tiene necesidades específicas.

Entender las características de tu melena es el primer paso para sacarle el máximo provecho. Conocer su patrón, densidad y cuidados específicos puede marcar una gran diferencia. En esta guía, aprenderás a identificar la textura de tu cabello y te daremos consejos prácticos para mantenerlo saludable y radiante. Porque garantizar el bienestar de tu pelo también es parte del autocuidado.

¿Cuántos tipos de cabello hay y cuáles son sus características?

El cabello puede clasificarse principalmente según su patrón de textura, determinado por la forma del folículo piloso. Si este último tiene forma redonda, produce cabello liso, mientras que uno ovalado o asimétrico genera ondas, rizos o espirales. Cuanto más irregular sea el folículo, más definido será el rizo.

La genética juega un papel clave en esta clasificación. Aunque herramientas de calor y productos químicos pueden modificar de manera temporal la textura del cabello, el patrón natural está codificado en tu ADN y reaparece con cada nuevo ciclo de crecimiento capilar. Además, la forma tridimensional de la fibra capilar también varía en función de la etnia y la geografía de la persona.

Uno de los sistemas más populares para clasificar el cabello fue desarrollado por el estilista André Walker, famoso por trabajar con Oprah Winfrey. Este sistema organiza las texturas en cuatro categorías principales: liso (tipo 1), ondulado (tipo 2), rizado (tipo 3) y en espiral o afro (tipo 4). A su vez, cada categoría se subdivide en las letras A, B y C, que indican el nivel de definición o grosor:

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Distinguir tu tipo de cabello te permite cuidarlo con una rutina personalizada.

Aunque este sistema parece sencillo, muchas personas tienen una combinación de texturas. Por ejemplo, puedes notar ondas más sueltas en las sienes (tipo 2B) y rizos más apretados en la coronilla (tipo 3C). Reconocer estas variaciones es esencial para adaptar los cuidados y productos a las necesidades de cada sección. A continuación, te las presentamos en profundidad.

Tipo 1

El cabello tipo 1 se caracteriza por su textura recta y sin rizos naturales. Esta estructura se debe a que los folículos pilosos son redondos, lo que permite que el cabello crezca de forma uniforme desde la raíz hasta las puntas. Este tipo de cabello es más resistente y refleja mejor la luz.

Es menos poroso en comparación con texturas más rizadas, lo que significa que retiene mejor la hidratación. Sin embargo, esta misma característica lo hace más propenso a engrasarse, ya que los aceites del cuero cabelludo se distribuyen con facilidad a lo largo de las hebras.

Subtipos

Para confirmar si este es tu tipo de cabello, puedes realizar una sencilla prueba en casa. Lávalo como de costumbre y déjalo secar al aire libre sin aplicar ningún producto. Si al secarse no aparecen ondas ni rizos, y las hebras lucen completamente rectas desde la raíz hasta las puntas, es muy probable que tengas cabello liso. Dentro del tipo 1, encontramos tres subtipos que varían en su patrón y textura:

  • 1A: este cabello se caracteriza por ser extremadamente fino, con poco volumen y una textura muy suave. Su superficie lisa facilita el reflejo de la luz, lo que lo hace lucir brillante de manera natural. Sin embargo, debido a su delgadez, tiende a perder rápidamente los peinados con volumen. Para darle más cuerpo, es ideal optar por productos voluminizadores y acondicionadores ligeros que no sobrecarguen las hebras.
  • 1B: con un grosor intermedio, el cabello 1B presenta una textura un poco más definida que el 1A, con ondas suaves que aportan un ligero movimiento. Este subtipo es versátil y más manejable, pero aún conserva la suavidad característica del tipo 1. Para mantener su ligereza y evitar que se vea pesado, es importante usar productos con fórmulas equilibradas que no acumulen residuos.
  • 1C: las ondas son más marcadas en comparación con los subtipos anteriores, especialmente en las puntas. Este cabello es notablemente más grueso, lo que le otorga un volumen natural y mayor capacidad para sostener peinados con cuerpo y textura. Sin embargo, su grosor también lo hace más propenso al frizz, especialmente en climas húmedos. Para este subtipo, se recomienda el uso de productos anti-frizz y protectores térmicos, particularmente si se emplean herramientas de calor en el estilizado.

¿Cómo cuidarlo?

Mantener el cabello tipo 1 saludable requiere productos adecuados y hábitos que respeten su naturaleza lisa. Aquí te damos algunos consejos clave:

  • Lava con productos ligeros: opta por champús sin sulfatos ni aceites pesados, especialmente si tu cabello es fino. Los productos ligeros evitan que las raíces se engrasen rápidamente y mantienen el cabello suelto.
  • Controla el exceso de grasa: si lavas tu cabello con demasiada frecuencia, el cuero cabelludo podría producir más sebo como mecanismo compensatorio. Los champús en seco son ideales para espaciar los lavados y controlar la grasa.
  • Evita los productos pesados: sueros y cremas para peinar con texturas densas pueden apelmazar tu cabello. En su lugar, utiliza sprays texturizantes para agregar volumen y movimiento sin restarle ligereza.
  • Previene el encrespamiento: usa productos anti-frizz diseñados para cabello liso. En climas húmedos, un spray con silicona puede ayudar a sellar la cutícula y evitar el encrespamiento.
  • Cuida tu cabello al dormir: acostarte con el cabello mojado puede causar encrespamiento y dejar marcas no deseadas. Si necesitas hacerlo, aplica un acondicionador sin enjuague y hazte una trenza suelta para minimizar los efectos.
  • Productos voluminizadores: para añadir volumen y textura al cabello tipo 1, puedes utilizar productos diseñados específicamente para ese propósito. Espumas o mousses voluminizadoras pueden ayudar a levantar las raíces y dar más cuerpo al cabello. Aplica estos productos en las raíces y distribúyelos por el resto del cabello antes de secarlo.
  • Protege del calor: aunque este tipo de cabello es resistente, el uso constante de planchas o rizadores puede dañarlo. Usa protectores térmicos antes de aplicar calor y limita la frecuencia de estas herramientas.
  • Desenrédalo con suavidad: utiliza un peine de dientes anchos o tus dedos para evitar romper el cabello.

Tipo 2

El cabello ondulado se distingue por su patrón de ondas naturales que forman suaves curvas, sin llegar a convertirse en rizos o espirales. Es versátil y ofrece un balance entre la manejabilidad del cabello liso y el volumen del rizado. Aunque puede lucir brillante y con movimiento, es propenso al encrespamiento, en especial, en climas húmedos.

Es más común en climas templados y húmedos, donde los niveles de humedad contribuyen a definir las ondas naturales. Esto explica por qué a menudo se asocia con un estilo playero y desenfadado.

La textura puede variar entre fina y gruesa, lo que influye en la forma en que responde a productos y técnicas de peinado. Entender las particularidades de tu subtipo de cabello ondulado es clave para cuidarlo de manera adecuada:

  • 2A: este subtipo presenta ondas muy suaves que comienzan a formarse desde la mitad del cabello hasta las puntas. Las ondas tienen una forma relajada y tienden a ser fáciles de manejar. El cabello 2A es generalmente fino, lo que lo hace más ligero y brillante, aunque más propenso a volverse liso con productos pesados o en climas húmedos.
  • 2B: las ondas comienzan más cerca de la raíz y forman una «S» más definida. Es común que el cabello 2B tenga una textura más gruesa y un volumen natural adicional, pero también es más propenso al encrespamiento, especialmente en la zona superior.
  • 2C: tiene ondas más marcadas y definidas que comienzan desde la raíz. Este cabello suele ser grueso, con mayor volumen y una textura más resistente. Aunque sus ondas pueden sostenerse mejor frente a herramientas térmicas, también es el más propenso al frizz entre los subtipos de cabello ondulado.

¿Cómo saber si es mi tipo de cabello?

El cabello ondulado es fácil de reconocer si observas estos signos:

  • Al secarse al aire, tu melena forma curvas suaves que no llegan a convertirse en rizos.
  • En contacto con el agua, las ondas tienden a alisarse, pero vuelven a aparecer una vez que el cabello está seco.
  • Las hebras tienen una textura intermedia: ni completamente lisa ni muy rizada.
  • Es común que el encrespamiento aparezca en climas húmedos o cuando no se hidrata correctamente.

Si estas características describen tu melena, es probable que pertenezcas a la categoría de cabello ondulado.

¿Cómo cuidarlo?

El cabello ondulado (tipo 2) requiere una rutina de cuidado específica para mantener sus ondas definidas, saludables y libres de frizz. Aquí tienes algunos consejos clave para que tu melena luzca espectacular:

  • Limpieza suave y balanceada: opta por champús sin sulfatos que limpien con suavidad tu cabello sin eliminar sus aceites naturales. Aquellos hidratantes o diseñados específicamente para cabello ondulado son ideales para mantener la elasticidad y la forma de las ondas. Además, evita lavarlo en exceso; hacerlo dos o tres veces por semana suele ser suficiente para conservar la hidratación natural.
  • Define tus ondas con productos ligeros: elige cremas, mousses o geles diseñados para cabello ondulado que no sean pesados ni dejen residuos pegajosos. Aplica el producto en el cabello húmedo, enfocándote de medios a puntas, y utiliza la técnica de scrunching (apretar las ondas hacia arriba) para potenciar la definición.
  • Secado adecuado para evitar el frizz: evita frotar el cabello con una toalla común, ya que esto puede romper las hebras y causar encrespamiento. En su lugar, utiliza una toalla de microfibra o una camiseta de algodón para presionar y eliminar el exceso de agua. Si usas un secador, aplica siempre una boquilla difusora para distribuir el calor de manera uniforme y preservar las ondas.
  • Protege tu cabello del calor: si necesitas usar herramientas térmicas, como planchas o rizadores, aplica un protector térmico antes de estilizar. Además, utiliza temperaturas bajas o medias para evitar daños y mantener la hidratación natural de las hebras.
  • Aplica el método wavy: inspirado en la técnica curly girl, el método wavy se adapta a las necesidades del cabello ondulado. Consiste en evitar productos con sulfatos, siliconas y alcoholes que resecan y, en su lugar, utilizar técnicas como el plopping (envolver el cabello en una camiseta para definir ondas) para maximizar la forma natural del cabello.

Tipo 3

El cabello tipo 3 se caracteriza por rizos definidos que forman un patrón en espiral o «S». Tiene un volumen natural y una textura que puede variar entre media y gruesa. Los rizos pueden ser sueltos o apretados, pero comparten una cualidad común: su forma tridimensional les da movimiento y cuerpo.

A diferencia del pelo lacio y ondulado, el cabello tipo 3 tiene cutículas más abiertas, lo que lo hace más propenso a la sequedad, el frizz y la rotura. Esto significa que requiere un cuidado especial enfocado en la hidratación y la definición de rizos para mantener su elasticidad y forma natural.

Como en el resto de categorías, cuenta con distintos subtipos que permiten clasificar sus características con mayor detalle. Estos subtipos (3A, 3B y 3C) se diferencian por el tamaño, la densidad y el nivel de definición de los rizos:

  • 3A: presenta rizos grandes y sueltos con una forma de espiral abierta. Su textura suele ser suave y sedosa, lo que facilita la definición de los rizos. Este subtipo tiene un buen equilibrio entre hidratación y volumen, aunque puede ser propenso a perder la forma en ambientes húmedos.
  • 3B: tiene rizos más apretados y definidos, con una forma de espiral más cerrada. El cabello 3B suele ser más denso y grueso, lo que le otorga mayor volumen, aunque lo hace más propenso al frizz y la sequedad.
  • 3C: tiene rizos muy apretados y definidos, similares a pequeños tirabuzones. Este subtipo es el más voluminoso dentro del tipo 3, con hebras gruesas y densas que requieren más hidratación para mantener su elasticidad y forma.

¿Cómo saber si es mi tipo de cabello?

El cabello rizado tipo 3 es fácil de identificar si observas las siguientes características:

  • Forma rizos claramente definidos, ya sea en espiral o en forma de «S».
  • Tiende a perder hidratación más rápido que los cabellos lisos u ondulados, lo que puede causar sequedad.
  • Tiene un volumen natural y un movimiento tridimensional que destaca.
  • Es propenso al frizz, especialmente en ambientes húmedos o cuando no se usa una rutina adecuada.
  • En contacto con el agua, los rizos pueden alisarse ligeramente, pero recuperan su forma al secarse.

Para confirmar, deja secar tu cabello al aire libre sin productos. Si observas rizos bien formados desde la raíz o los medios hasta las puntas, es muy probable que tengas cabello tipo 3.

¿Cómo cuidarlo?

  • Hidratación profunda: el cabello tipo 3 necesita hidratación regular para mantener su elasticidad. Usa acondicionadores ricos en nutrientes y mascarillas capilares una vez a la semana para evitar la sequedad. Busca productos con ingredientes naturales, como manteca de karité, aceite de coco o aloe vera.
  • Co-lavado para una limpieza suave: en lugar de lavar el cabello con champús en cada rutina, utiliza un acondicionador limpiador o realiza co-lavado (limpieza con acondicionador). Esto ayuda a mantener los aceites naturales del pelo.
  • Definición de rizos: elige cremas o geles para rizos que definan y controlen el frizz sin dejar una textura rígida. Aplica los productos en el cabello húmedo, de medios a puntas, y utiliza la técnica de scrunching para realzar la forma de los rizos.
  • Cuidado nocturno: preserva la forma de tus rizos durante la noche utilizando una funda de almohada o una gorra, ambas de satén. También puedes hacer un pineapple o moño alto en la coronilla para evitar que los rizos se aplasten mientras duermes.
  • Secado cuidadoso: usa una toalla de microfibra o una camiseta de algodón para presionar el exceso de agua. Si utilizas un secador, asegúrate de incorporar una boquilla difusora y un ajuste de calor bajo.
  • Peina con suavidad: utiliza un peine de dientes anchos o tus dedos y hazlo siempre con el cabello húmedo para evitar la rotura.

Tipo 4

El cabello tipo 4 es conocido por su patrón de rizos muy apretados, que pueden variar desde espirales definidas hasta zigzags en forma de «Z». Aunque a simple vista puede parecer grueso y resistente, en realidad es uno de los tipos de cabello más frágiles y propensos a la rotura debido a su estructura.

Esta textura tiene menos capas de cutícula que otros tipos de cabello, lo que significa que retiene menos humedad y es más susceptible a la sequedad. Además, tiende a encogerse cuando está húmedo. Esto, combinado con su densidad natural, le otorga un volumen impresionante y una apariencia única y versátil.

A continuación, exploramos los subtipos del cabello tipo 4 y sus características específicas:

  • 4A: tiene rizos pequeños y bien definidos que forman espirales cerradas. Estos suelen tener una textura suave al tacto y un patrón de «S» visible. Este subtipo conserva más hidratación que otros dentro de la categoría, pero aún necesita productos ricos en nutrientes para mantener su elasticidad y prevenir la sequedad.
  • 4B: se distingue por rizos que forman un patrón en forma de «Z» con ángulos más marcados, lo que les da una apariencia menos definida y más esponjosa. El cabello 4B tiende a encogerse considerablemente y puede tener una textura más gruesa, lo que lo hace más propenso a la rotura si no se manipula con cuidado.
  • 4C: tiene rizos extremadamente apretados que, a menudo, no forman un patrón visible. Es el subtipo más denso y propenso a la sequedad y al encogimiento. Este cabello requiere una rutina constante de hidratación para mantener su suavidad y flexibilidad.

¿Cómo saber si es mi tipo de cabello?

Si tu cabello forma rizos apretados o zigzags, y tiende a encogerse notablemente al secarse, es probable que pertenezcas al tipo 4. Observa estas características:

  • Textura: puede sentirse densa y esponjosa, pero a menudo es frágil al tacto.
  • Encogimiento: experimenta una reducción significativa en la longitud cuando está mojado.
  • Frizz: es propenso a este efecto si no se hidrata correctamente.
  • Hidratación: tiende a resecarse rápidamente y necesita productos ricos en humedad.

Un truco es dejar secar tu cabello al aire después de lavarlo. Si las hebras muestran rizos o zigzags definidos o compactos, probablemente tengas cabello tipo 4.

¿Cómo cuidarlo?

El cabello crespo necesita cuidados específicos que prioricen la hidratación, la protección y técnicas de manipulación suaves. Aquí tienes algunas recomendaciones clave:

  • Hidratación profunda y regular: este tipo de cabello pierde humedad con rapidez, por lo que es esencial usar productos hidratantes, como mascarillas nutritivas, acondicionadores profundos y cremas humectantes. Aplica tratamientos de hidratación profunda al menos una vez a la semana para mantener la suavidad y prevenir la rotura.
  • Método L.O.C. (Líquido, Aceite, Crema): el método L.O.C. ayuda a retener la hidratación. Comienza con un líquido hidratante (como agua o un leave-in), seguido de un aceite sellante (como aceite de coco o de ricino) y finaliza con una crema para rizos que proporcione definición.
  • Co-lavado y limpieza suave: evita lavar tu cabello con champú con demasiada frecuencia, ya que puede eliminar los aceites naturales. Opta por el co-lavado (uso de acondicionador para limpiar) o productos libres de sulfatos que limpien sin resecar.
  • Manipulación mínima: el cabello tipo 4 es muy frágil, por lo que es importante manipularlo lo menos posible. Usa peines de dientes anchos o desenreda con los dedos mientras aplicas acondicionador. Esto reduce la rotura y protege los rizos.
  • Protección nocturna: utiliza una funda de almohada o una gorra de satén, mientras duermes. Esto reduce la fricción y previene el frizz.

¿Qué tipos de pelo hay según su textura?

La textura del cabello no solo se refiere a su forma (liso, ondulado, rizado o crespo), sino también al grosor de cada hebra, un factor clave que influye en su apariencia, comportamiento y cuidados necesarios. Comprender la textura de tu cabello puede ayudarte a elegir los productos y rutinas más adecuados para mantenerlo saludable y manejable. A continuación, te explicamos las principales categorías de cabello según su grosor:

  • Cabello grueso: se caracteriza por hebras más anchas, lo que le otorga una apariencia densa y robusta. Este tipo de cabello tiene un mayor contenido de proteína en la cutícula, lo que le confiere resistencia frente al daño y una capacidad superior para absorber y retener la humedad del ambiente. Sin embargo, esta misma característica lo hace más propenso al encrespamiento, especialmente en climas húmedos.
  • Cabello normal: tiene un grosor intermedio, ni demasiado fino ni demasiado grueso. Este equilibrio lo hace más fácil de manejar y menos propenso a dañarse. Es versátil y suele adaptarse bien a diferentes peinados, productos y estilos.
  • Cabello fino: se caracteriza por hebras delgadas y ligeras, lo que le confiere una apariencia suave y delicada. Aunque es más flexible y fácil de estilizar, también es más vulnerable al daño, como puntas abiertas y rotura.

¿Cómo identificar la textura de tu melena?

Si no estás segura del grosor de tu cabello, aquí tienes un truco sencillo:

  • Toma de dos a tres hebras de tu cabello y enróllalas alrededor de tu dedo índice.
  • Con el pulgar, toca las hebras enrolladas.
  • Si puedes sentir claramente cada cabello, probablemente tengas cabello normal o grueso.
  • Si las hebras son difíciles de percibir o se mueven juntas en grupo, es probable que tengas cabello fino.

Otra forma de verificar es comparar una hebra con un hilo de coser estándar:

  • Si la hebra es más delgada que el hilo, tu cabello es fino.
  • Si tiene un grosor similar, es normal.
  • Si es más gruesa, tienes cabello grueso.

Luce un cabello saludable y hermoso

Conocer los diferentes tipos de cabello y su textura no solo te permite identificar las características únicas de tu melena, sino también establecer una rutina de cuidado personalizada que maximice su salud y belleza. Ya sea que tengas cabello liso, ondulado, rizado o crespo, cada tipo tiene su encanto y sus necesidades específicas. La clave está en escuchar lo que tu cabello necesita, optar por productos adecuados y adoptar hábitos saludables que potencien su apariencia natural.

Recuerda, no existe un cabello perfecto, sino uno bien cuidado que refleje lo mejor de ti. Ahora que sabes cómo identificar tu tipo de cabello y su textura, ¡es hora de poner en práctica estos consejos y lucir una melena espectacular!


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