Guía para limpiar el lavavajillas y evitar que genere malos olores

Muchas veces descuidas la limpieza de partes de tu lavavajillas que, sin que lo notes, acumulan grasa, restos de comida, cal de agua y moho. Las paredes internas, las gomas y los brazos rociadores van reteniendo esta suciedad y generando malos olores que no siempre salen con un lavado superficial.
El problema es que día a día se crea un ambiente adecuado para el crecimiento de bacterias y hongos que reducen la eficiencia del aparato y despiden esos olores indeseados. ¿La buena noticia? No tienes que recurrir a químicos agresivos o aparatos especializados para solucionarlo. Antes de considerar esto, mejor prueba la siguiente guía de limpieza para dejarlo reluciente y con aroma fresco.
1. Preparación inicial
Lo primero que tienes que hacer es vaciar por completo el lavavajillas. Cuando hayas despejado el aparato, revisa y limpia el filtro. Lo encuentras en la parte inferior y solo debes girarlo o levantarlo con cuidado para retirarlo.
A continuación, rocíale agua caliente y un poco de jabón neutro o de lavar platos, y frota con un cepillo pequeño hasta desprender los restos de suciedad y moho. Aclara con más agua, seca bien y vuelve a instalar con cuidado.
2. Limpia las piezas clave
Ahora debes ubicar los brazos rociadores, que son los elementos que giran y pulverizan el agua. Revisa con cuidado los pequeños agujeros que contiene para detectar si están obstruidos por semillas o partículas de alimentos. Si es así, retíralos con un palillo o un alambre fino. Seguido a esto, enjuaga con agua y jabón antes de volver a colocarlos.
También limpia bien las gomas de la puerta. Debido al material con que están fabricadas, estas actúan como un imán para la grasa y el moho. Toma un paño húmedo ( puedes sumergirlo en agua con vinagre o agua jabonosa) y remueve la suciedad que tengan en su superficie. Presta especial atención a los pliegues y esquinas, que es donde más acumulan residuos.
3. Realiza una limpieza interior con vinagre y bicarbonato
Para complementar la limpieza interna de tu lavavajillas, apóyate con los limpiadores caseros por excelencia: el vinagre blanco y el bicarbonato. Ambos tienen propiedades desinfectantes que contribuyen a eliminar los microorganismos que causan malos olores.
- Paso con vinagre: llena un recipiente apto para lavavajillas con vinagre y ponlo en la cesta superior del aparato. Sin añadir nada más, cierra la puerta y selecciona un ciclo de lavado a alta temperatura. Este ingrediente es ideal para desprender grasa, cal y restos de comida pegados. Incluso contribuye a quitar el mal olor.
- Paso con bicarbonato: una vez que el ciclo con vinagre haya terminado, espolvorea media taza de bicarbonato de sodio en el fondo del lavavajillas y haz un ciclo de lavado corto con agua caliente. Con esto podrás eliminar cualquier olor que haya quedado.
4. Ventila al finalizar la limpieza
No queremos que se genere humedad estancada. Entonces, tras finalizar los ciclos de lavado sugeridos, deja la puerta abierta durante algunas horas para que el aire circule y el lavavajillas se seque bien.
5. Haz un mantenimiento preventivo
Eliminaste el olor desagradable de tu electrodoméstico y recuperaste su eficiencia de trabajo. ¿Qué sigue? Evitar que los problemas reaparezcan. Una limpieza regular es esencial para no dar ventaja al crecimiento de mohos y microbios. Por eso, en tu día a día, pon en práctica las siguientes medidas preventivas:
- Raspa los platos: elimina los restos de comida antes de introducir los platos. Así evitas reduces la posibilidad de que dejen residuos en el lavavajillas.
- No sobrecargues: deja espacio entre los platos para que el agua y el detergente circulen de forma correcta.
- Revisa el filtro más seguido: desinféctalo al menos una vez a la semana.
- Usa sal y abrillantador: si vives en una zona de agua dura, la sal para lavavajillas previene la acumulación de cal, y el abrillantador ayuda al secado y a evitar las manchas.
- Limpieza mensual: repite el ciclo de limpieza con vinagre y bicarbonato una vez al mes.
La idea de que el lavavajillas se “limpia solo” es un error bastante común. Pero aunque su función es lavar, eso no quiere decir que queda libre de residuos con cada función. Por el contrario, con cada ciclo acumula suciedad y bacterias que con los días generan mal olor y mal funcionamiento. Por esta razón, procura darle una limpieza periódica cumpliendo todos estos pasos.
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.