¿Debo hacerme un test de sensibilidad alimentaria?
Escrito y verificado por el médico Leonardo Biolatto
Hay personas sensibilizadas a algunos de los alimentos más comunes que tomamos en nuestra dieta tradicional. Esta sensibilización puede desencadenar una serie de síntomas que alteran la calidad de vida. Para ellas, el test de sensibilidad alimentaria es una herramienta de salud indispensable.
En estos pacientes ocurren reacciones inmunitarias que conllevan un aumento en la concentración de inmunoglobulinas. Estas moléculas son parte del sistema de defensa y actúan como anticuerpos ante agentes extraños. Conozcamos un poco más.
¿Qué es una intolerancia alimentaria y para qué sirve identificarla?
La intolerancia alimentaria es la reacción adversa que se produce en el organismo cuando se ingiere un determinado alimento, aditivo o conservante. Esta sustancia desencadena en el sistema inmunitario la formación de anticuerpos.
El diagnóstico no suele ser sencillo, pues la intolerancia alimentaria afecta a cada persona de forma diferente y los síntomas no tienen que ser similares entre pacientes.
Aunque lo parezcan, intolerancia alimentaria y alergia alimentaria comparten el apellido, pero no son lo mismo. El origen de ambas es diferente: la intolerancia se relaciona con la IgG y las alergias con la IgE.
Pero la otra gran diferencia es la sintomatología. La intolerancia tiene unos síntomas más inespecíficos, de aparición lenta y progresiva. Mientras que las alergias desencadenan reacciones más aceleradas que pueden precisar asistencia médica de urgencia.
La intolerancia alimentaria también incluye a los problemas a la hora de digerir correctamente un alimento.
¿Qué mide el test de sensibilidad alimentaria?
En los procesos alérgicos, las inmunoglobulinas que se elevan suelen ser las IgE. Aunque hay estudios que relacionan a la IgG en los casos de hipersensibilidad alimentaria, postulando que dicha situación está enmarcada en las llamadas reacciones de hipersensibilidad mediadas por inmunocomplejos Ag/IgG.
La ingesta repetida y mantenida en el tiempo de estos alimentos a los que se es sensible, provoca una constante presencia de anticuerpos en el torrente sanguíneo, lo que puede hacer que la sintomatología se cronifique. Existen algunas patologías de base que parecen aumentar la predisposición a convivir con estas hipersensibilidades alimentarias:
- Colon irritable.
- Colitis ulcerosa.
- Enfermedad de Crohn.
- Dermatitis atópica.
- Urticaria.
- Asma.
- Fibromialgia.
El test de sensibilidad alimentaria sería la prueba de laboratorio en la que se demuestra la presencia de niveles elevados de anticuerpos IgG específicos frente a una amplia lista de alimentos. Según el grado, hay testeos que analizan hasta más de 200 productos alimenticios o ingredientes.
La realización del test de sensibilidad alimentaria en casos en los que se sospeche una intolerancia o alergia puede resultar muy útil. Si se confirma la presencia de anticuerpos, retirando dichos alimentos de la dieta se detendrían las reacciones de hipersensibilidad.
¿Cómo se hace el test de sensibilidad alimentaria?
La persona que vaya a realizarse el test tiene que estar tranquila, porque solo consiste en una extracción de sangre, como la que se hace en las analíticas rutinarias. Con técnicas de laboratorio, de la sangre extraída se determina la presencia o no de anticuerpos IgG frente a cada uno de los alimentos analizados, mediante una técnica de enzimoinmunoensayo conocida como ELISA.
Los resultados se analizan por duplicado. El informe suele estar disponible en 14 días.
¿Qué especialista puede solicitar y hacer un test de sensibilidad alimentaria?
Los especialistas más indicados para pedir este test serían los nutricionistas, los gastroenterólogos, los alergólogos y los endocrinólogos. Aunque otros, como tu médico de familia o el internista, podrían también recomendarlo.
Debido a la sintomatología inespecífica, incluso un neurólogo podría sopesar la posibilidad de solicitar esta prueba si cree que el origen de un síntoma puede estar relacionado con una intolerancia.
¿Cuáles son los test de sensibilidad alimentaria más solicitados?
El test de sensibilidad alimentaria es la prueba de laboratorio que valora la respuesta no alérgica que el sistema inmunitario produce frente a ciertos alimentos. En la actualidad, en el mercado existen diferentes tipos, que comparten la misma técnica
de laboratorio.
Se diferencian en el número de alimentos que analizan. Hay para 88 productos, para 123, 150 y hasta 200. En función del número
analizado, los precios oscilan entre los 140 € y los 225 €.
Además de estos test de sensibilidad, existen otros análisis que estudian intolerancias para algunos nutrientes puntuales, como la lactosa, la fructosa y el gluten.
¿Qué es el test de hidrógeno espirado?
El test de hidrógeno es una prueba no invasiva que permite, a partir del aire exhalado, diagnosticar intolerancia a diferentes tipos de azúcares. Su uso práctico es estudiar si existe intolerancia para la lactosa, la fructosa-sorbitol o la sacarosa.
Además, sirve para hacer un estudio de malabsorción intestinal, a través de la determinación de la D-xilosa o la detección de un sobrecrecimiento bacteriano en el intestino.
En el aparato digestivo existen bacterias que se encargan de descomponer los azúcares que ingerimos. En esta descomposición se libera hidrógeno.
El hidrógeno creado pasa a la sangre y de allí a los pulmones, por lo que termina expulsándose cuando respiramos. Por lo tanto, este test mide la cantidad del gas que se libera tras la administración del azúcar en cuestión que queremos analizar.
La persona sopla en un tubo conectado a un aparato electrónico que analiza el hidrógeno del aliento. Se hace una primera medición en ayunas y luego se le da el tipo de azúcar que se quiere analizar (en forma de líquido). Se hacen sucesivas mediciones cada 15-30 minutos durante 1-2 horas.
El día antes de la realización de este test conviene no tomar fruta. El día de la prueba hay que estar en ayunas. Además, no se puede fumar 3 horas antes. Otra cuestión a tener en consideración es que no se deben haber ingerido antibióticos en la semana previa.
¿Cómo se confirma una intolerancia a la lactosa?
Si se sospecha una intolerancia a la lactosa, lo ideal sería reducir la cantidad de productos lácteos que ingerimos y ver cómo responde el cuerpo. Se considera incluso diagnóstico, cuando tras 3-4 semanas con una dieta sin lácteos, desaparecen los síntomas. Se confirma si reaparecen tras volver a consumir este tipo de alimentos.
Pero además, disponemos de 2 pruebas:
- Estudio de hidrógeno en aliento: se realiza una medición basal del hidrógeno en la espiración y luego de forma periódica tras tomar un líquido con altos niveles de lactosa.
- Prueba de tolerancia a la lactosa: se extrae una muestra de sangre 2 horas después de beber un líquido con altos niveles de lactosa. Si la glucemia no se eleva, significa que el cuerpo no digiere ni absorbe de forma correcta el azúcar.
¿Cuándo debo hacerme un test de sensibilidad alimentaria?
La necesidad o no de un test de sensibilidad alimentaria la determinará el profesional de la salud. Es importante consultar con un especialista si tenemos reacciones no esperadas, raras o indeseadas tras consumir ciertos productos.
La disponibilidad actual de diversas opciones para realizarse el test ha mejorado la accesibilidad a los mismos. Por lo tanto, ya no es algo infrecuente ni difícil de conseguir.
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