¿Qué hago si mi hijo ha bebido lejía?

Impedir que se produzcan accidentes por la ingestión de productos como lejía o similares depende de la prevención. Si ocurre, actuar con rapidez y precisión, será lo mejor para tu hijo.
¿Qué hago si mi hijo ha bebido lejía?
Nelton Abdon Ramos Rojas

Revisado y aprobado por el médico Nelton Abdon Ramos Rojas.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 09 julio, 2023

Si tu hijo ha bebido lejía, estarás corriendo hacia el servicio de urgencias más cercano a tu hogar, en vez de leyendo este artículo. Y eso, efectivamente, es lo que hay que hacer.

Si no es tu caso, como esperamos, el objetivo de esta entrega es analizar las medidas preventivas que hay que tomar para que esto no ocurra y prepararte mentalmente sobre cómo actuar en caso de que tu hijo sufra una intoxicación de este tipo. Madre o padre prevenidos valen por dos.

¿Por qué ocurren estas intoxicaciones?

La ingesta de productos como lejía u otros artículos de limpieza tiene serias consecuencias. La intoxicación no solo ocurre por las vías digestivas, sino que también puede ocurrir por respirar los gases que emanan estos productos o por contacto dérmico.

La intoxicación con productos cáusticos amerita acudir a los servicios de urgencias, tal y como señala esta información del Protocolos Diagnósticos y Terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP para evitar lesiones esofágicas o en el estómago que se producen por la ingesta. Lejía, cloro, limpiadores en general, productos cosméticos o de higiene personal, son productos cáusticos.

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Se les llama así porque son compuestos químicos capaces de producir lesiones severas sobre los tejidos, similares a las que produce el calor directo sobre el tejido.

Generalmente, si tu hijo ha bebido lejía o algún producto similar, es un accidente. Si es adolescente o ya es adulto, la ingesta de estos productos se asocia a un intento de suicidio, con lo cual, las medidas a seguir serán de otra índole y más urgentes.

¿Qué hacer si tu hijo ha bebido lejía: cómo prevenir?

Cuando un niño ingiere estos productos químicos, lo más frecuente es que sea porque su contenido fue cambiado de recipiente. Los adultos, en ocasiones, cambian el producto a un envase de zumo o de bebida gaseosa y ese envase, por un descuido, queda al alcance del niño.

Un niño pequeño identifica el envase, lo asocia con la bebida que suele contener y prueba su contenido. La seguridad en el hogar depende de las medidas preventivas que se puedan tomar para evitar este tipo de accidente:

  • Evita dejar productos cáusticos como lejía, cloro, detergentes o champú al alcance de los niños.
  • Evita que el niño pueda reconocer el envase como contenedor de algo comestible. Si conservas estos productos en el envase original, puedes leer las recomendaciones del fabricante en caso de ser ingerido.
  • Limita el uso de productos cáusticos en los espacios que frecuentan bebés y niños, ya que la intoxicación también se puede dar por las vías respiratorias o través de la piel.
  • Para garantizar la higiene y limpieza del hogar, se recomienda utilizar vinagre blanco. Es un buen bactericida que no genera ningún tipo de gas tóxico ni daña la piel, aun si hay un contacto directo.

¿Qué hacer si tu hijo ha bebido lejía?

Lo primero es conservar la calma. La desesperación en vez de ayudar puede agravar las lesiones. Tu hijo necesita que actúes con precisión. Los primeros auxilios fundamentales son:

  • Jamás induzca el vómito, porque causarías una doble lesión al entrar el producto y luego al devolverse por el esófago.
  • Tampoco debes darle nada de beber, ni agua ni leche. Nada. No hay soluciones caseras para atender estos casos.
  • Comunícate con el servicio de emergencia de tu comunidad lo más rápido posible.
  • Traslada a tu hijo al centro de urgencias más cercano con la mayor brevedad posible.
  • Si puedes llevar el producto que ingirió, mucho mejor.

Si tu hijo es un niño, lo más probable es que haya bebido una cantidad muy pequeña. El sabor es muy desagradable, ya que los fabricantes suelen incorporar sustancias para amargar el sabor y, precisamente, evitar que sean ingeridos por error.

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Síntomas de ingerir productos cáusticos

Si tienes un niño pequeño y no logras precisar si ha bebido lejía o productos similares, debes estar atento a la aparición de algunos de los siguientes síntomas:

  • Molestias inmediatas en boca y garganta.
  • Dificultad para tragar y ronquera.
  • Nauseas y vómitos (puede haber o no presencia de sangre).
  • Dificultad para respirar y sonidos agudos al inspirar.
  • Dolor en el pecho.
  • Si tu hijo entra en estado de shock (confusión mental, pierde la conciencia, transpira, está pálido, tiene manos y pies fríos), hay que actuar con suma rapidez.

Sobre la ingesta de productos cáusticos

Recuerda: si tu hijo ha bebido lejía, la recomendación fundamental es acudir de inmediato al servicio de urgencias más cercano. En los casos en los que la ingesta de la sustancia sea intencionada, por supuesto, después de superada la emergencia médica, es necesario buscar ayuda psicológica.


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