Hermosa reflexión de cómo ser educado puede salvar tu vida, "la belleza del saludo"

Saludar es un hábito que se debe aprender desde la niñez, pues es una muestra importante de valores y educación.
Hermosa reflexión de cómo ser educado puede salvar tu vida, "la belleza del saludo"

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 25 mayo, 2023

El saludo es una costumbre sencilla que se debe inculcar desde los primeros años de vida, pues demuestra respeto, cordialidad y empatía. Además, es el mejor recurso para transmitirle a una persona que te importa su presencia.

Los saludos generan buenas sensaciones en los otras individuos porque los hace sentir cercanos. De esa manera, a través de una frase o un gesto le puedes brindar un momento de alegría a todos los que te rodean.

Esta expresión es la que te permite comenzar a acercarte a una persona para tener una buena conversación y construir nuevas relaciones interpersonales. A raíz de ello, en todos los vínculos afectivos nunca se pasa por alto el hábito de saludar.
El saludo es fundamental en el trabajo para tener una buena relación con todos los compañeros y lograr que en el entorno se perciba una buena energía. Asimismo, teniendo en cuenta el mismo ámbito, es una de las acciones que evalúan los clientes para sentirse bien atendidos.



Los saludos son el código universal para tener una buena convivencia con todas las personas que nos encontramos. Este acto te permite comunicarle a los demás que estás dispuesto a escucharlos si así lo necesitan.

El hábito de saludar te puede ayudar a solucionar momentos difíciles, tal como ocurrió en la historia que te contamos a continuación.

Reflexión de la importancia del saludo

Cuenta la historia que un hombre trabajaba en una planta empacadora de carne. Un día, al final de la jornada, fue a inspeccionar uno de los refrigeradores, pero la puerta se cerró y él quedó atrapado.

En ese momento golpeó con fuerza la puerta y empezó a gritar, pero nadie lo escuchó.

La mayoría de los trabajadores ya se había ido y se hacía imposible escucharlo por el grosor que tenía esa puerta.

Poca ayuda.

El señor ya llevaba 5 horas en el refrigerador y estaba al borde de la muerte.

Pero, de repente se abrió la puerta. Era el guardia de seguridad que entró a rescatarlo.

Después del hecho, le preguntaron al guardia: “¿por qué se le ocurrió abrir esta puerta si esto no es parte de su rutina de trabajo?”

El saludo.

Y él respondió: “Llevo 35 años trabajando en esta empresa, cientos de trabajadores entran a la planta cada día, pero él es el único que me saluda en la mañana y se despide en las tardes. El resto de los trabajadores me trata como si fuera invisible”.

“Hoy me dijo ¡hola! al entrar, pero nunca escuché su ¡hasta mañana!”.



Yo espero por ese hola y hasta mañana cada día. Sabiendo que todavía no se había despedido de mí, pensé que debía estar en algún lugar del edificio, por lo que lo busqué y lo encontré”.

Amigos saludándose.

De ese modo, se demuestra que el saludo es fundamental para que las otras personas tengan una buena impresión de ti. Asimismo, es el mecanismo ideal para que las demás personas también estén dispuestas a ser cordiales contigo.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.