¿Qué son los hidrosoles y cuáles son sus usos?
Por sus perfumes intensos, así como aparentes peculiaridades medicinales y cosméticas, los hidrosoles son bastante usados en rutinas de belleza y de aromaterapia. Se trata del agua que sobra al destilar los aceites esenciales obtenidos de las plantas, las cortezas, las frutas y las flores.
Conservan cantidades pequeñas del óleo —apenas un poco más del 0,1 %— que se aísla y se condensa. A estas soluciones se les atribuye efectos terapéuticos relacionados con el bienestar. También se conocen como hydrolats, hidrolatos, aguas florales y agua de plantas.
Las más populares son el agua de rosas, el agua de azahar, la melisa y la manzanilla. ¿Cuáles son sus principales aplicaciones? ¿Cómo se utilizan? A continuación, te contamos todos los detalles.
¿Cómo están hechos los hidrosoles?
Durante la preparación de aceites esenciales se extrae el material vegetal, ya sea al vapor o con método de hervido. Como resultado, flota el aceite y se asienta el hidrosol en un recipiente de cobre.
Si bien estos fluidos se separan, concentran emulsiones, metales, oligoelementos y esencias. Además, son solubles en agua, sutiles de olor y consistencia, no tienen color y pueden untarse directo en la piel.
¿Para qué se utilizan los hidrosoles?
Los hidrosoles tienen una amplia variedad de aplicaciones; los hay para retirar el maquillaje, para hidratar el cabello, para desodorizar, para perfumar y hasta para meditar. De hecho, algunos se emplean con fines culinarios para dar sabor a algunas bebidas y comidas.
Otros usos abarcan lo siguiente:
- Refrescar por insolaciones. Tras un día de exposición al sol en la playa o el parque, los hidrosoles quitan la sensación de calor y refrescan la piel.
- Retención de humedad. Luego de tratamientos estéticos profesionales suelen rociarse para hidratar y retener la humedad. Una técnica es impregnar un paño de vapor y ponerlo sobre el paciente.
- Eliminación de mal olor corporal. En partes del cuerpo en las que se acumula sudor tiende a generarse mal olor. Un toque de hidrolato ayuda a evitar momentos desagradables. De igual forma, previene el hedor en los pies.
- Heridas y problemas cutáneos. En la medicina natural se utilizan como coadyuvantes para calmar heridas, irritaciones, infecciones y otras molestias en la piel.
- Relajación. Algunas variedades de hidrosoles se emplean en aromaterapia para relajar el cuerpo y la mente. Se afirma que pueden ayudar a reducir los niveles de estrés y ansiedad.
- Limpieza de la casa. Pueden vaciarse en botellas o sprays para rociar los baños, las habitaciones y la ropa de cama. Un truco es aspirar una mota de algodón previamente impregnada con el hidrolato; así, mientras aspiras, el aroma se esparce en las estancias.
- Cocinar. Aunque aportan sabores y aromas a las comidas y las bebidas, este uso requiere mayor precaución. Consulta con el proveedor la fecha de destilación, si posee algún conservante, si solo es de uso tópico o si es apto para el consumo.
Posibles beneficios
Según experiencias anecdóticas, los hidrosoles ofrecen los siguientes beneficios:
- Astringentes y aromatizantes (rosa),
- limpiadores (hamamelis y manzanilla),
- mata gérmenes y cicatrizantes (árbol de té),
- relajantes y calmantes (lavanda),
- refrescantes (curri),
- antiestrés (bálsamo de limón),
- afrodisíacos (geranio, vetiver, menta, rosa y jazmín).
Un estudio compartido a través de Biomedicine & Pharmacotherapy destaca que los hidrosoles tienen potencial antioxidante, lo que resulta favorable para mitigar los efectos del estrés oxidativo. Además, algunas variedades —como la derivada de la hierba de San Juan— han exhibido actividad antiproliferativa, antioxidante y antifitoviral.
¿Los hidrolatos tienen efectos negativos?
Debido a su dilución en agua, los hidrolatos son más seguros que un aceite esencial. En la mayoría de las personas, su uso es seguro y no reporta reacciones adversas. Solo se recomienda tener cuidado al consumirlos, ya que no todos son aptos con este fin.
De momento se les considera parte de la medicina complementaria. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) no los regula, de manera que cada quien los usa bajo su responsabilidad.
Tener en cuenta la calidad
Un factor fundamental a la hora de utilizar los hidrolatos es su calidad. ¿Cómo comprobarla? Solicitando al proveedor la certificación orgánica del producto. Además, cabe tener en cuenta lo siguiente:
- Que lo diluido sean flores o plantas sin pesticidas, en especial cuando es vegetación recién recolectada.
- Si lo preparas en casa, asegúrate que el agua destilada no esté contaminada.
- Verifica en la etiqueta la concentración de los componentes activos y de aceites, que varía según el fin.
Consejos para almacenar hidrosoles
Aparte de la pureza, existen puntos básicos para la adquisición y el almacenaje de los hidrolatos. Hay que fijarse en su fecha de obtención, si es filtrado y si se creó con el fin de un hidrosol. Ten presente que son sensibles a la luz y al calor. Lo ideal es que sus envases sean estériles, oscuros u opacos y con tapas herméticas.
Su vida útil es corta, por lo que lo mejor es guardarlos en la nevera. En caso de utilizarlos en la rutina de belleza, no es aconsejable usar el mismo producto por más de un año. Además, si su finalidad es la medicina alternativa, conviene emplearlos por máximo seis meses.
¿Qué hay que recordar sobre los hidrosoles?
Los hidrosoles son casi transparentes y solubles en agua. Contienen sustancias antioxidantes que se aprovechan tanto con fines medicinales como cosméticos. De hecho, debido a su aroma y sabor suave, también tienen aplicaciones culinarias.
Se recomiendan como alternativa para los aceites esenciales, sobre todo en personas vulnerables a estos, como los niños, los ancianos y las mujeres embarazadas. Son ligeros y seguros de utilizar. ¿Te animas a probarlos?
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