Cómo identificar la hiedra venenosa y qué hacer si la tocas por accidente

Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina

Escrito por Samanta Ruiz

Última actualización: 19 enero, 2024

La naturaleza es generosa en ofrecernos diversidad de plantas. Pero entre ellas, podemos encontrar especies peligrosas para la salud humana. Una de las más conocidas es la hiedra venenosa.

El contacto con las hojas, los tallos o las raíces de la planta puede desencadenar una erupción cutánea. Y si bien el problema suele limitarse a una región específica de la piel, algunos casos evolucionan a una reacción generalizada y grave.

Si te gusta la jardinería o pasear por parajes naturales y parques, es importante aprender a identificarla. Del mismo modo, si tienes hijos, resulta útil enseñarles cómo evitar el contacto con ella.

¿Cómo es la hiedra venenosa?

El nombre científico de la planta en cuestión es Toxicodendron radicans. Pertenece a la familia de las anacardiáceas y puede crecer en diversas regiones geográficas, según refiere el Forest Service de Estados Unidos.

Aunque se denomina hiedra, no es de la familia Hedera. Se la confunde con ellas por ser también un arbusto trepador.

Su aspecto varía, pero en general, presenta hojas agrupadas en tres. De allí proviene un verso popular que sirve como mnemotecnia para que los niños no toquen la planta: «hojas de a tres, déjalas ser».

Estas hojas pueden ser puntiagudas o de forma irregular y tienen bordes dentados. Además, su color es capaz de cambiar según la temporada. No están verdes todo el año y se tornan rojas en otoño o en primavera.

Tipos de hiedra venenosa

Aunque casi siempre nos referimos a Toxicodendron radicans al hablar de hiedra venenosa y de su efecto alérgico en la piel, tenemos que considerar otras especies del mismo género. Se trata de plantas emparentadas que también pueden derivar en reacciones cutáneas.

Una de ellas es Toxicodendron diversilobum o roble venenoso del Pacífico. Tiene las hojas más redondeadas y suele respetar la distribución de a tres. Aunque es posible encontrar tallos con cinco, siete o incluso nueve hojas. No es un roble, a pesar de su nombre. Su ubicación principal es la zona de las Montañas Rocosas de Estados Unidos.

El roble venenoso del Atlántico o Toxicodendron pubescens, por su parte, se halla en la otra costa de Estados Unidos, al este. Su rasgo distintivo son unas bayas con pequeños pelos. En cuanto a las hojas, al igual que la especie anterior, caen durante el otoño.

Otra planta de la misma familia es Toxicodendron vernix o zumaque venenoso. Crece en suelos muy húmedos e incluso inundados. Sus hojas son alargadas y cada tallo tiene de 7 a 13. Posee unas nervaduras rojas y bayas grises o blancas.

Finalmente, en Asia hay una variedad particular que se llama árbol de laca. El nombre científico es Toxicodendron vernicifluum. Florece durante la temporada de verano y sus hojas son más grandes, pudiéndose agruparse en más de diez.

¿Qué pasa si toco una hiedra venenosa?

Si bien existen diferencias entre las especies, hay algo que tienen en común: un aceite llamado urushiol. La piel entra en contacto con el mismo de modo accidental, cuando sale al exterior a través de partes rotas de la planta.

El urushiol es proinflamatorio. Para las células humanas es un irritante que provoca la liberación de sustancias asociadas a la inflamación, como las citoquinas.

El problema es que su absorción es muy rápida. Una vez que entró en contacto con la piel, casi de inmediato pasa al interior de las células y genera la reacción.

Dicha reacción es una dermatitis de contacto. Según estadísticas de Estados Unidos, más de la mitad de la población del país tiene sensibilidad al urushiol, por lo que son susceptibles a desarrollar alergia a la hiedra venenosa.

Los síntomas que aparecen en la piel tras el contacto son los siguientes:

• Picazón intensa
• Enrojecimiento
• Ampollas

Esta urticaria se ubica solo en la zona que tocó el urushiol. Por lo tanto, la extensión dependerá del grado de exposición al aceite de la planta.

Es posible tener reacciones en sitios alejados del contacto inicial si hemos llevado el urushiol con nuestro rascado a otro lugar del cuerpo. También puede haber quedado el aceite en prendas o en objetos, lo que nos expondrá en el futuro.

El riesgo de síntomas graves aumenta si el aceite se inhala. Por ejemplo, cuando hay humo por quema de la planta. La irritación podría afectar los pulmones y ocasionar dificultades respiratorias.

¿Cómo se ve la dermatitis por urushiol?

La erupción por la hiedra venenosa suele manifestarse como una serie de ampollas pequeñas, con algo de elevación, que pican y que se agrupan sobre un fondo rojo. A veces, las lesiones secretan un líquido claro o transparente.

¿Qué tan peligrosa es la hiedra venenosa?

La hiedra venenosa podría considerarse peligrosa en personas con hipersensibilidad al urushiol. En ellas, la posibilidad de una reacción generalizada derivaría en riesgo de anafilaxia, con compromiso de las vías respiratorias.

Por fortuna, esta situación es la menos frecuente. En general, la mayoría de las personas atraviesan una erupción localizada y un pequeño grupo también tiene fiebre concomitante.

Debido a ello, es poco probable que se necesite atención médica tras estar en contacto con la planta. La consulta solo será necesaria si hay síntomas de alergia generalizada o si las lesiones en la piel persisten más allá del tiempo estimado.

¿Cuánto tiempo tarda en quitarse la erupción?

La dermatitis por hiedra venenosa puede comenzar a las pocas horas de haber tocado la planta, pero también es posible que aparezca hasta 5 días luego del contacto. El tiempo de duración de la erupción varía según la gravedad de la reacción, aunque se toma como promedio para la curación completa un total de 7 a 14 días.

Las ampollas y la reacción cutánea por hiedra venenosa no son contagiosas. La única forma de desarrollar la dermatitis es el contacto directo con el urushiol, incluso sin tocar la planta, ya que podría estar en objetos de jardinería, por ejemplo.

Si hubiese una sobreinfección de la herida o una inflamación notoria, este tiempo podría prolongarse. En dichos escenarios, el médico podría recetar antibióticos o corticoides, respectivamente, para acelerar el proceso de cicatrización.

¿Qué debes hacer si tocas hiedra venenosa?

De acuerdo con las indicaciones de la Academia Americana de Dermatología, hay que actuar rápido, en los primeros 10 a 20 minutos tras el contacto. Los pasos a seguir son los siguientes:

1. Lava la piel que entró en contacto con la planta: puedes usar alcohol o jabón blanco. La idea es repasar con suavidad la zona afectada, evitando frotar con fuerza, ya que podrías esparcir el aceite de urushiol a otra parte.
2. Enjuaga con agua fría: usa mucha corriente de agua para barrer el producto de limpieza y el aceite de urushiol.
3. Limpia bajo las uñas: en general, queda sustancia alojada allí, aunque no nos demos cuenta. Sobre todo, por el rascado inconsciente que realizamos.

Una vez completado lo anterior, aplica productos para calmar la irritación. Son útiles las cremas con antihistamínicos, pero también es viable usar una mezcla de media taza de bicarbonato de sodio con un poco de avena coloidal.

Si consideras que el aceite de urushiol se esparció en objetos o en la ropa, procura limpiarlos sin tocarlos demasiado. Ponte guantes para su lavado y no mezcles las prendas con otras que estén limpias. La persistencia del aceite puede desencadenar una reacción más tarde.

¿Cuándo consultar a un médico?

La reacción a la hiedra venenosa casi nunca será de gravedad. Y si actúas con rapidez para quitar el aceite de urushiol, quizás tengas la fortuna de evitar la erupción cutánea tras el contacto.

De todas maneras, es importante vigilar algunos síntomas durante los 7 a 14 días posteriores. Si aparece alguno de los siguientes, es mejor visitar al médico:

• Fiebre persistente.
• Dificultad para respirar.
• Pus, indicativo de una infección bacteriana sobre la dermatitis.
• Inflamación que se extiende más allá de las ampollas, en cuyo caso se requerirán medicamentos antiinflamatorios.

El mejor abordaje frente a la hiedra venenosa es evitar el contacto. Elimínala del jardín si la descubres y, en caso de identificarla en un terreno agreste, permanece alejado de ella, instruyendo a tus hijos y a tus mascotas para mantener la distancia.