¿Qué es la individuación y por qué es importante?

La individuación puede definirse como el logro de la autorrealización a través de un proceso que integra lo consciente y lo inconsciente. Descubre en detalle de qué se trata y cómo se desarrolla.

Escrito y verificado por la psicóloga Maria Fatima Seppi Vinuales.

Última actualización: 10 julio, 2023

Desde diferentes disciplinas —entre ellas la psicología— el tema de la individuación despertó interés, ya que hace referencia al proceso que ocurre desde los primeros años de vida hasta que la persona consigue autonomía e independencia.

Este concepto adquiere matices en varios aspectos, según el enfoque lo aborde, pero uno de los más importantes ha sido el de Carl Gustav Jung. La importancia que se le atribuye es la posibilidad de que la persona desarrolle su ‘sí mismo’, pero en relación con los demás.

Es decir, que despliegue su potencial, sus intereses, sus gustos, etcétera, en el marco de un respeto por la sociedad a la que pertenece y en la que convive. Veamos de qué se trata.

¿Qué es la individuación?

El creador de la idea de individuación como un aspecto clave para desarrollar es Jung. Este psicólogo basó gran parte de su teoría del proceso de individuación como la meta que busca lograr todo ser humano.

Para el psicoanalista, esto tiene que ver con lograr una mayor conciencia de nosotros mismos. La definición que propone en su obra «Tipos psicológicos» sostiene que la individuación es lo siguiente:

¿Cómo se desarrolla la individuación?

La individuación sucede siempre de manera conflictiva, dado que se trata de la búsqueda de integración y armonía entre tendencias opuestas. Las que mayor énfasis tienen son la tensión generada entre el consciente y el inconsciente, y lo individual y lo colectivo.

La unión de los opuestos es lo que nos permitiría una personalidad unificada, coherente y rica.

Si bien existen diferentes propuestas respecto a cómo se produce el desarrollo de la individuación desde la teoría de Jung, una síntesis esquemática reúne las etapas mencionadas a continuación.

Primera etapa

Inicia con el reconocimiento de que hay aspectos de nosotros mismos que están velados y que forman parte de un inconsciente que, hasta ahora, resultaba desconocido. De allí que la persona reconozca que hay mucho más allá de la conciencia, y se ponga en movimiento para reconocer de qué se trata y qué lo trasciende.

Segunda etapa

Tiene que ver con la aceptación de la sombra, es decir, con encontrarse y aceptar aquellos aspectos ocultos. Muchos de los elementos que forman parte de esto no son socialmente aceptados o valorados. Sin embargo, deben ser aceptados como parte de nuestra naturaleza y debemos aprender a convivir con ellos.

Allí se plasma la importancia que Jung le dio a la integración y a la armonía de los opuestos. Si llevamos esta idea a la actualidad, podríamos explicarla como la aceptación de las propias limitaciones y de aquellos aspectos de los cuales no nos sentimos tan orgullosos. Es decir, de reconocernos imperfectos.

Tercera etapa

Hace referencia al encuentro con los arquetipos sexuales, como lo son ‘el anima‘ y ‘el animus‘. El anima refiere al aspecto femenino en los hombres, mientras que el animus se refiere al aspecto masculino en las mujeres.

Cuarta etapa

Se relaciona con la aceptación de nuestros límites, es decir, de nuestras sombras. Ello nos permite visualizarnos desde la humildad y nos aleja de la omnipotencia.

Quinta etapa

La última etapa tiene que ver con la individuación propiamente dicha, que se alcanza al integrar los opuestos. Dicho de otro modo, concluye con una psique armoniosa. Tal y como mencionaba Jung (1939) en sus escritos, a través de esta «la psique deja de ser dos mitades incongruentes y se convierten en un todo».

Así como no existen dos personas iguales, tampoco existen dos procesos de individuación iguales. Cada persona lo transita de una manera propia, única y singular.

Importancia en el desarrollo de la vida

La individuación tiene importancia, ya que está orientada a la integración. Si intentamos extrapolar el concepto de Jung a un momento más actual —y tomando distancia respecto al psicoanálisis— podríamos decir que significa tomar conciencia de que «somos parte, pero somos distintos».

Nos encontramos en grupos de pertenencia que nos homogeneizan; somos parte de una comunidad y de una familia, con quienes compartimos rasgos en común. Al mismo tiempo, podemos reconocer que somos diferentes, y con ello podemos enfocarnos en desarrollar nuestro potencial.

Con esto podemos observar una tensión entre lo individual y lo colectivo, entre el pertenecer y el diferenciarse.

Es importante notar que una persona puede desarrollar un proceso de individuación; sin embargo, ello no será sin costo. Para Jung, aquellos que no lograr explorar su mundo interior y conectarse con él podrían desarrollar diferentes problemas, como de autoestima, límites, de pareja, entre otros.

¿Cómo ayudar en el proceso de individuación?

Diversos aspectos pueden acompañar y apoyar el proceso de individuación. A continuación, mencionamos algunos de los más relevantes, en una síntesis en la que se combinan lecturas propuestas desde la psicología Junguiana, pero también con aportes más actuales.

• Mediante la aceptación de los opuestos. Esta es una de las claves en la psicoterapia analítica. Es decir, reconocer las tendencias propuestas para trabajarlas, y así evitar que las personas caigan en extremos.
• Evitar la dependencia. En el camino hacia la individuación, Jung explicitó que las relaciones terapéuticas deben facilitar la autonomía. Es decir, se debe evitar que el paciente cree un vínculo de dependencia hacia el terapeuta. Resulta imprescindible que pueda desarrollar recursos para contar con ellos y valerse por sí mismo.
• Propiciar un entorno de apego seguro. La individuación es un proceso que implica despegarse de algunas ideas de nuestros progenitores y de los pares. Sin embargo, para poder explorar el mundo, también es necesario sentir seguridad y confianza en él. Estas condiciones son propiciadas desde marcos relacionales de apego seguro.

¿Cuáles son los límites del proceso?

Tras leer las propuestas de Jung, algunas ideas pueden resultar algo antiguas, poco accesibles o comprensibles para enfrentar los avatares de la vida cotidiana. Sin embargo, no se pueden desconocer los aportes de Jung a la teorización sobre el desarrollo de la autonomía y el crecimiento del individuo.

De lo que se trata es de reinterpretar la teoría para poder hacer una lectura más actual y práctica. Esta es una de las limitaciones de su teoría; requiere de un mayor aterrizaje, paralelismo que se ha intentado hacer algunos párrafos más arriba a partir de la descripción de las etapas de individuación.

También se ha criticado el excesivo énfasis que se ha puesto en alcanzar la totalidad integradora. En muchos casos, se mencionó que esto puede confundirse con el perfeccionismo.

Más bien de que lo que se trata es de lo contrario; de reconocer que existen en nosotros tendencias contrapuestas, luces y sombras, pero no desde un sentido filosófico o como una meta de la existencia, sino como un conocimiento y un saber que nos permite ser más operativos y funcionales en el día a día.

El autoconocimiento como brújula para la individuación

Para algunos, la interpretación de la individuación puede resultar un proceso complejo, ya que presenta contradicciones entre el querer pertenecer y el querer una mismidad.

Sin embargo, no debe pensarse en términos excluyentes, sino en límites permeables y difusos, que se pueden ir transformando en función de las necesidades y circunstancias.

Lo que sí es importante mantener es el respeto por uno mismo y por las propias convicciones, más allá de las presiones sociales. Allí está la clave también de la individuación; el autoconocimiento para ponerlo a jugar a nuestro favor.