Infecciones de las vías urinarias
Escrito y verificado por el médico Leonardo Biolatto
Cuando se habla de infecciones de las vías urinarias se hace referencia a todo proceso infeccioso que tiene lugar en cualquier zona del aparato urinario. Dentro de este se incluyen los riñones, los uréteres, la vejiga y la uretra.
Las infecciones de las vías urinarias son más frecuentes en las mujeres y se presentan habitualmente en la vejiga y la uretra. Las más graves son las que logran extenderse hasta los riñones, ya que pueden tener consecuencias importantes.
Este tipo de infecciones son muy comunes y deben ser tratadas con antibióticos. En la mayoría de los casos esto es suficiente y no hay complicaciones. Cualquier problema en las vías urinarias tiene que ser objeto de consulta médica a la brevedad.
Tipos de infecciones en las vías urinarias
Las infecciones en las vías urinarias tienen diferentes características y se manifiestan de manera diversa, dependiendo de la zona del tracto urinario donde tengan lugar:
- En la vejiga: es la más común de estas infecciones y recibe el nombre de cistitis o infección vesical.
- En la uretra: también está dentro de las infecciones más frecuentes en las vías urinarias. La uretra es un conducto que lleva la orina desde la vejiga hacia el exterior. En este caso la infección se denomina uretritis.
- En los riñones: puede presentarse en uno o ambos riñones. Se trata de una condición grave a la que se denomina pielonefritis o infección renal.
Se habla de infecciones urinarias bajas cuando tienen lugar en la vejiga o la uretra; las infecciones urinarias altas son las que se presentan en los riñones. Esto no quita que se inicie con una infección baja, y la misma evolucione para convertirse en alta.
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Síntomas y diagnóstico
Los síntomas de las infecciones urinarias varían de acuerdo a la zona donde tengan lugar. En casi todos los casos generan frecuente deseo de orinar, incluso poco después de haber vaciado la vejiga. También provocan sensación de ardor, orina de aspecto turbio, olor fuerte, y a veces coloración rojiza o marrón.
En la cistitis es frecuente que haya sensación de presión o dolor en la zona pélvica, dolor al orinar y, muchas veces, sangre en la orina. Por otro lado, en la uretritis es posible que se presenten secreciones en la orina. En tercer lugar, en la pielonefritis suele haber dolor en la parte superior de la espalda y en el costado, así como fiebre, escalofríos, náuseas y vómitos.
El diagnóstico se realiza a partir de un análisis de orina. Este permite establecer la presencia de bacterias y determina otros factores bioquímicos asociados. No es raro que tras identificar la infección se ordene un urocultivo para saber cuál es la bacteria específica que origina el problema.
En ocasiones se ordena también un análisis de sangre y un hemocultivo. Esto es más común en las pielonefritis, donde debe evitarse la propagación infecciosa al torrente sanguíneo.
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Causas de las infecciones de las vías urinarias
Es muy usual que las infecciones en las vías urinarias se generen por el ingreso de bacterias a través de la uretra, que luego se multiplican en la vejiga y, algunas veces, alcanzan el riñón. El aparato urinario está preparado para repeler esos agentes, sin embargo, a veces se presentan fallas en esa defensa.
Las mujeres son más propensas a sufrir este tipo de infecciones por la corta distancia que hay entre la uretra y el ano, y entre el orificio uretral y la vejiga. En este caso, la misma anatomía predispone al paso de las bacterias gastrointestinales hacia el tracto urinario.
Otros factores que inciden son los siguientes:
- Actividad sexual
- Menopausia
- Métodos anticonceptivos
- Obstrucciones en las vías urinarias y anormalidades anatómicas
- Sistema inmunitario deprimido
- Cirugías renales o uso de catéter
Tratamiento y expectativas
El tratamiento para este tipo de infecciones son los antibióticos. Lo habitual es que los síntomas desaparezcan en pocos días, pero es muy importante que se complete la ingesta en la dosis indicada, aunque no haya molestias.
Las infecciones graves pueden requerir administración de antibióticos por vía intravenosa y hospitalización. A veces se presentan complicaciones como infecciones recurrentes, daño renal, septicemia y constricción de la uretra en los varones. En las mujeres embarazadas se incrementa el riesgo de parto prematuro o bajo peso al nacer.
Un estilo de vida saludable, y algunos alimentos como los arándanos, contribuyen a superar este tipo de infecciones. Beber agua en grandes cantidades ayuda a eliminar las bacterias. Y si nada es suficiente y aparecen síntomas, lo mejor es consultar con un médico.
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