Influencia del estrés en el ciclo menstrual

Escrito y verificado por el médico Nelton Abdon Ramos Rojas

Escrito por Nelton Abdon Ramos Rojas

Última actualización: 06 julio, 2023

Así como sabemos que el estrés puede tener un papel importante en cuestiones como la calidad del sueño, el aumento o la pérdida de peso, la caída del cabello, los dolores de cabeza, el nerviosismo y otras cuestiones, también sabemos que existe cierta influencia del estrés en el ciclo menstrual.

El estrés crónico afecta al sistema nervioso y, en mayor o menor medida, al resto de los sistemas. Una de las primeras consecuencias que puede tener en el organismo de la mujer son las alteraciones hormonales.

Cuando los niveles de estrés se mantienen altos y por periodos de tiempo prolongados, puede llegar a producir consecuencias en el funcionamiento del organismo. Veamos más a continuación.

La influencia del estrés en el ciclo menstrual

La adrenalina es una de las 4 hormonas del estrés y es responsable de aumentar la frecuencia cardíaca e incrementar la energía, mientras que el cortisol aumenta los niveles de azúcar en la sangre y la actividad cerebral, lo cual puede alterar las respuestas del sistema inmunitario y otros procesos.

De acuerdo a los expertos del portal de WomensHealth, “las mujeres que experimentan estrés crónico o a largo plazo pueden tener síntomas de síndrome premenstrual (SPM) más intensos o períodos irregulares“.

Entonces, el estrés crónico puede causar retrasos, ausencias e, incluso, alterar la cantidad del flujo. Por otra parte, la mujer puede experimentar con mayor intensidad síntomas molestos como un dolor de cabeza, por ejemplo. Asimismo, es posible que esté más expuesta a gripes y resfriados, dado que las defensas del sistema inmunitario también pueden verse afectadas.

Descubre: Las 4 hormonas del estrés

Principales alteraciones en el ciclo menstrual

Es importante tener en cuenta que los síntomas del estrés pueden variar de una persona a otra, por ello, no todo el mundo puede experimentar las mismas molestias con la misma intensidad o durante el mismo periodo de tiempo.

Veamos las principales alteraciones que puede causar el estrés crónico en el ciclo menstrual.

Irregularidad

El promedio de duración del ciclo menstrual tiene un rango de duración de 28 a 31 días. El estrés crónico puede provocar períodos menstruales irregulares.

• Polimenorrea: son los ciclos menstruales muy cortos, con una duración menor a 21 días.
• Oligomenorrea: son los ciclos menstruales con una duración mayor a 35 días.
• Amenorrea: ausencia de la menstruación durante más de 3 meses o 3 ciclos típicos menstruales.

Dolores más intensos el síndrome premenstrual

Tal y como comentábamos antes, el estrés crónico puede intensificar los síntomas del síndrome premenstrual, y esto puede traducirse en diversas molestias -de mayor o menor intensidad- desde el dolor de cabeza y mamas, por ejemplo, hasta el dolor abdominal. Adicionalmente, puede hacer que la mujer esté mucho más irritable y sensible.

De acuerdo a un estudio, las alteraciones en la actividad hormonal durante el ciclo menstrual también pueden afectar a la mujer a nivel emocional, dado que la hace más propensa a experimentar emociones negativas.

Fatiga y somnolencia

Debido al aumento de los dolores causados por el estrés en el ciclo menstrual, las mujeres pueden tener dificultades para descansar y dormir bien en las noches. Por lo tanto, es muy probable que pasen los días fatigadas y somnolientas.

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¿Y qué pasa con la fertilidad? ¿Qué más hay que tener en cuenta?

Debido a todos los cambios que puede ocasionar el estrés en el ciclo menstrual, puede afectar la capacidad de concebir. Esto se debe al aumento del cortisol en el cerebro. Esta hormona le indica al cerebro que la producción de estrógeno y progesterona no es necesaria. Con ello, aparece la menstruación irregular, disminuyendo las posibilidades de quedar embarazada.

La influencia del estrés en el ciclo menstrual de la mujer es realmente perjudicial. Por ello, es recomendable solicitar la ayuda profesional de un psicólogo, para así aprender a gestionar la tensión y el estrés día a día.

Adicionalmente, hay que recordar que los buenos hábitos de vida siempre influyen positivamente en la salud de todos los sistemas de organismo, promoviendo el bienestar.

De allí en gran parte la importancia de realizar ejercicio a diario, comer adecuadamente siempre, distraer la mente y, si fuera necesario, poner en práctica distintas técnicas de relajación. ¿Haces todo esto por ti? Si no es así, trata de ponerle remedio. Y recuerda, si tienes dudas sobre cómo hacerlo, siempre puedes consultar con tu médico de cabecera o tu ginecólogo.