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Trucos caseros para eliminar el chicle de los zapatos sin arruinarlos

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Ni cuchillos ni químicos, el secreto para quitar el chicle del zapato está en tres aliados simples: el hielo, el vinagre y el aceite. Te enseñamos cómo usarlos.
Trucos caseros para eliminar el chicle de los zapatos sin arruinarlos
Escrito por Gabriela Matamoros
Última actualización: 10 octubre, 2025

¿Alguna vez has pisado un chicle y ese pequeño accidente te ha fastidiado el día? No importa si fue mientras caminabas en la calle o al bajar del coche: esa sensación pegajosa en la suela o encima del zapato, puede ser desesperante. Peor aún, retirarlo sin cuidado puede dejar manchas, deformaciones o incluso arrancar parte del material.

Por suerte, no necesitas productos especiales ni pagar una limpieza profesional. Existen métodos caseros, rápidos y seguros que realmente funcionan. Aquí encontrarás las soluciones más efectivas y explicadas, paso a paso, para eliminar el chicle de un zapato sin estropear el calzado.

1. Aprovecha el poder del frío

El mejor truco para quitar el chicle es endurecerlo con frío. Cuando se congela, la goma pierde elasticidad y se despega con facilidad. Si estás en casa, introduce el zapato en una bolsa de plástico hermética y mételo en el congelador un par de horas. Una vez que el chicle esté duro, retíralo con una espátula o un cuchillo de mesa, hazlo con suavidad para no rayar la superficie.

Si no lo puedes congelar, cubitos de hielo serán suficientes. Envuelve unos cuantos en una bolsa y aprieta el chicle unos minutos. El frío endurecerá la goma para que se desprenda sola. Este truco es ideal para zapatos de lona o cuero sintético, ya que no cambia su textura o color.

2. Aceite y vinagre: aliados que salvan tu calzado

Si el chicle se encuentra en una parte delicada o lleva mucho tiempo pegado, el aceite vegetal, de oliva o la mantequilla ablandan la goma para quitarla sin dañar la superficie. Solo tienes que extender una pequeña cantidad sobre el zapato (con un algodón), dejar actuar unos minutos y frotar con un paño seco.

Otra solución es el vinagre caliente. Su acidez es capaz de eliminar los restos de chicle más rebeldes. Calienta media taza, humedece un cepillo o paño y aplícalo directamente en la zona afectada. Observarás cómo el chicle se ablanda y desaparece. Luego, lava con agua y jabón neutro para quitar el olor y los restos.

Ambos métodos son perfectos para el cuero o el charol, ya que limpian y dan brillo natural. Eso sí, antes de extenderlos por todo el calzado, prueba en una parte poco visible.

3. Alcohol o quitaesmalte: el último recurso

Si los consejos anteriores no son suficientes, todavía tienes un as bajo la manga. El alcohol isopropílico o el quitaesmalte sin acetona disuelven el chicle en zapatos con suela de goma o materiales resistentes. Humedece un algodón, frota hasta que el chicle se desprenda y limpia de inmediato con un paño húmedo.

Pero este método debe aplicarse con cuidado. El alcohol puede resecar o decolorar algunas superficies, sobre todo la gamuza o el cuero natural. Por eso, es mejor reservarlo para suelas o zonas no expuestas.

Un chicle pegado no tiene por qué arruinar tu calzado ni tu ánimo. Con estos métodos caseros sabrás exactamente cómo actuar y evitar daños. Y quién sabe, quizás la próxima vez hasta sonrías al comprobar que un simple cubito de hielo o un poco de vinagre hacen maravillas.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.