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Cómo lavar y cuidar la ropa de cama voluminosa: edredones, nórdicos y almohadas

3 minutos
La delicadeza es clave a la hora de lavar tus edredones en casa; así evitarás que se dañen los tejidos y te durarán por mayor tiempo.
Cómo lavar y cuidar la ropa de cama voluminosa: edredones, nórdicos y almohadas
Escrito por Daniela Bernal
Publicado: 25 diciembre, 2025 15:00

A muchas personas le surgen dudas cuando llega el momento de hacer el lavado de los edredones, almohadas y nórdicos, ya que temen dañar o deformar el relleno. Incluso hay quienes llegan a postergar su limpieza, lo cual hace que se acumulen en ellos las células muertas, ácaros y bacterias.

No necesariamente tienes que llevar tu ropa de cama voluminosa a la lavandería. En la mayoría de las ocasiones puedes limpiarla en casa. Tan solo debes seguir la técnica correcta, tanto en el lavado como secado. Te explicamos el paso a paso.

1. Prepara la prenda

Antes de meter el nórdico o edredón a la lavadora, es importante que revises si no tiene ningún agujero o costura abierta. El motivo es que, durante el lavado, el relleno podría salirse por allí y obstruir la lavadora. En caso de que lo tenga, toma aguja e hilo y repáralo.

2. Llévala a la lavadora y escoge el detergente

La idea es que coloques la ropa de cama voluminosa distribuida en el tambor de la lavadora, sin que quede apretada. Para comprobar esto puedes utilizar el truco de la mano: tras meter el edredón seco en la lavadora, verifica que queda espacio para tu mano entre él y la parte superior del tambor. Si es así, tu lavadora puede lavarlo; en caso contrario, deberás llevarlo a la lavandería ya que tu aparato no podrá girar con soltura.

Luego pasa a agregar el detergente. Utiliza uno suave y en versión líquida. Además, no coloques demasiada cantidad, ya que será difícil aclararlo para la lavadora. Con un tercio de la dosis habitual bastará. Por otro lado, si tu nórdico o almohada tiene relleno de plumas, evita los detergentes enzimáticos, ya que pueden dañarlas.

No es conveniente que uses suavizante en el lavado; este recubre las fibras o las plumas de tu nórdico, reduciendo su capacidad de transpiración.

3. Usa un ciclo de lavado suave

Con la ropa de cama voluminosa debes utilizar un ciclo delicado y agua tibia (no mayor a 40 °C). Esto para proteger los tejidos, tanto sintéticos como de plumas, y hacer una limpieza correcta. De igual manera, añade un ciclo de aclarado adicional, y es que este tipo de prendas —por su volumen—, requieren de un mayor enjuague para retirar todo el detergente.

4. Seca correctamente

Si tienes secadora en casa, usa un programa a baja o media temperatura. Los edredones sintéticos demoran alrededor de una hora y media o dos horas en secarse. Mientras que los de plumas van entre las dos y tres horas. Es clave que se sequen bien para evitar la formación de moho.

Cada 30 minutos vas a pausar el secado, sacar y sacudir la prenda para redistribuir el relleno. También es conveniente que agregues un par de bolas de lana al tambor de la secadora para evitar que se formen grumos.

En caso de que no tengas secadora, vas a extender el edredón en horizontal sobre el tendedero. No lo guindes, ya que el relleno se iría hacia los lados. Déjalo secar en un sitio donde le dé luz y ventilación, volteándolo cada cierto tiempo. Puede tardar varios días en secar.

Lava tus edredones o nórdicos un par de veces al año, sobre todo al inicio de la temporada de frío. En cuanto a las almohadas, lávalas cada tres o seis meses. Siguiendo estos consejos, podrás mantener tu ropa de cama voluminosa libre de gérmenes y microorganismos, que pueden causar alergias a tu familia.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.