Los 8 errores que solo empeoran las manchas de tu ropa

¿Encontraste una mancha en tu franela favorita, que parece implacable frente a todos los trucos que conoces? Si por más que lo intentes no logras eliminarla, asegúrate de que no estás cometiendo errores que solo empeoran la situación. Usar la secadora o aplicar quitamanchas genéricos suelen ser algunas de las prácticas en la dirección equivocada. Te compartimos las razones por las que estas y otras acciones no son buena idea y qué hacer en su lugar.
1. Dejar pasar el tiempo
Esperar para actuar sobre la mancha puede costarte tu prenda de ropa, debido a que se oxida y se adhiera a las fibras. Esto hace que los tratamientos sean menos efectivos. Por eso, te recomendamos actuar los primeros cinco minutos.
2. Frotar con fuerza
¿Te has cansado de frotar la mancha con la misma fuerza que deseas verla desaparecer? Ten presente que esta presión no la elimina, sino que esparce y profundiza la sustancia en el tejido. En particular, esto ocurre con el vino y el barro.
Entonces, ¿cuál es la acción más adecuada? Lo ideal es dar golpes suaves o buscar absorber la mancha. Si tiene restos sólidos, puedes recurrir a una cuchara; en cambio, para líquidos, opta por presionar con una toalla blanca de papel por el lado del revés, con el objetivo de empujar la mancha hacia afuera.
3. Aplicar jabón líquido
Si al momento de una salpicadura de aceite o el derrame de café en un prenda quieres aplicar jabón líquido de forma directa en la zona afectada, mejor busca otra alternativa. Esto se debe a que causarás una nueva mancha capaz de decolorar la tela o atraer más suciedad.
Esto no significa que no debas utilizar este producto para quitar manchas. Puedes hacerlo, siempre que primero disuelvas en agua o lo apliques en un paño húmedo. Eso sí, para evitar daños en tus prendas, haz una prueba en una zona poco visible.
4. Usar un quitamanchas multiuso
Aplicar el mismo producto en una mancha, sin importar si es de tinta o grasa, es una de las acciones que solo empeoran la mancha de la ropa. De hecho, los componentes químicos de un quitamanchas para grasas puede fijar una mancha de café.
En vista de esto, una vez que hayas identificado el tipo de mancha, usa productos específicos.
5. Recurrir al agua caliente
Es común pensar que el agua caliente corta la suciedad y la grasa. Sin embargo, cuando se trata de manchas orgánicas, no es aconsejable porque la mancha se fija. Por eso, ante la adhesión de una sustancia, tu mejor aliada es el agua fría.
6. Remojar por varios días
¿Quieres dejar tu franela en agua con algún producto quitamanchas por dos días? Mejor contempla otras alternativas. Un remojo excesivo puede dañar las fibras naturales de tu ropa, provocar que los colores se destiñan y crear un entorno favorable para la aparición de bacterias y moho, que son responsables de mal olor y nuevas manchas.
Por lo general, basta con un remojo de 30 minutos a unas pocas horas. Si necesitas que sea más lago, es clave cambiar el agua cada cierto tiempo.
7. Usar la secadora
Al igual que el error anterior, la razón gira en torno al calor. Si no te aseguraste de que la mancha desapareció por completo, no uses la secadora. Lo cierto es que el calor sella cualquier resto de la mancha, convirtiendo a un residuo casi invisible en una marca permanente. Así que la mejor opción es secar al aire libre.
8. Planchar sin revisar el estado de la mancha
Una vez más el calor es el protagonista del error: planchar sin revisar el estado de la mancha no es recomendable. En su lugar, verifica antes de aplicar calor. Y, si aún queda rastro, vuelve a aplicar el procedimiento elegido para eliminar la mancha.
Cuando una prenda es víctima de un derrame o salpicadura, tus mejores aliados son un diagnóstico adecuado del tipo de mancha, el agua fría y el jabón líquido diluido. Tratarla con paciencia y el método correcto puede significar la diferencia entre salvar o arruinar tu franela favorita.
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.