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Tu escurridor podría estar lleno de bacterias y hongos: 3 trucos caseros para limpiarlo a fondo

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Aunque se supone que solo tiene contacto con los platos limpios, el escurridor de la cocina acumula microorganismos y suciedad con el paso de los días.
Tu escurridor podría estar lleno de bacterias y hongos: 3 trucos caseros para limpiarlo a fondo
Escrito por Valentina Vallejo
Última actualización: 19 octubre, 2025

¿Cuándo fue la última vez que desinfectaste el escurridor de platos? A simple vista puede verse limpio, pero lo cierto es que suele reunir las condiciones ideales para el crecimiento de bacterias y hongos. Dado que acumula humedad constante por el goteo de los platos, e incluso pequeños restos de comida, su superficie puede contaminarse con facilidad.

Además, en zonas con agua dura, las partículas de cal o sarro generan superficies rugosas que atrapan todavía más suciedad y gérmenes. Para evitar este problema, hay tres sencillos trucos caseros que te facilitan una limpieza profunda sin necesidad de químicos agresivos o demasiado esfuerzo. ¡Toma nota!

1. Vinagre blanco para eliminar sarro y bacterias

El vinagre blanco es uno de esos aliados infalibles en la limpieza del hogar. Gracias a su contenido de ácido acético, actúa como desinfectante natural y disuelve con facilidad los depósitos de sarro que se forman por el agua dura. Además, tiene propiedades antibacterianas y antifúngicas que neutralizan la presencia de microorganismos. 

¿Cómo utilizarlo?

  • Desmonta el escurridor. Si tiene bandeja inferior o compartimento para cubiertos, sepáralos para facilitar la limpieza.
  • Llena el fregadero o un recipiente grande con partes iguales de agua caliente y vinagre blanco. Sumerge todas las piezas y déjalas en remojo durante al menos una hora.
  • Pasado el tiempo, frota las zonas más difíciles —como esquinas y ranuras— con un cepillo o esponja firme.
  • Para finalizar, enjuaga bien con agua limpia y deja que se seque por completo antes de volver a usarlo.

2. Bicarbonato para manchas difíciles y malos olores

Una vez el moho y las bacterias se apoderan de tu escurridor, este desarrolla manchas pegajosas y malos olores. ¿Es el caso? Entonces prueba con una solución con bicarbonato de sodio. Este ingrediente actúa como un abrasivo suave que limpia sin dañar las superficies y, además, desodoriza. 

¿Cómo utilizarlo?

  • Prepara una pasta espesa mezclando bicarbonato de sodio con un poco de agua.
  • Aplica la mezcla sobre las zonas afectadas, sobre todo en las ranuras y esquinas donde se acumula la suciedad.
  • Deja que actúe durante 15 o 20 minutos.
  • Con un cepillo de dientes viejo, frota con cuidado para remover las manchas.
  • Enjuaga con abundante agua limpia y pon a secar. 

3. Lejía para eliminar moho y desinfectar a fondo

Si has notado manchas de moho —como puntos negros o verdosos— o simplemente buscas una desinfección más potente, la lejía es una opción eficaz. Gracias al hipoclorito de sodio, elimina esporas de moho, hongos y bacterias resistentes que otros métodos no logran erradicar.

¿Cómo utilizarlo?

  • Toma precauciones. Este método solo es recomendable para escurridores de plástico blanco o de colores muy claros, ya que puede decolorar otros materiales. No lo uses en superficies metálicas. Ponte guantes y asegúrate de ventilar bien la cocina.
  • Prepara una solución diluida mezclando una cucharada sopera de lejía por cada 4 litros de agua fría.
  • Sumerge el escurridor en la mezcla durante 5 o 10 minutos. No es necesario dejarlo más tiempo.
  • Enjuaga con abundante agua limpia para eliminar cualquier resto de lejía. 
  • Para terminar, déjalo secar al aire libre.

Repite la desinfección de forma regular

Tan importante es desinfectar el escurridor como lavar los platos. Todos los días tiene contacto con agua, restos de comida y partículas que van creando un foco de bacterias y malos olores. Por eso, asegúrate de limpiarlo mínimo una o dos veces por semana, incluso si lo notas limpio a simple vista.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.