Manchas de cúrcuma: trucos caseros para recuperar tus utensilios de cocina

La cúrcuma aporta un color y un sabor inconfundible a tus comidas, pero también deja su huella en todo lo que toca. Desde los tápers de plástico hasta las tablas de cortar, esa mancha amarilla parece imposible de quitar, pues la curcumina, un compuesto que se adhiere con facilidad a superficies porosas, no se disuelve bien en agua y el lavado convencional suele fallar.
Por fortuna, hay formas simples de eliminar ese colorante sin dañar tus utensilios. A continuación, te damos tres trucos caseros para lograrlo.
1. Limpia con pasta de bicarbonato
Este método es ideal para plástico, cerámica y tablas de cortar, ya que el bicarbonato limpia sin rayar ni dañar la superficie. Solo necesitas mezclarlo con un poco de agua hasta formar una pasta espesa. Aplícala generosamente sobre la mancha y déjala secar durante al menos 30 minutos. Después, frota suave con un paño húmedo y enjuaga el recipiente.
2. Lava con vinagre blanco
Funciona en cerámica, vidrio o metal, pues el vinagre ayuda a disolver las manchas sin dejar residuos. Combina en partes iguales vinagre blanco y agua caliente; durante una hora, deja en remojo el utensilio. Al sacarlo, frota con una esponja y lava con agua y jabón. Evita usar esta mezcla en mármol o piedra, porque puede dañar la superficie.
3. Ponlos al sol
Este truco es útil para tápers y tablas de cortar blancas, debido a que la luz solar actúa como un blanqueador natural. Después de lavar el envase, ponlo bajo el sol durante varias horas, para que se descomponga la curcumina. Con el tiempo notarás cómo la mancha amarilla se desvanece.
¿Cómo evitar que la cúrcuma manche tus utensilios?
La mejor manera de combatir una mancha es evitar que se produzca. Para ello, ten en cuenta lo siguiente:
- Engrasa antes de usar: en plásticos, antes de guardar alimentos con cúrcuma, unta el interior con un poco de aceite. Esta capa actúa como una barrera para que la curcumina no manche.
- Usa vidrio o acero inoxidable: siempre que puedas, opta por recipientes de estos materiales para almacenar o cocinar platos con cúrcuma. Al no ser porosos, no absorben el color y no se ensucian.
Más allá de la limpieza puntual, cuidar los utensilios es entender los efectos de ciertos ingredientes que usamos. La cúrcuma, por su intensidad y persistencia, nos recuerda que la cocina no solo es sabor, sino también química y rutina. Lo bueno es que con pequeños hábitos preventivos y con algunos trucos podemos hacer de lo cotidiano algo más consciente y duradero.
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.