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Cómo cultivar caléndulas en casa: el mejor momento es el otoño

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La caléndula es una flor anual fácil de cultivar, ideal para principiantes. Sus flores naranjas y amarillas atraen polinizadores y sus pétalos comestibles aportan color a las ensaladas.
Cómo cultivar caléndulas en casa: el mejor momento es el otoño
Escrito por Valentina Vallejo
Publicado: 08 noviembre, 2025 07:00

La caléndula (Calendula officinalis) es una flor anual que transforma cualquier rincón con sus tonos vivos y su presencia generosa. Su floración prolongada, su capacidad para atraer polinizadores y su resistencia a las condiciones cambiantes la convierten en una aliada valiosa tanto en jardines como en huertas caseras. Cultivarla es sencillo, y su belleza compensa con creces el cuidado que requiere.

Sembrarla en otoño permite que se adapte mejor al entorno y florezca con fuerza en los meses siguientes. Si se elige bien el lugar, se prepara el sustrato adecuado y se respetan los tiempos de germinación, la caléndula puede crecer sana y abundante incluso en espacios pequeños. A continuación te enseñamos cómo sembrarla para asegurar una floración vigorosa, prolongada y llena de color en los meses siguientes.

1. Preparar el sustrato y el recipiente

En maceta: elige un recipiente de al menos 20-25 cm de diámetro con buenos agujeros de drenaje. Utiliza un sustrato universal de buena calidad y, para mejorar la aireación, mézclalo con un 20-30 % de perlita.

En el jardín: busca una ubicación soleada. Antes de sembrar, remueve la tierra a unos 15 cm de profundidad para aflojarla y añade una capa de compost.

2. Elegir el momento ideal para la siembra

La caléndula prospera en climas frescos. Puedes sembrar las semillas directamente en su lugar definitivo en primavera, una vez pasado el riesgo de heladas. Sin embargo, para favorecer su floración temprana, también es posible hacerlo en otoño en zonas con inviernos suaves.

3. Sembrar las semillas

Humedece ligeramente el sustrato. Haz pequeños hoyos de apenas 0.5 a 1 cm de profundidad y coloca 2 o 3 semillas en cada uno. Cúbrelas con una capa muy fina de sustrato y presiona con suavidad. Riega con un pulverizador evitar que se desplacen.

4. Esperar la germinación y aclarar las plántulas

La germinación suele tardar entre 7 y 14 días. Durante este periodo, mantén el sustrato húmedo de forma constante, sin llegar a encharcarlo. Cuando las plántulas desarrollen dos o tres pares de hojas verdaderas, selecciona la más vigorosa de cada grupo y retira las demás. El objetivo es mantener un espaciado final de unos 25–30 cm entre cada planta.

Cuidados posteriores para una floración abundante

  • Riego adecuado: riégalas de forma regular, pero deja que la capa superior del sustrato se seque ligeramente entre riegos. El exceso de agua suele ser más perjudicial que la falta.
  • Abono moderado: la caléndula es poco exigente. El compost que añadiste al principio puede ser suficiente. Evita el exceso de abono, ya que estimulará el crecimiento de hojas en lugar de flores.
  • Buena exposición solar: necesita mucho sol. Asegúrate de que reciba al menos 6 horas de luz directa al día.
  • Retirar las flores marchitas: a medida que las flores se vayan marchitando, córtalas. Este proceso impide que la planta concentre su energía en producir semillas y la estimula a generar nuevas flores.

¿Cómo identificar y resolver los problemas más frecuentes?

  • Presencia de pulgones: si observas pequeños insectos agrupados en los brotes, puedes eliminarlos con un chorro de agua a presión.
  • Oídio en las hojas: este hongo, visible como un polvo blanco, suele aparecer por exceso de humedad. Para prevenirlo, asegúrate de que haya buena circulación de aire y riega siempre la base, evitando mojar las hojas.
  • Plántulas débiles y alargadas: es un signo de falta de luz. Trasládalas a un lugar más soleado para favorecer su desarrollo

La caléndula es una planta muy agradecida, ideal para iniciarse en la jardinería desde semilla. Es resistente, fácil de cuidar y te recompensará con meses de flores vibrantes. No hay nada más satisfactorio que ver florecer en tu jardín algo que has cultivado con tus propias manos.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.