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Aprende a hacer una kokedama y descubre los cuidados clave para que dure más

4 minutos
Con las kokedama tendrás una combinación entre cultivo, arte y decoración que llenará tu hogar de verdes muy hermosos y llamativos.
Aprende a hacer una kokedama y descubre los cuidados clave para que dure más
Escrito por Estefanía Filardi
Última actualización: 10 septiembre, 2025

Una kokedama es una hermosa bola de musgo en la que se pueden cultivar plantas envolviendo sus raíces en una mezcla especial de tierra sujetada por hilos. Se crean a partir de una técnica de cultivo japonés antiquísima, que se ha convertido en una tendencia porque resulta perfecta para espacios pequeños.

Además, tener kokedamas en casa te encantará si lo que buscas es decorar con plantas de un modo único y aprovechar las ventajas de las macetas orgánicas. Sin embargo, aunque parezca fácil, tienen sus secretos, pues más que un modo de jardinería práctica, es un arte y necesita de paciencia. Por ello, deberás prestar mucha atención a sus materiales, el modo de construcción y el mantenimiento de tu kokedama ya terminada. Con esta guía te ayudaremos a dar tus primeros pasos.

Materiales para tu primera kokedama

El sustrato se crea con una arcilla volcánica japonesa llamada akadama, que puedes conseguir en tiendas para bonsáis o en Amazon, por ejemplo. En caso de no encontrarla puedes crear un sustrato mezclando 3 partes de turba, 1 parte de vermiculita y una pizca de arena de río fina.

Luego, necesitarás musgo disponible en viveros. Una alternativa es la fibra de coco. El hilo para sujetar las raíces debe ser de algodón verde. Otros materiales que debes tener a mano son:

  • Tijeras de podar afiladas.
  • Un pulverizador.
  • Recipiente para mezclas.
  • Bolsa de plástico para dar forma.
  • La planta que vas a sembrar en la kokedama.

Paso a paso para la construcción

  1. Mezcla la akadama con turba en proporción 1:3. Comienza añadiendo agua poco a poco mientras amasas hasta conseguir una textura que se mantenga unida sin desmoronarse, pero que no gotee. Debe parecer plastilina húmeda.
  2. Retira el exceso de tierra de tu planta con cuidado, dejando las raíces semi expuestas. Si hay raíces podridas o muy largas, es el momento de podarlas con las tijeras.
  3. Extiende la bolsa de plástico, pon tu mezcla húmeda formando como una “vasija”, coloca la planta en el centro y envuelve como si fuera un caramelo grande. Ahora hazla girar suavemente para crear una bola, la cual debe ser el doble de tamaño del cepellón de la planta que has elegido.
  4. Una vez has compactado la mezcla de akadama y las raíces, retira la bolsa antes de aplicar el musgo.
  5. Extiende el musgo y rocíalo por ambos lados con agua hasta que esté húmedo, pero no empapado. La parte verde va hacia fuera, la marrón toca la bola. Envuelve completamente y recorta los excesos.
  6. Ata un extremo del hilo al tallo con suavidad, luego rodea horizontalmente la bola y haz un nudo doble. Continúa en diagonal cubriendo toda la superficie como si fuera una pelota de fútbol. Remata con nudo doble e introduce el extremo con un palillo.
  7. Deja reposar la kokedama 30 minutos antes de ubicarla en su sitio definitivo.

Cuidados para una kokedama saludable

Estas macetas orgánicas no son sencillas de mantener, pero si dominas sus cuidados te será muy gratificante verlas prosperar. Te contamos lo que no debes pasar por alto:

  • El riego debe ser por inmersión completa. Llena un cuenco con agua filtrada y templada, si es muy calcárea la kokedama se puede dañar. Sumérgela toda con la planta hacia arriba y espera a ver las burbujitas que indican que está absorbiendo agua. Después, exprímela suavemente para eliminar el exceso de agua y déjala escurrir media hora antes de colgarla o colocarla en su sitio.
  • El riego en verano debe ser cada 5 o 7 días para plantas tropicales, en invierno puede ser cada 10 días. Para saber si necesita riego, fíjate si la kokedama se siente muy ligera al levantarla y el musgo se ve más pálido.
  • Ubica la kokedama cerca de ventanas o donde puedan recibir luz indirecta gran parte del día. No la expongas al sol directo porque el musgo se secará muy rápido.
  • Asegura que tenga buena humedad alrededor, puede que debas colocar un humidificador cerca o bandejas con agua.

Una kokedama bien cuidada puede durar entre uno y tres años antes de requerir ser renovada por completo. Recuerda que no son cultivos sencillos, en cambio, necesitan de constancia y atención.

Revísala cada pocos días, haz riego por inmersión cuando corresponda y cubre las necesidades específicas de tu planta. Como último consejo, empieza con una sola kokedama, aprende bien a cuidarla, y después podrás tener un jardín completo de ellas.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.