El método para reparar los agujeros de la pared con acabado profesional

¿Tus paredes tienen las marcas de agujeros de viejas decoraciones? Esos desperfectos, aunque pequeños, afean los espacios de tu hogar, pues lucen como puntos de suciedad y daños que no pasan desapercibidos. Hoy puedes aprender a taparlos de un modo efectivo. Se trata de un método de cuatro pasos: rellenar, lijar, sellar y pintar.
Aunque pueda sonar complejo no es así, solo requiere un poco de técnica y no saltarse ninguno de los pasos, porque si solo aplicas masilla y luego pintura, el resultado será un parche más feo que el agujero que intentas arreglar.
Herramientas y productos que necesitas
Esto es lo que debes tener a mano, puede que algunas cosas debas comprarlas y quizás otras ya las tengas en casa:
- Paño limpio.
- Masilla de relleno ligera.
- Espátula pequeña y flexible.
- Lija de grano fino (número 220).
- Imprimación o selladora multisuperficie.
- Pintura original de la pared y pincel pequeño.
Muy importante: antes de comenzar a tapar agujeros, verifica si tienen bordes que sobresalgan. Líjalos con suavidad y limpia con un paño los restos de polvo. Ya con los agujeros en la pared preparados, podrás comenzar a taparlos.
1. Rellenar
Toma una pequeña cantidad de masilla con la espátula y aplícala sobre el agujero presionando un poco para que el material penetre bien. A continuación, pasa la espátula en varias direcciones para alisar la superficie. Es necesario que la masilla quede por encima del nivel de la pared, pues cuando se seca se contrae.
Deja que seque esa primera capa de masilla y aplica una segunda si notas que sobre el agujero ha quedado una pequeña concavidad. Intenta que, esta vez, el acabado sea a ras de la pared.
2. Lijar
Para lijar la masilla debe estar completamente seca. Usa tu lija de grano fino y pasa sobre el material con movimientos circulares y suaves. Hazlo hasta que todo esté nivelado; compruébalo pasando tus dedos por la superficie. Si percibes alguna imperfección, lija hasta que no notes diferencia entre la reparación y la pared.
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3. Sellar
El sellado es un paso clave porque te dará un mejor acabado cuando pintes. La masilla es más porosa y por ello no absorbe la pintura de la misma manera que lo hará la pared. Sin el sellado, puede que se cree una mancha de color diferente. Al terminar el lijado, limpia el polvo y aplica una pequeña cantidad de imprimación o sellador en la superficie con la masilla.
4. Pintar
Finaliza la reparación pintando, pero no lo hagas dando una pincelada lisa, más bien da algunos toquecitos con la punta del pincel para así imitar un poco la textura que suelen dejar los rodillos. En caso de no tener la pintura original en casa, puedes cortar un trocito de pared, de una zona no muy visible, y llevarla a una tienda de pinturas para que te preparen el color.
Reparar agujeros no es difícil, solo debes seguir los pasos explicados. Te recomendamos hacerlo con paciencia y evitar aplicar demasiada masilla, porque luego el lijado te tomará más tiempo y esfuerzo. Sigue las recomendaciones y podrás dejar tus paredes perfectas.
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.