Lipoma en el cuello, ¿cómo reconocerlo?

Los lipomas en el cuello son relativamente frecuentes, especialmente en mujeres de entre 40 y 60 años de edad. Siempre exigen consulta médica con objeto de descartar otras patologías.
Lipoma en el cuello, ¿cómo reconocerlo?
Alejandro Duarte

Revisado y aprobado por el biotecnólogo Alejandro Duarte.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 09 julio, 2023

El lipoma en el cuello es un motivo relativamente frecuente de consulta médica. Comencemos por decir que el lipoma es un bulto que está compuesto por células grasas. Puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero generalmente sale en los hombros, la espalda o el cuello.

Aclaremos desde un principio que el lipoma en el cuello es un tumor benigno, por ende, no hay que alarmarse. Se trata de una formación subcutánea, es decir, por debajo de la piel. Lo padece cualquier persona, sin importar su género, edad o condición. Las investigaciones indican que hasta el 1 % de la población tiene al menos un lipoma en el cuerpo.

Se estima que hasta un 10 % de los casos de lipoma se localizan en el cuello. Por otra parte, lo usual es que estos pequeños bultos no alcancen un área mayor a los 3 centímetros. En casos sumamente raros adquieren gran tamaño.

Reconocer un lipoma en el cuello

Contracturas musculares en el cuello

Tanto el lipoma en el cuello, como los que puedan aparecer en otras partes del cuerpo, tienen una forma redondeada. Se perciben como una masa blanda al tacto. No se encuentran profundamente adheridos, sino que su aspecto es superficial. Si se los toca, se siente cómo se desplazan.

Tal y como indica la literatura científica, el lipoma en el cuello generalmente no causa dolor. Lo usual es que tengan un crecimiento muy lento, aunque generalmente este se detiene y no alcanza grandes magnitudes. Casi siempre se ubican en la parte posterior o lateral del cuello.

Para reconocer un lipoma en el cuello se deben tomar en cuenta los siguientes criterios:

  • Es un bulto que está debajo de la piel y tiene forma de domo.
  • Tiene una consistencia blanda. Si la consistencia es dura, se habla de un quiste.
  • Si se les presiona, se desplazan y no causan dolor.

Los tumores malignos suelen ser muy rígidos, duros e inamovibles. Por más que se intente moverlos, permanecerán ahí. A veces el lipoma en el cuello causa dolor, particularmente cuando se localizan cerca de un nervio y comienzan a crecer. El aumento de tamaño en un lipoma suele ser lento y casi imperceptible.

Causas y diagnóstico

bultos-cuello

Aún no se ha conoce la razón exacta por la cual se forman los lipomas. Se sabe que es un crecimiento acelerado en la producción de células grasas, pero no se conoce el motivo preciso por el que esto ocurre.

Pese a esto, se han definido algunos factores que facilitan la aparición de un lipoma en el cuello. Estos son:

  • Herencia. Parece ser la causa más habitual para la aparición de lipomas. Lo más usual es que los familiares de una persona con lipoma también presenten estos tumores.
  • Obesidad. Se sospecha que existe una relación entre la obesidad y los lipomas, aunque esto no ha sido determinado plenamente.
  • Género. Los lipomas son más frecuentes en las mujeres, básicamente porque ellas son más propensas a acumular grasa.
  • Historia clínica. Al parecer, las enfermedades del hígado o los problemas de azúcar son factores que contribuyen a la aparición de lipomas.

No siempre es fácil diagnosticar un lipoma en el cuello. Se parece mucho a la inflamación de un ganglio linfático. También tiene muchas similitudes con ciertos quistes y tumores. Para poder definir de qué se trata, lo habitual es que el médico haga una entrevista exhaustiva en torno a la aparición y evolución del bulto.

Lo más probable es que enseguida haga una exploración del tumor, palpando la zona. Si hay dolor, o los síntomas no son muy claros, es frecuente que se ordene una ecografía u otro tipo de prueba de imagen. También es posible que se solicite una biopsia.

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Otras consideraciones

Médico palpando nódulos en el cuello.

El lipoma en el cuello puede aparecer a cualquier edad. Sin embargo, se ha comprobado que hay mayor riesgo en las edades comprendidas entre los 40 y los 60 años. También hay algunas condiciones de salud que propician la aparición de estos tumores. Las más frecuentes son los síndromes de Bannayan-Riley-Ruvalcaba, de Madelung, de Cowden y de Gardner.

También se ha detectado que los lipomas son más frecuentes en las personas que practican deportes y que tienen lesiones recurrentes en las mismas zonas del cuerpo. Por eso es importante proteger las áreas que están más expuestas a los golpes sistemáticos.

Cualquiera que sea el caso, siempre que aparezca un bulto de estos, bien sea en el cuello o en otra parte, se debe acudir al médico. El cuerpo humano no es una máquina y cada persona es diferente. Por eso a veces lo que parece ser un lipoma no lo es y viceversa.


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