¿Ducharse con agua fría tiene beneficios?
Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina
Ducharse con agua fría no suena especialmente placentero. Hay que reconocerlo, a la mayoría nos encanta ducharnos con agua tibia o caliente, especialmente después de un día estresante y cuando estamos en invierno. Sin embargo, también es importante saber y tener en cuenta que ducharse con agua fría también tiene ciertos beneficios.
Se escucha hablar sobre los beneficios del agua fría sobre el sistema inmunológico, y recientemente también sobre la mente, ya que se dice que puede ayudar a combatir el estrés y la ansiedad. ¿Es cierto todo esto?
Desde luego, el contraste sobre el cuerpo del agua fría puede incluso resultar violento. Aunque verás que si lo haces de manera gradual, poco a poco tu cuerpo se irá acostumbrando y ducharse con agua fría dejará de ser un martirio. Al final, este nuevo hábito de higiene se convertirá en una experiencia para disfrutar.
A continuación lo desarrollamos.
¿Cuáles son los beneficios de una ducha fría?
A grandes rasgos, se ha hablado tanto de los efectos del agua fría respecto el estrés y la ansiedad, como respecto del sistema inmunológico. A continuación los desarrollamos.
Contra el estrés y la ansiedad
Como mencionaba anteriormente, se está empezando a escuchar que posiblemente una buena ducha de agua fría pueda ayudar a combatir los efectos del estrés y la ansiedad. Ahora bien, todavía no se ha desarrollado ningún experimento clínico que haya utilizado una terapia de duchas frías como parte del tratamiento para la depresión y la ansiedad. Aunque algunos expertos creen que puede ayudar.
La teoría detrás de esa idea es que la exposición repetida al agua fría hace que el organismo se vuelva más eficaz a la hora de lidiar con la respuesta al estrés y con todos los cambios químicos y hormonales que las personas con depresión o ansiedad experimentan.
En una charla TED de 2013, el triatleta Joel Runyon argumentaba cómo, desde su propia experiencia, el darse una ducha fría puede cambiar la manera en la que afrontas el miedo y en como lidias con situaciones en las que puedes sentir nerviosismo, estrés o incomodidad.
Por otro lado, otra hipótesis argumenta que dado el gran número de receptores de frío en la piel, una ducha de agua fría puede incidir en el cerebro haciendo que el mismo reciba una cantidad mayor de impulsos eléctricos desde las terminaciones nerviosas periféricas, lo cual podría traducirse en un efecto antidepresivo.
Refuerza el sistema inmunológico con una ducha fría
Una investigación holandesa estudió el efecto del agua fría sobre la salud y el trabajo. El mismo fue publicado en 2016 en la revista PLOS One. En este se descubrió que una ducha diaria de agua fría podía resultar en una reducción del 29% en la autoevaluación de enfermedad de los participantes durante los 90 días siguientes a haber adoptado ese hábito.
Es decir, durante el experimento, en un mes los individuos debían cambiar al agua fría al final de sus duchas habituales con agua caliente, durante periodos de 30, 60 o 90 segundos, según el subgrupo de estudio.
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Finalmente, el efecto beneficioso más destacado por los voluntarios fue un aumento del nivel percibido de energía, que incluso compararon con el efecto de la cafeína. De hecho algunos siguieron dándose una ducha final con agua fría en su vida cotidiana, tras el experimento.
Del mismo modo, los científicos comprobaron que la duración de la ducha fría no influía en los resultados, lo que quiere decir que incluir 30 segundos de agua fría en el tiempo de ducha habitual es suficiente.
En conclusión
Si bien una ducha de agua fría no influye en la salud de la persona directamente ni es un hábito necesario para mantenerse fuerte, si puede ayudar en determinados casos.
No está de más probar, conocer el propio cuerpo, se suele decir que uno no sabe lo que le gusta hasta que lo ha experimentado. En todo caso, ante la duda, también puedes preguntar a tu médico si en tu caso es recomendable hacerlo.
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