Para reina mi madre, porque a pesar de las caídas jamás perdió su corona
Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater
La festividad del día de la madre se celebra en diferentes fechas a lo largo de todo el mundo. Sin embargo, la mayoría coinciden en este mes de mayo. Cuenta la historia que su origen se remonta al año 1865.
Cuando Anna Maria Reves Jarvis decidió organizar un día en concreto donde reunir a un gran número de madres para intercambiar experiencias, pensamientos y para debatir la situación de la mujer en una sociedad. Donde la maternidad y sus responsabilidades aún no eran demasiado visibles o reconocidas.
Cabe señalar, que la figura de Anna Marie Jarvis hija es también muy conocida en Estados Unidos, al igual que la de su propia madre. La activista que luchó durante mucho tiempo por el derecho de las madres trabajadoras y para mejorar sus condiciones sociales, tales como la salud, el salario y la educación de los niños.
Desde aquellos años del siglo XIX en los que la voz de la mujer empezó a levantarse, ha pasado sin duda mucho tiempo. Hemos vivido cambios, algunos triunfos y múltiples reconocimientos. Sin embargo, aún queda mucho camino por recorrer y muchos baches que sortear en una sociedad cada vez más compleja, más demandante.
Hoy en nuestro espacio te invitamos a reflexionar sobre el papel de las madres en nuestro presente.
La maternidad en la sociedad actual, toda una aventura
Ser madre es mucho más que una simple etiqueta o un término que, de pronto, define a una mujer en el momento que en sus manos cae la maravillosa y compleja realidad de criar un hijo.
- La maternidad no es fácil.
No lo es por muchas razones. La sociedad actual aún no armoniza demasiado con las necesidades de crianza de un niño, las bajas son demasiado cortas, los horarios laborales no son nada conciliadores. Y, a su vez, se le añaden esas políticas asistenciales tan poco respetuosas hacia la familia.
- Los países nórdicos son a día de hoy la máxima referencia en todo el mundo. Ofrecen bajas por maternidad y por paternidad donde la pareja puede compartir tiempo con sus bebés favoreciendo por igual ese vínculo temprano con el niño.
- Además, se le añade una adecuada conciliación. Buenos horarios, acceso a las escuelas infantiles y ayudas económicas que incentivan la natalidad.
- Más allá de esos escenarios ideales de países como Noruega o Dinamarca, la mayoría de las madres deben librar una compleja aventura para cuadrar horarios. Llegar a acuerdos con otros familiares para el cuidado de los niños.
En ocasiones incluso deben plantearse el tener que reducir horas de su jornada laboral para atender a los pequeños.
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Todos los días son oportunos para decirle cuánto la queremos…
Más allá de las dificultades de nuestra coyuntura política y social a la hora de criar un hijo. Hemos de reconocer la figura de las madres en nuestra vida.
- Estamos ante un vínculo genético que puede o no existir, pero que se alza ante todo a través de esa unión emocional que conforma mucho más que un lazo de amor.
- Hablamos de un tejido que nos envuelve. De un cariño que arropa, que inspira y que se integra a su vez en nuestro ser de forma muy temprana y permanente.
- Una madre que es capaz de darnos un afecto sincero, un apoyo incombustible. Y esa cercanía siempre accesible pero a la vez respetuosa es, sin duda, una figura de poder en nuestra vida.
- El día de la madre es solo una pequeña excusa para celebrar con ella una buena comida o una buena cena. Para darle un regalo, un ramo de flores.
Sin embargo, lo que todos tenemos claro es que no necesitamos un día en exclusiva para recordarle cuánto la queremos o cuánto la admiramos.
Cualquier momento es oportuno, cualquier día del año es un bueno para pasar tiempo con ella. Para atenderla, mirarla. Sumergirnos en una conversación trivial que siempre da pie a esa mágica complicidad donde sentirnos niños de nuevo. Donde sentirnos cuidados, mimados, valorados…
Mi madre, mi inspiración, esa mujer a la que nunca se le cayó la corona
Mamá fue, es y será una mujer fuerte y valiente. A simple vista no apreciamos su corona. Pero todas las llevan porque cada una de esas mujeres han librado mil batallas que no todo el mundo conoce.
- Pensemos no solo en nuestras madres. Pensemos también en nuestras abuelas y en todo ese linaje femenino que hizo frente a cientos de adversidades. De carencias, de épocas de hambrunas, de conflictos e incluso de soledades.
En todas aquellas ocasiones fueron capaces de levantar por sí solas una familia. Con sus propias manos y esfuerzos.
- Todos disponemos de esas historias familiares donde más de una mujer es y sigue siendo nuestra inspiración.
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Hoy es un buen día para recordar a las madres del pasado y a las madres del presente.
Hoy es un día muy propicio para reflexionar acerca de todo lo que nos falta por conseguir. Acerca de cuántos derechos sociales echamos en falta para poder desempeñar nuestra función como madres trabajadoras y como mujeres que deseamos construir un presente más feliz. Y un futuro más digno para nosotras y nuestros hijos.
Toda mamá agradecerá, sin duda, su ramo de flores y un largo abrazo de los suyos. No obstante, no debemos descuidar nunca esa batalla por conseguirles un mayor reconocimiento en nuestra sociedad.
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