7 maneras en que el ejercicio te hace más sociable
Revisado y aprobado por la psicóloga Leticia Martín Enjuto
El ejercicio, con su sudor y esfuerzo, es una de las formas más efectivas de mejorar tu salud física. Pero, ¿sabías que también tiene un impacto profundo en tu bienestar social?
Múltiples estudios han avalado la influencia que tiene la actividad física en el aspecto psicológico y de relacionamiento con nuestro entorno. Además, mejora la autoestima y la capacidad de reacción en un entorno sociable, permitiéndote la experimentación de emociones más agradables. Asimismo, impacta en nuestro autoconcepto y autoimagen.
El ejercicio te ayuda a conectar con otros, construir amistades más sólidas y sentirte más confiado. Explora las siete formas en que la práctica deportiva te hace más sociable y mejora tu calidad de vida.
Las formas en que el ejercicio influye en nuestra vida social
A menudo, el impacto positivo del ejercicio en la esfera social pasa desapercibido. Sin embargo, la conexión entre mantenerse activo y ser más sociable es profunda y significativa.
1. Aumenta la autoestima y la autopercepción
La autoestima y la percepción personal son importantes para tener éxito en las interacciones sociales. Cuando te sientes bien contigo mismo, eres más propenso a ser abierto, extrovertido y positivo en tus interacciones.
El ejercicio puede tener un impacto directo en ello. Al lograr un mayor nivel de concentración y disciplina, también se impulsa la toma de decisiones, lo cual modifica diferentes escenarios de tu vida, ya sean estos laborales, escolares o familiares.
2. Reduce el estrés
Cuando te ejercitas, liberas endorfinas que generan bienestar y disminuyen la ansiedad. Esta reducción del estrés no solo mejora tu estado de ánimo y te hace sentir más relajado, sino que también te brinda la capacidad de relacionarte con los demás de una manera más tranquila.
Al estar menos estresados, somos más propensos a la comprensión, a escuchar activamente y a responder de manera equilibrada en situaciones sociales. El ejercicio también mejora la calidad del sueño y, por lo tanto, nos da la posibilidad de estar más centrados en la jornada cotidiana.
3. Fomenta la colaboración y el trabajo en equipo
¿Recuerdas los momentos amenos con tus amigos de la escuela en la práctica de educación física? Pues bien, de esa manera, el ejercicio también actúa en tu ámbito social de la adultez. Aprendes a comunicarte de manera efectiva, a tomar decisiones conjuntas y a confiar en tus compañeros de equipo.
Estas experiencias ayudan a desarrollar habilidades de liderazgo, resolución de conflictos y toma de decisiones, lo que puede aplicarse a situaciones más allá del campo de juego. El trabajo en equipo es una habilidad esencial en el ámbito laboral.
4. Estimula la empatía y la comunicación no verbal
La empatía permite compartir los sentimientos de los demás. En situaciones sociales, esta habilidad forja relaciones sólidas. El ejercicio, particularmente cuando se realiza en grupo, aumenta la comprensión del otro y de sus necesidades.
Al estar rodeado de personas con objetivos similares, que trabajan juntos para lograrlos, cultivas una mayor asimilación de los sentimientos de los demás. Te vuelves más consciente de la importancia de estar comunicado con el resto para dar una mano y ayudar.
5. Proporciona oportunidades para hacer nuevas amistades
Cuando te unes a un gimnasio, un grupo de carrera o un equipo deportivo, hablas con personas que comparten tu pasión por el ejercicio. Estas interacciones frecuentes pueden llevar a conversaciones amenas, colaboración y, finalmente, amistad.
Además, en eventos deportivos y competencias, como maratones o clases grupales de fitness, te encuentras con otros que tienen objetivos similares. La camaradería que se desarrolla en estos contextos puede dar como resultado amistades duraderas a largo plazo.
6. Promueve la diversidad cultural y social
Los gimnasios, clubes deportivos y grupos de ejercicio, a menudo atraen a miembros de diferentes edades, géneros, etnias y orígenes culturales. Esta diversidad proporciona un terreno fértil para la interacción social, la comprensión de otras realidades y la construcción de relaciones.
Los lazos forjados durante las clases de ejercicio, juegos en equipo o eventos deportivos pueden trascender las diferencias culturales, creando una mayor apertura mental y respeto por la pluralidad. De hecho, el deporte es una vía válida y sólida para superar la discriminación.
7. Ayuda a fijar objetivos
El ejercicio no solo fortalece nuestros cuerpos, sino que también nos desafía mentalmente al fijar metas novedosas. La interacción social en contextos deportivos conlleva el desarrollo de objetivos que suelen ser más elevados que los personales.
Por ejemplo, imagina a alguien que se aventura en el mundo del trekking y conoce a un compañero con la ambición de conquistar cumbres más altas. Esto puede ser inspirador y motivador, modificando las intenciones iniciales y personales en pos de las nuevas que fueron despertadas por otro.
¿Cómo hacer ejercicio para tener más relaciones sociales?
Explorar las oportunidades para ser más sociable a través del ejercicio es una forma efectiva de mejorar tus habilidades de interacción mientras te mantienes activo. Te compartimos algunas recomendaciones generales que te ayudarán a combinar deporte y sociabilidad:
- Elige deportes en equipo: participar en fútbol, baloncesto o voleibol es una excelente manera de fomentar las interacciones sociales. Estas disciplinas requieren coordinación y colaboración con otros, lo que te acerca de manera natural a personas que comparten tus intereses y que pueden encontrarse en otros contextos también, por ejemplo, para una comida de camaradería.
- Únete a clases en grupo: considera las clases grupales en algún gimnasio local. Yoga, pilates o spinning no solo son ideales para mejorar tu salud física, sino que también brindan la oportunidad de conocer a personas que podrían ser buenas amigas.
- Explora clubes y comunidades deportivas: muchas ciudades y pueblos tienen clubes que ofrecen actividades como senderismo, ciclismo o running. Además, hay clubes que, a través de su membresía, fomentan otros espacios de interacción, como comidas, eventos culturales y hasta acciones de compromiso con el medio ambiente.
- Participa en eventos benéficos: muchas carreras o partidos, por ejemplo, combinan el ejercicio con la recaudación de fondos para causas importantes. Formar parte te permitirá conocer a personas con un propósito similar.
Recuerda que la clave es encontrar actividades que disfrutes y te motiven a ser constante en tu rutina. Cuanto más te diviertas, más probable es que establezcas conexiones sociales sólidas.
Una vida sociable a través del ejercicio
El ejercicio no solo fortalece tu cuerpo, sino también tus habilidades sociales. Al participar en actividades físicas regulares, aumentas tu confianza, construyes relaciones a largo plazo y mejoras tu comunicación.
Además, tendrás menos estrés y una actitud positiva. Ambas cualidades te harán empático y confiable. Así que si estás buscando una forma saludable de potenciar tus habilidades sociales, el ejercicio es la respuesta.
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- Hernández-Mite, K. D., Morán-Franco, M. R., & Bucheli-Bermúdez, B. A. (2018). La actividad física y el desarrollo emocional: una propuesta a considerar en la práctica educativa. Conrado, 14(63), 159-163. http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1990-86442018000300159&lng=es&tlng=es.
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