Manosa: ¿un remedio natural para las infecciones?
Hace poco, investigaciones determinaron que el complemento D-manosa, o simplemente manosa, puede ayudar en el tratamiento de las infecciones urinarias. Recordemos que este tipo de infecciones son bastante recurrentes en la población. Según datos publicados en Singapore Medical Journal , 1 de cada 5 mujeres experimentan una infección urinaria en algún momento.
¿Qué es la manosa?
Como lo explica una publicación en Biochemical and Biophysical Research Communications, la manosa es un tipo de azúcar simple o monosacárido. Se ha estudiado por su potencial para combatir enfermedades genéticas y adquiridas, pero también se han observado posibles efectos secundarios.
Este mismo texto destaca que la manosa ocurre en microbios, plantas y animales. En su forma libre puede encontrarse en pequeñas cantidades en frutas como naranjas, manzanas, duraznos, arándanos, entre otros. También se encuentra en el plasma de mamíferos.
Manosa para las infecciones urinarias: ¿qué dicen los estudios?
En la antigüedad, la D-manosa fue utilizada para combatir infecciones urinarias en animales. Sin embargo, tras el desarrollo de algunos estudios científicos, se empezó a sugerir que puede ser útil en humanos. Veamos en detalle algunos hallazgos con relación a este tema.
Un estudio de 2014 en el World Journal of Urology determinó que la manosa puede contribuir a prevenir la reaparición de una infección urinaria tras recuperarse de una. Según los detalles de la investigación, la D-manosa tuvo un efecto superior al de el antibiótico Nitrofurantoína.
Entre tanto, un estudio piloto publicado en 2016 en la revista European Review for Medical and Pharmacological Sciences señaló que la D-manosa puede ser un tratamiento efectivo para prevenir y tratar las infecciones urinarias.
¿Cómo podría ayudar la manosa?
Al estar en el cuerpo llegaría de forma directa al torrente sanguíneo y luego a la vejiga, donde se adhiere a las paredes. Desde allí, atrae a la bacteria E. coli, principal responsable de las infecciones urinarias. En ese momento sus moléculas se unen y se expulsan a través de la orina.
La incidencia de estas infecciones es mayor en las mujeres que en los hombres, ya que la bacteria E. coli llega con mayor facilidad al tracto urinario femenino.
Adicionalmente, la manosa fortalece el sistema inmunitario porque estimula la producción de leucocitos. Esto, a su vez, aumenta las defensas del organismo y lo hace resistente a infecciones.
Los estudios en torno a este tema siguen avanzando, pero hasta la fecha no son del todo concluyentes. Se necesitan más estudios para determinar si la manosa es efectiva o no contra las infecciones urinarias. Por ello, no debe ser un tratamiento de primera línea contra estas enfermedades y se debe usar con precaución.
Efectos secundarios y riesgos
Dada la falta de evidencias, no hay demasiados efectos secundarios descritos por el uso de manosa. En un estudio publicado en World Journal of Urology se observó como único efecto secundario cuadros de diarrea en algunos pacientes. Sin embargo, los investigadores consideraron que no era un efecto tan severo como para dejar de tomar el suplemento.
Otro artículo científico sugiere que estos suplementos deben evitarse en caso de embarazo y diabetes, ya que pueden conducir a complicaciones. De todos modos, siempre es importante consultar al médico antes de tomar este u otros suplementos.
¿Cómo puedo tomarla?
Como ya debes imaginarte, puedes consumir la manosa a través de las frutas y verduras anteriormente mencionadas. Sin embargo, esta azúcar también está disponible en el mercado como suplemento alimenticio en forma de polvo y cápsulas.
La dosis diaria recomendada es de 1,5 gramos, con una distribución de 500 miligramos 3 veces al día. Su consumo no provoca efectos secundarios. En el caso de las infecciones urinarias, el consumo de manosa podría aliviar los síntomas en 2 o 3 días.
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No es un tratamiento de primera línea
Los estudios han determinado una relación positiva entre la D-manosa y una mejora de las infecciones urinarias. No obstante, no hay suficientes evidencias como para considerarlo un tratamiento de primera línea. Por eso, como todos los suplementos, debe ser solo un coadyuvante.
En caso de que presentes síntomas propios de infecciones como fiebre, decaimiento, malestar general y dolor, acude a tu médico. Él podrá determinar qué tipo de infección padeces y cuáles son sus causas. De esta manera indicará el tratamiento ideal para tu afección.
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