Margarita africana: características y cómo cultivarla

La margarita africana es una flor alegre y vistosa que engalana cualquier jardín gracias a sus características propias. Por ello, debes saber cómo cultivarla si quieres tenerla en tu hogar.

La primavera es la época en la que estás plantas oriundas de África florecen. Las hay de variopintos colores, pese a que su forma es similar a la de la margarita común.

Buenas noticias: esta especie de flor es muy resistente, por lo que no requiere de cuidados demandantes. Sin embargo, no está de más seguir algunos consejos sencillos que te garantizarán una hermosa floración.

Características de las hermosas margaritas africanas

En un momento hubo quienes pensaron que se trataba de margaritas comunes que habían sido teñidas, pero no es así. Aprende más sobre las margaritas africanas.

Llamativos e intensos colores

Los pétalos de la margarita africana, e incluso su centro, constan de colores intensos. Su forma se asemeja a la de la margarita silvestre, pero la supera en tamaño, lo que hace más apreciable sus hermosos tonos. Blancos, rosas, fucsias, naranjas, violetas, incluyendo interesantes combinaciones metálicas.

Forma simple y bonita

Las margaritas africanas constan de pétalos lisos y planos que rodean un disco central. Estas pueden irradiar en forma de cuchara tubular y sus hojas, de color grisáceo, pueden tener forma de punta de lanza, ovaladas, lisas, dentadas o lobuladas.

En su envés están provistas de una tenue pelusilla. Todo dependerá de margarita africana que escojas.

Floración dos veces por año

Pese a que pueden llegar a germinar durante casi todo el año, menos en invierno, su mejor momento es la primavera y el otoño, con una segunda floración. Las margaritas africanas suelen cerrarse durante el día y abrirse cuando cae el sol.

4 cuidados que debes darle a las margaritas africanas

Si las decides plantar en una maceta colgante, las margaritas africanas tienden a caer en forma de cascada. Esto se debe a que en altura significativa no crecen mucho. Pero prosperan en longitud y dejarán caer sus hojas.

1. Hospédalas en buen lugar

Las margaritas africanas necesitan luz para ser felices. Un sol luminoso favorece en gran medida su floración y crecimiento, ya que suelen ser más abundantes bajo las condiciones descritas.

Ten presente que, pese a que no suelen ser muy altas, son extensas. Así que colocarlas sobre una pérgola y permitir que caigan te brindará un hermoso follaje. Solo asegúrate de protegerlas de vientos fuertes.

2. Cuidado con las temperaturas heladas

A las margaritas les desagrada el clima frío. Por lo tanto, no lograrán sobrevivir a épocas de invierno si no se le tienen los cuidados necesarios. Estas pequeñas son oriundas de Sudáfrica, por lo que prefieren temperaturas que oscilan los 20 grados centígrados.

¿Qué debemos hacer con las margaritas en épocas de invierno? El primer paso es llevarlas al interior de la casa y proteger sus raíces con un acolchado sobre la tierra. Evita que estén cerca de las ventanas si las brisas heladas son fuertes e intensas.

3. Riega solo lo necesario

El riego depende del clima. En verano es recomendable regarla dos o tres veces durante la semana. Una forma de saber que no le estás dando más agua de lo que requieren es supervisar el sustrato.

Cuando esté por completo seco, será un índice de que es momento de regarla. Ten presente que las margaritas africanas no necesitan abundante agua.

4. Colócale fertilizante

Si deseas mantener tu margarita africana saludable y en buen estado, cada cierto tiempo debes trasplantarla a un suelo rico en nutrientes, como abono orgánico de estiércol. Además, cada medio mes colócale su dosis de fertilizante. Muchos dicen que la mejor época es desde finales de primavera hasta que comience el otoño.

Margarita africana: una flor que embellece los espacios

Lo atractivo de las margaritas africanas son sus colores vivaces. Para mantener esos tonos alegres se deben tener presente los cuidados que estas exigen. Evita exponerlas a temperaturas gélidas y ten precaución al momento de regarlas para no arruinarlas.