Me enfermo muy seguido: ¿a qué se debe?
Revisado y aprobado por el médico Nelton Abdon Ramos Rojas
Muchas personas acuden al médico por presentar de forma repetida gripes y resfriados, afecciones a nivel de la garganta, tos persistente, dolores corporales, problemas digestivos y muchos otros síntomas que denotan la sensación de enfermedad.
Esta susceptibilidad suele estar relacionada con la edad, el estilo de vida, el nivel de condición física y el bienestar emocional, de allí que estos aspectos marcan la regularidad e intensidad con la que las personas se enferman. De hecho, no hay un número específico de episodios que permiten catalogar una frecuencia como anormal o normal, pues esto dependerá de cada persona.
Ahora bien, existen distintas condiciones que aumentan el riesgo de enfermarse con recurrencia, como las alteraciones del sistema nervioso, los trastornos del sistema inmunitario y los malos hábitos como el tabaquismo, el sedentarismo y la mala alimentación. No obstante, estas no son las únicas circunstancias. Para saber más al respecto, a continuación, detallamos 8 posibles causas de este problema.
1. Ansiedad
Cuando los niveles de ansiedad incrementan, sus manifestaciones clínicas van más allá de lo emocional. Muchos pacientes padecen síntomas como dolores de cabeza, musculares o molestias inexplicables. Estos suelen empeorar en momentos de estrés.
Las molestias digestivas, como náuseas, dolor estomacal o vómitos e infecciones recurrentes, como resfriados y gripes, también son habituales.
Otros síntomas que se vinculan a la ansiedad incluyen:
- transpiración excesiva
- dificultades para respirar o sensación de ahogo
- mareos
- temblores
- aumento de la frecuencia cardiaca
- problemas de sueño
- irritabilidad
¿Cuándo consultar al médico?
Si estos síntomas persisten, entonces debe ser razón suficiente para consultar al médico. En estos casos con un psicólogo o un psiquiatra. Esta condición puede abordarse de muchas formas, la más frecuente es la psicoterapia, acompañada con cambios en el estilo de vida.
2. Estrés crónico
El estrés es una reacción natural del cuerpo ante determinadas amenazas. Sin embargo, cuando se produce de forma crónica, su impacto sobre la salud y el bienestar no es bueno. Enfermarse muy seguido, puede ser señal de estar sometidos a demasiado estrés sin el control necesario.
El estrés afecta las funciones del sistema inmunitario, altera el sistema nervioso y compromete la salud cardíaca. Incluso, cuando se sale de control, se asocia a otras dolencias como las cefaleas y dolor lumbar. Otras señales de enfermedad vinculadas al estrés son:
- falta de energía o fatiga
- problemas digestivos, como diarrea, náuseas y calambres
- insomnio y dificultades para dormir
- infecciones frecuentes, como gripe, resfriados y problemas urinarios
¿Cuándo consultar al médico?
Tanto los médicos como los psicólogos pueden ayudar a elaborar estrategias para mitigar los efectos del estrés. El tratamiento puede centrarse en la causa subyacente del estrés y en la propia enfermedad derivada. Por eso, puede incluir:
- terapia psicológica
- medicamentos
- cambios en el estilo de vida
3. Problemas inmunitarios
Los problemas que afectan al sistema inmunitario pueden hacer que te enfermes más seguido de gripe, resfriados u otras infecciones respiratorias que cursen con tos, asi como infecciones en la orina. Ocurre porque los mecanismos de defensa del organismo no responden de manera adecuada contra los gérmenes que producen estas enfermedades.
Incluso, los trastornos del sistema inmunitario también están implicados en un mayor riesgo de enfermedades cardíacas, metabólicas y crónicas.
Las personas con un sistema inmunitario débil pueden experimentar:
- cuadros de gripe y resfriado frecuentes (con dolor de garganta, fiebre, congestión, tos, dificultades para respirar, etcétera)
- bronquitis y asma
- problemas digestivos, como estreñimiento o diarrea
- dolores articulares
- intolerancias alimentarias
- irritación, comezón y erupciones en la piel
¿Cuándo consultar al médico?
Siempre que se presenten señales de un sistema inmunitario débil hay que consultar con un profesional. El médico debe saber si los síntomas de enfermedad se dan a menudo para empezar a realizar un diagnóstico. En función de las manifestaciones clínicas, se harán unas pruebas de diagnóstico u otras. Asimismo, esto determinará el tratamiento.
4. Anemia
La anemia es una enfermedad en la que hay baja concentración de hemoglobina, una proteína de los glóbulos rojos cuya función es facilitar el transporte del oxígeno a los tejidos. La deficiencia de hierro y vitamina B12, el embarazo y algunas enfermedades crónicas pueden desencadenarla.
Cuando se desarrolla, es normal sentirse enfermo con frecuencia, pues aumenta la sensación de cansancio, las dificultades para respirar, los problemas de concentración y mareos. Incluso, la piel empieza a verse más pálida y las ojeras son más notorias.
¿Cuándo consultar al médico?
En un principio, muchos pasan por alto los síntomas de la anemia, porque piensan que es algo puntual y pasajero. No obstante, ante sus primeras manifestaciones es importante consultar para no retrasar el tratamiento. Dependiendo de su causa, el médico puede sugerir ajustes en la dieta y recetarte suplementos de hierro o medicamentos.
5. Higiene deficiente
El lavado de manos es un hábito fundamental si quieres evitar enfermarte muy seguido, ya que en ellas encontramos bacterias y virus que pueden comprometer la salud. Mientras más te laves las manos, menor es el riesgo de enfermedades. No se debe dejar a un lado la importancia de una buena salud bucal para prevenir enfermedades recurrentes, y de la higiene corporal diaria para mejorar la calidad de vida.
6. Mala alimentación
La alimentación deficiente es otra de las causas por las cuales te enfermas todo el tiempo. Una dieta equilibrada tiene la capacidad de modular la función inmunitaria, de manera que los malos hábitos alimenticios pueden debilitar la capacidad de tu cuerpo para defenderte.
Por otro lado, los alimentos pueden ser un vector de patógenos que causan problemas de salud, por ello, no cocinar o lavar bien los alimentos, puede ser un potenciador de enfermedades recurrentes.
¿Cuándo consultar con un médico?
Incluye un régimen alimentario equilibrado que integre de manera proporcional tanto a los macronutrientes, como a los micronutrientes. También puedes consultar con un nutricionista, el cual puede diseñar un plan específico de acuerdo con tu edad, peso, sexo y tus requerimientos diarios en función de tu actividad física.
7. Falta de sueño
La mala calidad del sueño puede ocasionar problemas en la salud a corto y largo plazo. Esto puede aumentar el riesgo de presentar de forma inmediata, dolor somático, angustia emocional, trastornos del estado de ánimo y déficits del rendimiento.
A largo plazo, la falta de sueño puede favorecer el desarrollo de hipertensión, dislipidemia, enfermedad cardiovascular, síndrome metabólico y diabetes tipo 2.
¿Cuándo consultar con un médico?
Lo ideal es que implementes hábitos para mejorar tu higiene del sueño. Por ejemplo, acondicionar tu habitación, evitar el uso de dispositivos electrónicos, no cenar tarde y mantener un horario estricto para ir a la cama y despertarte.
Si los problemas persisten, luego de un par de semanas de hacer estos cambios, consulta con un profesional. No te automediques, ya que los fármacos para dormir mejor no se deben tomar de forma regular.
8. Predisposición genética o anatómica
Enfermarse muy seguido puede ser independiente a los malos hábitos de vida. Algunas personas están predispuestas en su genética a ser más susceptibles a la gripe. Otras, en cambio, sufren de una condición conocida como leucopenia genética, donde los glóbulos blancos que se encargan de luchar contra las infecciones se mantienen bajos en sangre.
Asimismo, algunas malformaciones o condiciones anatómicas pueden influir en el desarrollo de ciertas enfermedades, tal es el caso del tabique nasal desviado que aumenta el riesgo de desarrollar infecciones sinusales.
¿Es normal enfermarse muy seguido de gripe y garganta?
Depende de la frecuencia objetiva de la enfermedad y de las características propias de la persona. En este sentido, la edad y el estilo de vida pueden marcar la diferencia en cuanto a la recurrencia de la gripe y el resfriado. Los niños y los adultos mayores son más propensos a sufrir varios episodios de gripes al año, así como personas que trabajan en hospitales o que están en contacto con gran cantidad de personas durante el día.
Ahora bien, existen otros factores que pueden influir en la recurrencia de la gripe, entre estos:
- Gripes o enfermedades tratadas de forma inadecuada.
- No guardar reposo.
- Autodiagnóstico y automedicación.
En todo caso, enfermarse varias veces al año de gripe u otras afecciones, a menudo es un síntoma de que algo no está bien. No siempre se relaciona con episodios crónicos o malignos, de manera que debes evitar atribuirlos sin antes acudir a una valoración médica.
¿Qué hacer para no enfermarse tan seguido?
Además de acudir con un especialista para un chequeo general, es importante adoptar hábitos saludables que disminuyan el riesgo de desarrollar infecciones como la gripe y otras enfermedades. Estas son algunas recomendaciones generales para lograrlo:
- Reduce el estrés: disminuir el estrés ayudará, no solo a reducir la frecuencia de resfriados y gripes, sino la resistencia a todo tipo de enfermedades. Practica ejercicios, haz yoga, natación, meditación, o cualquier otra actividad que te ayude a relajarte.
- Lávate las manos: Lavarse con frecuencia las manos con agua y jabón, o usar un desinfectante de manos a base de alcohol, disminuirá el riesgo de infecciones. Hazlo antes de cocinar, comer, luego de sonarse la nariz, toser, estornudar o ir al baño.
- Lleva una dieta balanceada: come abundante frutas y verduras ricas en vitamina C y otros nutrientes que fortalezcan el sistema inmune. Evita la comida ultraprocesada, las grasas y alimentos altos en azucares.
- Duerme lo suficiente: dormir al menos 7 horas ayudará a que el sistema inmunitario trabaje mejor, además, mejorará la concentración y disminuirá la fatiga que da sensación de enfermedad.
- Acude a chequeos médicos anuales: ante todo, las evaluaciones médicas periódicas serán clave para prevenir enfermedades o a detectarlas a tiempo.
Un problema multicausal
Como vimos, enfermarse muy seguido es una condición que obedece a muchas causas, por fortuna, gran parte de ellas son modificables. La deshidratación, fumar, la ingesta de drogas recreativas, beber agua que no se ha procesado correctamente y la falta de limpieza del hogar, son un ejemplo de esto.
No podemos dejar de señalar la ausencia de vacunas que luchan contra los patógenos endémicos o estacionales y la automedicación. En todo caso si te enfermas siempre de gripe y garganta, tos o de otras afecciones, no dudes en consultarlo con un profesional.
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