Megan Fox y su trastorno dismórfico corporal: ¿de qué se trata esta condición?

Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto

Escrito por Gabriela Matamoros

Última actualización: 14 febrero, 2024

La belleza de Megan Fox la ha llevado a ser reconocida como una de las mujeres más deslumbrantes del planeta. Sin embargo, ocultaba una lucha silenciosa. Durante una entrevista reveladora, la actriz estadounidense confesó que sufre trastorno dismórfico corporal.

Resulta difícil asimilar que alguien calificado como un sex symbol pueda experimentar esta condición. No obstante, su revelación nos recuerda que, incluso aquellos que parecen tenerlo todo, pueden llevar consigo una batalla invisible.

Nunca en toda mi vida he amado mi cuerpo, nunca jamás.

¿Qué es el trastorno dismórfico corporal?

De acuerdo con los especialistas de la Clínica Mayo, el trastorno dismórfico corporal es una enfermedad mental caracterizada por la obsesión constante con uno o varios defectos percibidos en la apariencia. Quienes lo padecen pueden pasar largas horas frente al espejo en busca de «tranquilidad».

Se preocupan por aspectos de su físico que, aunque pasan desapercibidos para los demás, para ellos son los mayores defectos. Esta distorsión de la percepción de la imagen corporal puede hacer que se vean con más peso del que realmente tienen.

En muchas ocasiones, las personas recurren a procedimientos estéticos con el objetivo de aumentar su autoestima y sentirse satisfechas con su apariencia. Sin embargo, ocurre lo contrario al final del proceso. Además, el trastorno dismórfico corporal puede llevar a evitar situaciones sociales, debido a la vergüenza y la ansiedad que provoca.

En el caso de Fox, la obsesión por su imagen comenzó en la niñez. Aunque creció en un entorno religioso en el que no cabían los comentarios sobre la apariencia de los demás, terminó siendo su peor jueza, criticándose de forma severa al compararse constantemente con otros.

Tengo dismorfia corporal: nunca me veo como me ven otras personas. Nunca hubo un punto en mi vida en el que amé mi cuerpo, nunca, nunca. Cuando era pequeña, esa era una obsesión que tenía. Y por qué tenía una conciencia de mi cuerpo tan joven, no estoy segura, y definitivamente no era ambiental, porque crecí en un ambiente muy religioso.

Síntomas y signos del trastorno dismórfico corporal

Una publicación realizada por Phillips y Stein informa que esta condición se origina, de manera habitual, durante la adolescencia. Y es más frecuente en mujeres.

Los signos y síntomas suelen presentarse de manera gradual o brusca. Entre los más comunes destacan los siguientes:

• Maquillarse o abusar de tratamientos estéticos para tratar de disimular los defectos percibidos.
• Creer que los demás prestan especial atención de manera negativa a la propia apariencia.
• Estar firmemente convencido de poseer un defecto que genera fealdad.
• Mirarse repetidamente en el espejo, arreglarse o rascarse la piel.
• Comparar constantemente la apariencia con la de los demás.
• Asearse excesivamente.
• Arrancarse el cabello.

Es posible que la persona que sufre trastorno dismórfico corporal se enfoque de manera excesiva en una o varias partes de su cuerpo, como el rostro (forma de la nariz, aspecto del cutis, arrugas, acné), el cabello, el tamaño de los senos o el tamaño de los músculos.

Tratamiento

A pesar de que se desconocen las causas precisas del trastorno dismórfico corporal, factores como los antecedentes familiares, las experiencias negativas y los patrones de pensamiento distorsionados pueden influir en su desarrollo. Por esta razón, es importante abordarlo desde un enfoque integral y personalizado.

Los profesionales de la salud mental han desarrollado enfoques terapéuticos para ayudar a las personas con el trastorno a superar las preocupaciones excesivas y a desarrollar una relación más saludable con su apariencia:

• Terapia cognitivo-conductual: esta forma de psicoterapia ofrece una vía para que las personas puedan reconocer sus creencias limitantes, cuestionarlas o desafiarlas si generan malestar. Además, aprenden que es posible cambiar su perspectiva sobre su cuerpo.
• Medicación: los medicamentos conocidos como inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) se utilizan como tratamiento para la dismorfia corporal. Estos fármacos ayudan a regular la función de la serotonina en el cerebro, lo que puede disminuir la angustia.

Lo que más quiero que la gente sepa es que soy un alma genuina que espera pertenecer realmente a algo y no tener que vivir siempre como una paria incomprendida.

Un diagnóstico oportuno es clave para superar el trastorno dismórfico corporal

Megan Fox ha desafiado los estereotipos al revelar su lucha contra el trastorno dismórfico corporal. Su historia nos recuerda que la apariencia externa no garantiza una imagen positiva de uno mismo.

Sin embargo, prestar atención desde la adolescencia puede marcar la diferencia. En caso de identificar esta condición, un tratamiento oportuno mejora la calidad de vida.

Con su testimonio, la actriz motiva a las personas que padecen dismorfia corporal a buscar la aceptación y el amor propio. Es un llamado a desafiar los estándares de belleza impuestos.

Imagen principal de REUTERS/Mario Anzuoni.