¿Qué es el miedo, qué provoca en el cuerpo y para qué sirve?

El temor nos pone en estado de alerta y nos ayuda a prepararnos ante el peligro. Descubre cómo esta sensación es útil en nuestras vidas y qué efectos tiene en nuestro cerebro.

Revisado y aprobado por la psicóloga Leticia Martín Enjuto.

Escrito por Carlos Bastidas

Última actualización: 14 febrero, 2024

El miedo es una de las sensaciones más complejas que podemos experimentar, es más fácil explicar a qué le tememos que describir al temor en sí mismo. Pero, ¿qué es el miedo? Es una sensación que experimentamos cuando percibimos una amenaza, y que puede manifestarse de distintas formas en nuestro cuerpo.

Esta sensación desagradable juega un papel crucial en nuestra supervivencia y experiencia diaria. En este artículo exploraremos la compleja respuesta emocional frente a este sentimiento y sus distintas manifestaciones. Además, descubriremos los cambios que puede ocasionar en nuestro cuerpo y cómo podemos usarlos a nuestro favor.

¿Qué es el miedo? ¿Instinto o emoción?

Nuestros ancestros evolucionaron con el miedo— a tal punto— de que se podría considerar como instintivo, pero no es un instinto, sino una emoción. También lo experimentan algunos animales, ya que sirve para reaccionar y escapar de situaciones peligrosas.

El miedo es una reacción ante la percepción de peligro, amenaza o riesgo, sea real o imaginario. Además, de ser una herramienta necesaria para la supervivencia de algunas especies. Sin la noción del peligro, no sería posible la sensación de «seguridad», de nuestra sociedad actual.

¿Cómo se manifiesta el miedo?

Desencadena una serie de distintas reacciones, desde respuestas fisiológicas hasta expresiones corporales. Puede llegar a paralizarnos o también causarnos un ataque de pánico.

El miedo puede pasar desapercibido, incluso podemos entrar en un estado de negación y resistirnos a experimentarla, pero es importante reconocerlo para poder resolver la situación que nos aterra. Sin embargo, además de esta situación, nuestro cuerpo experimenta una serie de sensaciones al ser expuestos al miedo, tales como:

• Palidez de la piel.
• Dilatación las pupilas.
• Producción de sudoración.
• Aceleración de la respiración.
• Aumento de la presión cardiaca.
• Disminución la temperatura corporal.
• Genera una sensación de malestar y preocupación.
• Cambia nuestra expresión facial: contrae y desciende las cejas, separa los labios, alarga la comisura de los labios.
• Desencadena conductas defensivas: como inmovilizarnos, volvernos agresivos y llegar a amenazar a otras personas.

¿Qué ocurre en el cerebro cuando tienes miedo?

El cerebro desempeña un papel crucial en la experiencia de esta sensación. Los circuitos cerebrales generan sustancias químicas que contribuyen a la respuesta frente al temor. La amígdala cuantifica la emoción y desencadena la liberación de hormonas de estrés. En estas situaciones, nuestro cerebro puede aprender más rápido, gracias al impacto de los estímulos hormonales en nuestra memoria.

Incluso, estudios han demostrado que algunos animales, pueden aprender a cómo prepararse y estar listos para un próximo encuentro con el peligro, después de una experiencia aterradora o frente alguna amenaza. Por otro lado, a diferencias de los animales, el cerebro humano puede distinguir entre el miedo real y situaciones simuladas, permitiendo que experimentemos temor sin sentir terror genuino.

Efectos el miedo

El temor en exceso puede causar patologías psicológicas como fobias, trastornos obsesivos compulsivos, ataques de pánico y síndrome de estrés postraumático. Puede ser una herramienta útil para evitar peligros, pero su exceso es una barrera que limita nuestra vida cotidiana. Además, tiene otro tipo de repercusiones en nuestra psiquis, como:

Desorden de ansiedad

La ansiedad es una respuesta de nuestro cerebro a diversas situaciones de estrés. Se puede evidenciar de manera física, psicológica o social. Es provechoso identificar la ansiedad, para poder gestionar los sentimientos y controlar el miedo que la causa.

En nuestro día a día es difícil evadir la ansiedad que ocasiona el miedo, pero tampoco es bueno vivir constantemente afligidos. Es muy importante que saquemos provecho de esta experiencia y a pesar de que sea negativa, te recomendamos estos trucos para que superes el miedo y la ansiedad.

Fobia

Es el miedo irracional que tiene una persona a algo o alguna situación en específico y que provo que sintamos ansiedad. Existen distintos tipos de fobias, como por ejemplo:

• Megalofobia: es el miedo a los objetos excesivamente grandes. Causa que estos sean percibidos más grandes de lo que son, llegando a crear una distorsión de la realidad que atemoriza a las personas que padecen esta fobia.
• Gelotofobia: es el miedo a ser objeto de burla o que hagan mofa de ti, es una de las mayores fobias sociales. La persona que padece gelotofobia cree que, constantemente, será vista como un chiste.
• Claustrofobia: es el temor a los lugares cerrados o al hecho de no poder salir de ellos. Es una fobia muy popular, pero también es muy evitada.
• Obesofobia: es la aversión a engordar. Esta fobia se considera muy grave, porque afecta los hábitos alimenticios, de quienes la padecen.
• Ablutofobia: pavor a bañarse o a ser rociado con agua. Es una condición muy particular, pero también muy peligrosa, deja al individuo en un punto delicado de salud, tanto física como psicológicamente.
• Escopofobia: es el temor a ser observado. Una de las fobias más difíciles de reconocer, pues suele ser confundida con la timidez.

Estrés postraumático

El estrés postraumático se conoce como el periodo que atraviesa una persona después de vivir una experiencia traumática. Exponernos de manera prolongada a situaciones aterradoras puede causarnos este desorden.

Durante esta fase el individuo se encuentra inundado en una ola de pensamientos constantes, rememoraciones y angustias que los sobrecargan. Esto desgasta a la persona de manera significativa, la deteriora de forma física y psicológica.

Un regalo de la evolución

El miedo es una respuesta emocional compleja arraigada a la naturaleza de las emociones humanas y a nuestros instintos más antiguos. Sus funciones primordiales son la alerta y la protección, las cuales son esenciales para la supervivencia, porque aumentan nuestra atención y mejoran nuestra percepción del peligro.

Entender cómo funciona nos proporciona una visión integral de esta emoción y nos permite apreciar su papel positivo y negativo en nuestro día a día.

Aunque puede ser valioso, debemos aprender a manejar los efectos del miedo en nosotros para que no nos dominen. Así, en situaciones peligrosas lograremos alejarnos del pánico y responder de manera segura.