Logo image
Logo image

La modelo Jennifer Barlow perdió una pierna por una infección conocida como fascitis necrotizante

5 minutos
Tras unas vacaciones en Bahamas, Jennifer Barlow contrajo una infección que puso en riesgo su vida. La única opción médica para salvarla fue la amputación de su pierna derecha.
La modelo Jennifer Barlow perdió una pierna por una infección conocida como fascitis necrotizante
Leonardo Biolatto

Escrito y verificado por el médico Leonardo Biolatto

Última actualización: 31 agosto, 2023

En uno de esos giros inesperados de la vida, la modelo y veterana del ejército de Estados Unidos, Jennifer Barlow, fue amputada de una pierna. Mientras pasaba sus vacaciones en las Bahamas, una bacteria se asentó bajo su piel por una pequeña herida y la llevó a un cuadro de sepsis, con potencial riesgo mortal.

Lo que pareció un corte menor tras depilarse, en un principio, culminó con su estancia en terapia intensiva y con la pérdida de una extremidad. Ahora, tras cinco meses de ausencia de las redes sociales, realizó una publicación para narrar lo sucedido y pedir ayuda económica, ya que los costos de sus tratamientos fueron y seguirán siendo elevados.

La historia de la infección que sufrió Jennifer Barlow

En enero, con 33 años, Jennifer Barlow pasó unas vacaciones en las Islas Bahamas. Llegó allí con un estado de salud óptimo y hasta siguiendo una rutina de ejercicios regulares, puesto que mantenía su figura por su trabajo.

Finalizadas las vacaciones, regresó a Atlanta, donde reside. Barlow comenzó a sentirse mal a los pocos días.

Algunos síntomas vagos se convirtieron en debilidad extrema. A tal punto, que tuvo que pasar cuatro días completos en cama, sin poder levantarse.

Al mismo tiempo, notó que su rodilla derecha comenzaba a hincharse, enrojecerse y calentarse de manera exagerada. Según sus relatos, el tamaño de la rodilla derecha llegó a ser tres veces el de la izquierda, acompañado de un dolor insoportable.

Preocupada por su salud, Barlow buscó atención médica en una sala de emergencias local. Sin embargo, el diagnóstico inicial no fue el correcto. En el lugar le dijeron que tenía esguince de rodilla. Le entregaron muletas y prescribieron medicamentos para el dolor. Pero al no recibir antibióticos, la infección que padecía tuvo vía libre.

Una infección «comecarnes»

El giro crítico de la historia llegó cuando Jennifer Barlow se desmayó en su casa, tras aquel diagnóstico de esguince. Fue encontrada por su hermano en el suelo de la cocina, inconsciente. De allí la trasladaron al Centro Médico Joseph Maxwell Cleland de Atlanta.

Al realizarle exámenes complementarios, los médicos se encontraron con una paciente con sepsis grave y una infección necrotizante en la pierna. En concreto, padecía una presentación clínica que se atribuye a «bacterias comecarnes».

Se trata de microorganismos que, al invadir debajo de la piel, provocan una pérdida de tejidos por el rápido avance de la infección. El cuerpo no logra cicatrizar con velocidad y tanto las bacterias como las toxinas que generan pasan a la sangre. Una vez se distribuyen por el organismo, conllevan un fallo de múltiples órganos, incluidos los que son vitales.

En este punto, la vida de Jennifer Barlow estaba en peligro. Fue internada en cuidados intensivos y se tuvo que decidir una medida extrema: amputar la pierna infectada. Era la única vía para detener la propagación de la infección y evitar la muerte, ya que los antibióticos no harían efecto a tiempo.

Según la Dra. Tamra McKenzie-Johnson, una de las cirujanas involucradas en su tratamiento, Barlow estaba en shock séptico. Es la complicación más severa de la sepsis. Sus riñones fallaron y el hígado también. Para mantener su presión arterial y la respiración, requirió asistencia ventilatoria mecánica.

El diagnóstico certero fue de fascitis necrotizante.

¿Qué es la fascitis necrotizante?

La fascitis necrotizante es una infección rara, poco frecuente, pero potencialmente mortal. Afecta al tejido subcutáneo, es decir, el que se encuentra debajo de la piel y rodea los músculos, nervios y vasos sanguíneos.

Es causada por bacterias; en general, de los géneros Streptococcus y Staphylococcus. De todas formas, en el caso de Jennifer Barlow, se sospecha también del Vibrio vulnificus. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), se trata de un microorganismo tendiente a colonizar heridas de la piel a través del contacto del paciente con aguas costeras.

Sobre Barlow no hay todavía una identificación concreta de la bacteria responsable. De todos modos, cualquiera de ellas, una vez dentro del cuerpo, se multiplica con velocidad y libera toxinas que dañan el tejido circundante.

Los síntomas pueden incluir lo siguiente:

  • Fiebre.
  • Hinchazón.
  • Debilidad generalizada.
  • Enrojecimiento de la piel.
  • Dolor intenso en el área afectada.

A medida que la infección progresa, pueden aparecer ampollas llenas de líquido oscuro y la piel puede volverse pálida o morada. De acuerdo con las descripciones clínicas publicadas, no es infrecuente que las bacterias produzcan gas, que queda atrapado bajo la piel y contribuye a la mayor destrucción y deformidad de la zona.

El tratamiento implica cirugía para eliminar el tejido infectado y, en algunos casos, la amputación. También se indican antibióticos intravenosos de amplio espectro, como indica un artículo de la revista Infectious Diseases.

¿Qué le espera a Jennifer Barlow?

Después de estar en coma inducido por 10 días y atravesar más de una docena de cirugías, Barlow despertó.

Ahora, el desafío por delante es vivir con la amputación de su pierna derecha y conseguir una prótesis que mejore su calidad de vida. Desde mayo de este año, cuando regresó a su hogar, intenta llevar una rutina normal en silla de ruedas. No obstante, no pierde las esperanzas de encontrar y costear una prótesis que la ayude.

Hay muchísimas innovaciones y tecnologías para las prótesis. Estoy muy abierta a conectarme con alguien que pueda ayudarme.

Jennifer Barlow

A pesar de las dificultades, la modelo y veterana del ejército se ha convertido en un ejemplo de lucha y resiliencia. Ha lanzado una campaña de GoFundMe para recaudar dinero que cubra sus gastos médicos y la prótesis.

Dado que la fascitis necrotizante es una enfermedad con potencial letal, es clave buscar atención médica inmediata si se sospecha su presencia, como proponen los artículos científicos sobre el tema. El ejemplo de Jennifer Barlow es más que suficiente para que no se subestimen los síntomas que son indicativos de una infección en la piel. Sobre todo, si la progresión es rápida y se acompaña de muchos otros síntomas.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • Chen, L. L., Fasolka, B., & Treacy, C. (2020). Necrotizing fasciitis: A comprehensive review. Nursing50(9), 34. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC8828282/
  • Ferrer Lozano, Y., & Morejón Trofimova, Y. (2018). Fascitis necrosante. Actualización del tema. Medisur16(6), 920-929.http://scielo.sld.cu/scielo.php?pid=S1727-897X2018000600015&script=sci_arttext
  • Leiblein, M., Marzi, I., Sander, A. L., Barker, J. H., Ebert, F., & Frank, J. (2018). Necrotizing fasciitis: treatment concepts and clinical results. European Journal of Trauma and Emergency Surgery44, 279-290. https://link.springer.com/article/10.1007/s00068-017-0792-8
  • Nordqvist, G., Walldén, A., Brorson, H., & Tham, J. (2015). Ten years of treating necrotizing fasciitis. Infectious Diseases47(5), 319-325. https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.3109/00365548.2014.993420
  • Wallace, H. A., & Perera, T. B. (2017). Necrotizing fasciitis. https://europepmc.org/books/nbk430756

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.