No encuentro a esa persona especial

No debemos centrar nuestra vida en encontrar a esa persona especial. Las cosas suceden, y si no aparece, quizá sea porque nuestra felicidad se encuentre en nosotros mismos

No encuentro a esa persona especial y eso me frustra. A veces, siento que soy merecedor de tenerla; otras, creo que no hay nadie para mí.

A pesar de que somos conscientes de que para ser felices no es necesario tener pareja, en nuestro interior algo nos empuja a conseguir esta meta.

¿Qué hacer si no encuentro a esa persona especial?

Quizás sea la sociedad que continuamente nos impulsa a todos a caminar por el mismo sendero. Sin embargo, puede que haya otro tipo de cuestiones que tengamos que solucionar.

Comprueba que no te estás aislando

Tu imposibilidad por encontrar a esa persona especial que tanto esperas puede deberse a que tú mismo, sin darte cuenta, te aíslas y evitas que se pueda producir esa situación.

Esto es muy habitual en los casos de depresión, en los cuales nos sumergimos en nuestra rutina diaria, aplazamos salidas con los amigos (que al final nunca llegan a producirse) y evitamos conocer a gente nueva.

También, el aislamiento puede ser una consecuencia de experiencias negativas previas que han provocado en ti un miedo atroz a conocer a alguien que te pueda volver a hacer daño.

Tienes sentimientos encontrados. Estás en un quiero y no puedo.

Al no conocer a gente nueva y tener deseos de hacerlo, nos sumimos en un bucle de tristeza y desesperanza que solo nos volverá aún más huraños.

Descubre los motivos por los que te aíslas. A lo mejor, estás intentando reencontrarte con tu soledad y disfrutarla. En este caso no es nada negativo.

Sin embargo, en los casos anteriores, es posible que necesitemos una mano amiga que nos de un empujón para salir de una situación en la que estamos acorralados y bloqueados.

¿Tienes expectativas demasiado altas?

Otro de los motivos por los que esa persona especial no aparece en tu vida puede ser porque tienes elevadas expectativas con respecto a ella y vuestra relación.

Las cosas no son como parecen y nunca una relación de pareja será igual a otra. Ahí reside lo bonito de cada vínculo. Es único.

Estas expectativas elevadas nos llevan, a veces, a idealizar en un principio a la persona que tenemos a nuestro lado. Una actitud muy poco recomendable.

Con esto, no solo nos terminaremos decepcionando, sino que, con el tiempo, abriremos los ojos y seremos incapaces de continuar con la relación.

Echarle la culpa al otro no será algo correcto. En realidad, tú te has generado esas expectativas, muchas de ellas irreales.

Sé tolerante, abierto y no lleves en tu cabeza creencias férreas sobre esa persona especial.

Cuidado con la presión social

Esta es la parte en la que la sociedad nos empuja de una manera muy fuerte a hacer lo que, tal vez, no queremos.

Piensa en todas esas mujeres que sienten una ansiedad tremenda por el paso de los años y cómo se van reduciendo sus posibilidades de concebir. Quizás, sin deseos realmente de ser madres.

Cuando no encontramos a esa persona especial, es importante pararnos a pensar, porque a lo mejor es que no queremos encontrarla.

¿Por qué seguimos pensando que por estar solos somos raros? ¿Por qué al tener cierta edad si no tienes pareja te empiezan a juzgar y cuestionar?

Hay muchas creencias anticuadas que aún están vigentes hoy en día bajo una modernidad que muchos aún no se creen.

Es importante no dejarnos arrastrar por la presión social, mirar hacia nuestro interior y descubrir qué es lo que queremos.

No importa si no has encontrado a esa persona especial. Esto no se busca, sucede. Cuando más busques, menos encontrarás.

Así que si quieres que llegue el día en que te puedas enamorar de alguien, tan solo espera. Sé paciente.

También, puedes analizar cómo es tu forma de querer. Hoy en día existen diferentes tipos de relaciones alejadas de la tradicional como el poliamor.

Tal vez, no encuentras a tu persona especial porque tu relación prototipo no va contigo.

Estar solo no es negativo. Disfruta de tu vida sin pareja y si esta aparece ¡bienvenida sea! Pero no te obceques con ello. Sé feliz por ti mismo.