Organización y distribución de un quirófano
Revisado y aprobado por el biotecnólogo Alejandro Duarte
El quirófano es una sala en la que se llevan a cabo intervenciones que requieren, por parte del personal sanitario, un alto nivel técnico. La organización y distribución del quirófano debe estar planteada de forma que se asegure la mayor prevención de las infecciones.
Aunque pueda parecer evidente, no está de más recordar que el quirófano también es el centro de actividad de la mayoría de las estructuras hospitalarias. ¿Lo sabías? Además, un gran volumen de personal trabaja en esta área para su correcto funcionamiento, lo que supone un gran coste financiero. ¿Te interesa saber más al respecto? En ese caso, no dejes de leer todo lo que vamos a comentarte a continuación.
Distribución del área de quirófanos
La distribución de las zonas del quirófano se pueden clasificar de la siguiente manera, según la circulación de personas y las condiciones de asepsia requeridas:
- No restringidas o negras: son las zonas en las que se puede circular libremente, tanto pacientes como personal del hospital. Estas zonas comprenden las oficinas, los puestos de control, el cuarto séptico, el cuarto para la ropa sucia, el área de descanso y pasillo no externo.
- De transferencia: están destinadas a la recepción de material y equipo, vestidores para el personal, transferencia de pacientes en camilla y baños. Debe tener un tapete impregnado de solución antiséptica para garantizar la descontaminación y la prevención de infecciones.
- Semirrestringidas o grises: aquí, el personal debe estar vestido de manera adecuada y es donde se encuentra el material limpio.
- Restringidas o blancos: son las zonas que están destinadas exclusivamente a las operaciones. En ellas solo puede entrar el personal que participa directamente en el acto quirúrgico. El personal autorizado debe portar el uniforme quirúrgico, gorro, mascarilla, bata quirúrgica y guantes.
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Sala de operaciones
Las salas de operaciones requieren de instalaciones especiales de iluminación, sistema de aire comprimido, instalación de oxígeno y gases anestésicos, así como instalaciones eléctricas y electrónicas. Todo ello con el objetivo de crear un ambiente adecuado -en términos de salubridad y seguridad- para el tipo de procedimientos que deben llevarse a cabo allí.
La superficie de la sala de operaciones debe constar de aproximadamente 30 metros cuadrados y 2,75 metros de altura. Sin embargo, en las salas en las que se llevan a cabo cirugías generales, de ortopedia, neurocirugía y cirugías cardiovascuales, se recomienda que la altura aumente hasta 36 metros cuadrados.
En cuanto a la forma de estas salas, suele ser rectangular y la planta física debe estar diseñada de manera que se garantice una prevención de infecciones y accidentes, además de brindar seguridad y confort a todos los miembros de la sala.
La configuración espacial de la sala de operaciones también da pautas sobre cómo debe ser la entrada y salada del sitio, cómo moverse dentro, etc.
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Equipo de la sala de operaciones
Todo quirófano suele tener entre sus equipos una mesa para cirugía, una mesa de mayo y de media luna, mesas auxiliares, baldes y recipientes, porta bolsas de ropa y de residuos, máquina para anestesia, lámpara cielítica, electro bisturí, desfibrilador, asientos, tarimas y escaleras, entre otros equipos.
Las mesas de operaciones tienen una superficie elevada que soporta el cuerpo del paciente durante los procedimientos quirúrgicos. Con esta superficie se estabiliza al paciente, lo que permite exponer de forma óptima la zona que se va a operar. Hoy en día, ya se dispone de mesas eléctricas controladas por control remoto.
Las mesas de mayo son un accesorio de altura variable. Tienen una barra de soporte apoyada en una base. Se utilizan para colocar los instrumentos quirúrgicos que se van a utilizar durante el proceso de la intervención. Estos instrumentos pueden ser:
- Bisturíes.
- Tijeras.
- Disección.
- Pinzas de hemostasia.
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Puertas, paredes y techos del quirófano
Las puertas ideales de un quirófano son las corredizas, ya que eliminan las corrientes de aire provocadas por las puertas giratorias. Adicionalmente, las puertas corredizas no deben quedar dentro de la pared. Por lo general, son de tipo voladero de 25 x 25 centímetros y de ancho 1,5 metro.
En cuanto a las paredes y las puertas, deben ser ignífugas y estar recubiertas con material impermeable e inalterable. Los techos son lisos y, al igual que las paredes y las puertas, tienen que ser de material inalterable y, además, absorbente del sonido.
Por otra parte, los quirófanos deben estar desprovistos de ventanas al exterior y, en el caso de que las tuviese, deberán estar selladas herméticamente.
Presión, humedad y temperatura
El aire debe ser expulsado desde los quirófanos hacia las zonas no estériles con el fin de eliminar las partículas flotantes y disminuir la contaminación de la sala. Para conseguirlo, la presión en el quirófano debe ser mayor que en las otras salas.
Para controlar la temperatura y la humedad, se utilizan sensores de ambiente que mandan una señal a los reguladores y estos, a su vez, controlan las etapas de producción de calor y frío. Por lo tanto, tanto la temperatura como la humedad se regulan automáticamente. La humedad relativa debe ser del 55 % y la temperatura se debe conservar entre 18 y 24 ºC.
Como hemos podido ver, la prioridad es garantizar un espacio adecuado para atender al paciente que ingresa, pero también garantizar el buen funcionamiento (y mantenimiento) de los materiales médicos.
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