Osteofitos: qué son, síntomas y tratamientos
Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina
Las enfermedades óseas afectan a millones de personas en todo el mundo. Muchas son resultado de la degeneración y el daño de las superficies articulares, siendo comunes en pacientes de edad avanzada. ¿Te interesa conocer más acerca de los osteofitos? A continuación te contamos todos los detalles.
Los osteofitos también son denominados espolones óseos o picos de loro. Se trata de excrecencias o protuberancias óseas que se forman en los bordes de los huesos, sobre todo a nivel de las articulaciones. Estudios los definen como la hiperostosis en el sitio de anclaje de las fibras de Sharpey, siendo más frecuentes en la columna vertebral.
Estas protuberancias óseas son originadas por una variedad de enfermedades diferentes, siendo la osteoartritis la principal causa. Los osteofitos pueden ser identificados en estudios radiográficos, aunque suelen pasar desapercibidos durante años.
Síntomas comunes
La presencia de osteofitos en los huesos se define como osteofitosis. Generan una imagen radiográfica triangular en forma de gancho o pico de ave en los extremos óseos, con una trayectoria primero horizontal y luego vertical. Estas excrecencias no causan ningún tipo de síntomas o signos hasta cierto momento.
Con el paso de los años, los osteofitos se acentúan y pueden originar síntomas en la columna vertebral, la cadera y las rodillas. Las manifestaciones más comunes incluyen a las siguientes:
- Hormigueo y entumecimiento en brazos y piernas.
- Dolor al extender y flexionar las articulaciones.
- Limitación del rango de movimiento.
- Rigidez articular.
La presencia de dolor intenso que asemeja a una descarga eléctrica durante el movimiento, podría indicar la compresión de la médula espinal. Estos síntomas pueden acompañarse de otras manifestaciones, como el edema óseo.
¿Por qué se producen los osteofitos?
Como ya mencionamos, la causa más común de los osteofitos es la osteoartritis. Esta es una enfermedad crónica y degenerativa del cartílago articular que se acompaña de proliferación del hueso subcondral. En este sentido, las protuberancias son resultado de un intento del organismo por reparar la superficie ósea dañada.
Investigaciones afirman que los estímulos mecánicos sobre las articulaciones dañadas se transcriben en estímulos bioquímicos mediados por factores de crecimiento, como el TGFβ y los BMP2, induciendo la formación de osteofitos. En general, las vértebras son las más susceptibles.
De igual forma, la espondilosis deformante es otra de las causas más habituales de osteofitos. Además, estas excrecencias óseas pueden encontrarse en las siguientes afecciones:
- Hiperostosis esquelética difusa idiopática.
- Espondilitis anquilosante.
- Artropatía neuropática.
- Síndrome de Reiter.
- Artritis psoriásica.
- Traumatismos.
- Infecciones.
Diferencia entre un osteofito, un sindesmofito y una hernia de disco
Los osteofitos y los sindesmofitos son hallazgos radiográficos que pueden confundirse. No obstante, cuando hablamos de sindesmofitos nos referimos a la osificación de las fibras externas de los discos intervertebrales.
Estos son excrecencias óseas verticales, finas o gruesas, que se extienden de un cuerpo vertebral a otro. Pueden ser unilaterales o bilaterales y son típicos de la osificación de los tejidos paravertebrales en la espondilitis anquilosante y las enfermedades inflamatorias intestinales.
Por otro lado, los síntomas compresivos de los osteofitos pueden ser similares a los de las hernias de disco. Sin embargo, en la hernia de disco la compresión medular es producida por una protrusión del núcleo pulposo del disco intervertebral. Además, la sintomatología suele ser más intensa y causa mayor incapacidad.
Tratamiento médico
En la actualidad, los osteofitos no cuentan con una cura definitiva. No obstante, los médicos especialistas en reumatología pueden recomendar el uso de algunos medicamentos para aliviar los síntomas.
En general, se suelen indicar fármacos analgésicos y antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) para disminuir el dolor y las molestias articulares. Tal es el caso del ibuprofeno, el paracetamol, el naproxeno y el diclofenac.
En osteoartritis severa pueden ser necesarios los siguientes procedimientos:
- Inyecciones intraarticulares de corticosteroides.
- Inyección de ácido hialurónico.
- Remplazo articular.
- Realineación ósea.
De igual forma, la fisioterapia es una herramienta fundamental para aumentar la flexibilidad y reducir el dolor en las articulaciones.
¿Cómo evitar la formación de osteofitos?
Como comentamos en el artículo, los osteofitos son excrecencias óseas que son originadas por el desgaste de las articulaciones. A pesar de que no existe una cura, estos cambios se pueden frenar a través de pequeños cambios en el estilo de vida.
Para ello es recomendable mejorar la postura, hacer ejercicio moderado 2 a 3 veces a la semana, bajar de peso, mantener una alimentación saludable y evitar los deportes de alto impacto.
En la mayoría de los casos, esta afección es detectada en etapas avanzadas de la enfermedad, por lo que se aconseja acudir a consultas regulares con reumatólogos o traumatólogos, a partir de los 45 años, y en presencia de dolores de columna. El diagnóstico y el abordaje temprano determinan una mejor calidad de vida.
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