Ozonoterapia: todo lo que necesitas saber antes de usarla

Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto

Escrito por Daniela Echeverri Castro

Última actualización: 06 julio, 2023

La ozonoterapia, también llamada «terapia de ozono», es una práctica de la medicina alternativa que consiste en la administración de gas ozono para el tratamiento de varias enfermedades. Este gas incoloro está formado por tres átomos de oxígeno (O3) y se considera el oxidante natural más fuerte.

En su forma natural está presente en la atmósfera superior para proteger a la Tierra frente a la radiación ultravioleta (UV). No obstante, también hay una presentación médica que se compone del 1 al 5 % de ozono y del 95 al 99 % de oxígeno. Esta última se emplea para estimular el sistema inmunitario y combatir algunas afecciones.

Sin embargo, las evidencias aún son limitadas y su uso no está aprobado. ¿Qué debes saber al respecto?

¿Qué es la ozonoterapia?

Hay quienes se preguntan cómo un gas que está en la atmósfera terrestre puede utilizarse con fines medicinales. Pues bien, en la ozonoterapia se aplica un gas ozono que se produce a partir de fuentes de oxígeno de grado médico. Este, en particular, actúa mediante la modulación del sistema inmunitario y el control de la inflamación.

Tal y como lo expone una revisión divulgada en Journal of Natural Science, Biology and Medicine, podría ser útil en el tratamiento de las siguientes enfermedades:

• Artritis.
• Enfermedades virales, como el VIH.
• Patologías cardíacas.
• Degeneración macular.
• Infecciones orales.
• Cáncer.

Aun así, hay controversia sobre su uso como agente terapéutico, ya que se han observado efectos nocivos. De hecho, desde 2019, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) informó que el ozono es tóxico y sus aplicaciones médicas no están comprobadas. Por lo tanto, no puede ser empleado por los profesionales de la salud.

¿Cómo funciona la ozonoterapia y cuáles son sus beneficios?

Según lo detalla un estudio compartido en Saudi Journal of Biological Sciences, la ozonoterapia se ha empleado como método de desinfección de suministros médicos durante más de 100 años. Asimismo, se le han dado varios usos medicinales.

En concreto, se emplea para la desinfección de heridas cutáneas, la estimulación del sistema inmunitario y el control de los procesos inflamatorios del cuerpo. Incluso, se asocia con la modulación del estrés oxidativo y la prevención de enfermedades crónicas.

Una publicación en Medical Gas Research explica que cuando el ozono hace contacto con los fluidos corporales, se producen reacciones que conllevan a la formación de más proteínas y glóbulos rojos. Por lo tanto, el transporte de oxígeno también aumenta. De este modo, se suceden reacciones fisiológicas que mejoran el estado de salud.

Por su parte, un estudio divulgado en The Saudi Journal for Dental Research encontró que la terapia de ozono contribuye a inactivar la acción de varios tipos de bacterias, hongos, virus y levaduras, lo que explica su potencial contra las infecciones.

Posibles aplicaciones concretas

Por ahora, la ozonoterapia no es un tratamiento de primera elección a la hora de abordar las enfermedades. Los estudios discuten si su uso es seguro. De todos modos, se ha determinado que puede tener efectos positivos en algunos contextos.

1. Enfermedades respiratorias

Debido a su capacidad para incrementar el oxígeno en la sangre, la ozonoterapia se emplea para mejorar los síntomas de los trastornos respiratorios. Respecto a esto, un estudio en American Journal of Clinical and Experimental Medicine determinó que la inyección de ozono mezclada con sangre contribuye a mejorar la calidad de vida de los pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).

No obstante, también se ha observado que respirar ozono puede deteriorar la salud pulmonar, sobre todo en pacientes con enfermedades preexistentes. Así pues, antes de usar ozonoterapia con este tipo de fines se requieren más investigaciones.

2. Pie diabético

Se cree que la aplicación de ozonoterapia puede contribuir a la prevención de las complicaciones de la diabetes, como el pie diabético. En una investigación compartida en Journal of Cellular Physiology, la administración de gas ozono como terapia ayudó a cerrar la úlcera del pie diabético y redujo el riesgo de infección.

3. Infecciones

La evidencia sugiere que el ozono tiene potencial como agente antifúngico, antibacteriano y antiviral. Así las cosas, podría ser útil en el tratamiento de infecciones orales, cutáneas y respiratorias, por ejemplo. En cualquier caso, se requieren otros estudios para corroborar este efecto y su seguridad.

4. Sistema inmune

Uno de los efectos más destacados de la terapia de ozono tiene que ver con su actividad inmunomoduladora. Para ser más precisos, se ha observado que puede mejorar la respuesta del sistema inmunitario ante infecciones y enfermedades crónicas.

En un estudio compartido en 2018, el ozono mezclado con sangre, administrado en pacientes con VIH, fue útil para disminuir la carga viral durante un período de 2 años. Pese a esto, los investigadores señalan la necesidad de hacer más ensayos clínicos.

Otros posibles beneficios de la ozonoterapia

• Un estudio difundido a través de Medical Gas Research determinó que la ozonoterapia es beneficiosa para pacientes con osteoartritis de rodilla. En concreto, parece mejorar el rango de movimiento.
• Debido a su capacidad para estimular la oxigenación de la sangre y reducir la inflamación, coadyuva en el abordaje de la artritis y la hernia de disco.
• Podría disminuir el riesgo de enfermedad vascular periférica y de trastornos circulatorios.

Posibles efectos secundarios de la ozonoterapia

El uso de ozonoterapia resulta controversial debido a los informes sobre sus efectos perjudiciales. De hecho, su uso no está aprobado en países como Estados Unidos. La FDA informó que el ozono es un gas tóxico que no tiene beneficios comprobados como medicina preventiva o de apoyo.

Aunque algunos estudios hablan de sus posibles beneficios, es necesario indagar sobre su seguridad como agente terapéutico en humanos. Así las cosas, se asocia con los siguientes efectos secundarios:

• Embolia gaseosa.
• Infecciones de transmisión sanguínea.
• Pérdida del campo visual bilateral.
• Hinchazón de los vasos sanguíneos.
• Mayor riesgo de accidente cerebrovascular y problemas cardíacos.
• Ardor, tos, dolores de cabeza y náuseas (cuando se inhala).

Procedimientos relacionados

Para aplicar la ozonoterapia, el gas se emplea de varias formas. Puede ser como agua ozonizada, en una sauna de ozono o soplando el gas en el cuerpo. También se administra como infiltración intraarticular, tratamiento tópico y autohemoterapia.

En esta última se mezcla el ozono con una pequeña cantidad de sangre extraída y se vuelve a inyectar. No hay evidencias sobre la seguridad de esta intervención.

¿Qué hay que recordar sobre la ozonoterapia?

Aunque los beneficios de la ozonoterapia se consideran prometedores, no hay suficientes evidencias sobre su seguridad y eficacia. Por el contrario, entidades como la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) advierten de sus riesgos potenciales, sobre todo cuando no se aplica de forma adecuada.

Así pues, antes de considerarlo una opción de tratamiento, lo mejor es consultar al médico. Esto es importante en caso de enfermedades, dado que una intervención inapropiada puede derivar en complicaciones graves. ¡Tenlo en cuenta!