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Palpitaciones: a qué se deben, cómo tratarlas
Para prevenir las palpitaciones es muy importante eliminar el consumo de aquellos elementos que puedan influir en su aparición. Dos muy significativos son el tabaco y el alcohol, que tienden a acelerar las pulsaciones.

Las palpitaciones del corazón son muy comunes. Y aunque generalmente no se les presta atención, algunas personas las experimentan de forma desagradable y por ello se preocupan.
Sin embargo, experimentarlas no necesariamente implica que se tenga un problema de salud grave. De hecho, la sensación de los latidos acelerados no se suele deber a una enfermedad cardíaca. No obstante, hay que estar atentos. En este artículo, te contaremos más al respecto.
Recuerda que si experimentas palpitaciones con mucha frecuencia y otras molestias, debes consultar al médico para que te haga un chequeo. Así será posible determinar qué está ocurriendo y cómo darle un tratamiento adecuado.
¿Qué saber sobre las palpitaciones?
Como veníamos comentando a anteriormente, el hecho de sentir palpitaciones no siempre es malo, así lo confirman los doctores Thompson y Shea. Algunas personas las encuentran desagradables y alarmantes, pero rara vez indican un trastorno cardíaco potencialmente mortal. Muchas personas sin enfermedad cardíaca también tienen palpitaciones en momentos puntuales.
Por otra parte, los doctores comentan que, en ocasiones, las personas pueden sentir los latidos con más fuerza o rapidez de lo habitual y esto puede obedecer a diversas razones, entre ellas:
- Anemia.
- Fiebre.
- Ejercicio.
- Arritmias.
- Deshidratación.
- Hipotensión arterial.
También puede deberse a cuestiones tales como:
- Consumo excesivo de café.
- Consumo de drogas y alcohol.
- Ansiedad, estrés, miedo, entre otros estados emocionales intensos.
Hay que tener en cuenta que, en principio, las palpitaciones son una consecuencia de la liberación de la hormona adrenalina. Por esta razón, es normal que aparezcan ante una situación de miedo o de mucha emoción.
También es habitual que se desencadenen por un ataque de pánico o por la presencia de un peligro inminente. En algunas personas con hipertiroidismo, las palpitaciones son recurrentes.
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¿Son peligrosas las palpitaciones?
Las palpitaciones no son una señal riesgo para la salud si tienen lugar de vez en cuando, o en situaciones específicas, como al hacer ejercicio intenso, por ejemplo. Sin embargo, si se presentan con regularidad y cada vez molestan más, es hora de acudir al médico para un chequeo.
Es importante precisar la periodicidad de los episodios y detectar si van en aumento, cuándo constituyen un acontecimiento regular y no una excepción, etc.
Algunas de las molestias que pueden acompañar las palpitaciones son: mareos, náuseas, cansancio, sudor frío, debilidad, dificultad para respirar, sensación de falta de aire, sensación de que el corazón late muy fuerte, dolor en el pecho y, en casos más agudos, desmayo.
Si sientes como si el corazón “se saliese del pecho y subiese por la garganta” y que te duele el tórax, pide una cita con tu médico para ver qué puede estar pasando y salir de dudas.
¿Cómo evitar las palpitaciones?
Los buenos hábitos o la manera en la que se afrontan los problemas y las diversas situaciones de la vida pueden ayudar a minimizar las palpitaciones. Algunos de los consejos para reducirlas o prevenirlas son los siguientes:
- No fumar.
- Comer sano.
- Evitar los excesos.
- Dejar de beber alcohol.
- Moderar el consumo de café.
- Realizar ejercicio de baja intensidad a diario.
- Reducir los niveles de estrés o ansiedad mediante técnicas de relajación como el yoga, la meditación o la respiración profunda.
También sería conveniente:
- Analizar los medicamentos que se están consumiendo.
- Precisar antecedentes familiares de enfermedades cardíacas, hipertensión arterial o derrames.
¿Qué hacer ante un episodio de palpitaciones por estrés?
En el mismo instante en el que el ritmo cardíaco comience a ser irregular, tienes que sentarte y apoyar los pies en el suelo. El siguiente paso es respirar lento y profundo para que el abdomen se expanda cada vez que el aire ingrese a los pulmones. De esta forma, los latidos irán volviendo a la normalidad, poco a poco.
Desde luego, también se recomienda mantener la calma y no entrar en pánico. Otras técnicas útiles pueden ser las siguientes.
Maniobra de Valsalva
Consiste taparse la nariz, cerrar la boca y exhalar, aunque no puedas sacar el aire por ninguno de los dos sitios. Esto aumentará la presión en el tórax y permitirá que se reestablezca el ritmo cardíaco. Un artículo publicado en la revista SEMERGEN así lo corrobora.
Toser
Se cree que este procedimiento sirve para aumentar la presión en el pecho. A veces se emplea en personas con síntomas de preinfarto y hay quienes aseguran que es eficaz para reducir las palpitaciones. Sin embargo, este tipo de maniobras no son respaldadas por los médicos.
Beber agua fría
Quienes creen en la efectividad de esta técnica sostienen que al recibir agua fría el esófago ejerce una presión mayor sobre el corazón. También hay personas que mojan su rostro con agua helada. No se encontró ninguna evidencia científica de que estas acciones tengan alguna eficacia o inocuidad sobre las palpitaciones.
No olvides…
Antes de finalizar, vale la pena remarcar que las palpitaciones frecuentes siempre deberían ser analizadas por un médico, para que sea él quien determine las causas que las desencadenan y cuál es el tratamiento más adecuado.
Yamila Papa Pintor es una periodista especializada en deportes (Círculo de periodistas deportivos, 2006-2008). Entre los años 2010 y 2011 trabajó como periodista deportiva en “Argentinos Pasión”. Desde el año 2011 se desempeña en la redacción de artículos sobre distintas temáticas: salud, deportes, viajes, mascotas y recetas de cocina, entre ellas. Además, es locutora de radio y televisión, y una gran entusiasta por la vida natural. Es vegetariana y participante activa de una fundación encargada de plantar árboles en su país de origen, Argentina. En cuanto a idiomas, domina el inglés y el portugués, y tiene un nivel básico de árabe. Recientemente completó su formación con el curso de: "Introduction to Food and Health" (Universidad de Stanford, 2019)