Pie de naranja
3 minutos
En este caso necesitamos que la mantequilla esté fría para que al mezclarla con la harina atrape el gluten. Este le aportará elasticidad a la masa
Escrito por Equipo Editorial
Última actualización: 04 agosto, 2024
El pie de naranja, junto con la variación de manzana, es uno de los postres más conocidos en todo el mundo. Las opciones cítricas son muy apetecidas por aquellos que prefieren los sabores fuertes y marcados, así que te enseñamos cómo hacerlo prepararlo de manera fácil y sencilla.
Receta del delicioso Pie de naranja
Ingredientes
Para la masa
- 300 g de harina floja
- 70 g de mantequilla
- 1 huevo
- 25 g de azúcar
- 15 g de levadura
- 10 g cucharada de sal
Para el relleno
- 150 g de leche condensada
- 200 g de zumo de naranja
- 25 g de azúcar
- 100 g de zumo de limón
- 2 yemas de huevo
- Ralladura de piel de naranja
Utensilios
- Molde redondo de 20 centímetros
- Bol para revolver
- Film transparente
- Rodillo
Preparación
Para la masa
- Inicia preparando la masa para tu pie. En un bol hondo tamiza la harina y agrégale la mantequilla fría.
- Mezcla con los dedos hasta que obtengas una masa con la textura de galletas desmenuzadas.
- Tamiza en el mismo recipiente la sal, el azúcar y la levadura y mezcla nuevamente.
- Finaliza incorporando el huevo y amasa hasta que tengas una masa moldeable.
- Haz una bola con la masa y sella el bol con film transparente
- Déjalo reposar por una hora en la nevera.
- Pasado el tiempo de refrigeración retira la masa de la nevera y pártela en dos bolas, una más grande que la otra.
- Toma la más grande y amásala con el rodillo hasta que obtengas una lámina de medio centímetro de grosor.
- Enmanteca y enharina el molde.
- Cubre el fondo del molde con la lámina que acabas de crear con la masa.
- Precalienta el horno a 200 °C.
Para el relleno
- Mezcla en la licuadora la leche condensada con el zumo de naranja y el zumo de limón.
- Cuando tengas una mezcla homogénea, adiciona la ralladura de limón y las dos yemas.
El armado
- Vierte la mezcla sobre el molde.
- Con la bola de masa que has reservado, procede a hacer la rejilla.
- Estira la masa con el rodillo hasta que tengas una lámina de un centímetro de grosor.
- Corta la lámina en tiras largas de medio centímetro de ancho.
- Ubica sobre el molde una serie de tiras separadas por un centímetro las unas de las otras.
- Sobre ellas coloca otra serie de rejillas en sentido opuesto, si primero las pusiste a lo largo ahora debes hacerlo a lo ancho, hasta completar la rejilla.
- Sella los bordes externos junto a la masa al interior del molde con un tenedor.
- Espolvorea un poco de azúcar encima.
- Lleva tu molde al horno y déjalo durante 10 minutos a 200 °C.
- Pasado este tiempo baja la temperatura a 180 °C y hornea durante otros 25 minutos o hasta que la rejilla dore.
- Te podrás dar cuenta que el relleno se encuentra listo porque empezará a burbujear.
- Retira el pie del horno y deja que se enfríe por completo antes de desmoldar, de lo contrario perderá su forma.
- Una vez frío puedes proceder a consumir el pie de naranja acompañado de alguna o bebida, o puedes reservarlo en la nevera para que se conserve mejor.
Datos de interés
- La mantequilla debe estar en la nevera hasta unos segundos antes de usarse.
- Otro uso que le puedes dar a la masa quebrada es en la preparación de galletas.
- Al remover la harina con la mantequilla fría buscamos que esta atrape la mayor cantidad posible del gluten proveniente de la harina. El gluten aporta elasticidad a las masas, precisamente por eso intentamos aislarlo.
- Puedes pintar la rejilla con clara de huevo ayudándote con un pincel de cocina, al hornearse el pie este le dará un tono brillante y dorado.
- Los pie son postres muy versátiles, así que puedes probarlos con diferentes clases de rellenos para darle gran variedad a tu repertorio culinario.
Por último, esperamos que esta receta, de pie de naranja, sea de tu agrado y te animes a prepararla en casa para engreír a los más chicos. Estamos seguros que te lo agradecerán.
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.