Pie zambo: ¿qué lo causa y cómo se trata?
Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina
El pie zambo es el trastorno congénito más común de todos los que afectan a las piernas. Tiene que ver con una anomalía que lleva a que el pie se curve hacia abajo y hacia adentro. Esta afección presenta distintos niveles de severidad.
Al pie zambo también se le conoce como pie equino varo y algunos también lo llaman «talipes». En la mayoría de los casos este problema se puede corregir con el tratamiento adecuado, el cual en algunas ocasiones implica la realización de una cirugía.
¿Qué es el pie zambo?
El pie zambo es una anomalía congénita, es decir que está presente al momento de nacer. Se reconoce porque el bebé tiene el pie torcido, por lo general hacia abajo y hacia adentro. De este modo, la planta del pie mira hacia atrás.
En cerca de la mitad de los casos el problema está presente en ambos pies. La anomalía tiene varios grados: puede ir desde flexible y leve hasta rígida y grave. A veces los pies se ven tan torcidos que parecen estar al revés.
Es común que el pie zambo también sea más pequeño de lo normal o un poco más corto. Lo más habitual es que los músculos de la pantorrilla del pie afectado estén subdesarrollados. Esta anomalía se detecta a simple vista y rara vez necesita de pruebas para corroborarse.
¿Qué causa el pie zambo?
La ciencia no ha precisado la razón por la cual se presenta el pie zambo. En esta anomalía, los tendones, que son los tejidos que conectan los músculos al hueso, son más cortos de lo normal.
Se cree que esta afección puede ser hereditaria, aunque no en todos los casos. Sin embargo, los antecedentes familiares parecen tener incidencia en esta malformación.
Asimismo, se sabe que esta anomalía muchas veces forma parte de un síndrome genético, como la trisomía 18. El pie zambo posicional es una malformación diferente que ocurre dentro del útero por la posición inadecuada del feto. Sin embargo, este no es el pie zambo como tal y se puede corregir con facilidad al momento de nacer.
¿Cómo puede tratarse el pie zambo?
En el pasado casi siempre se acudía a la cirugía como la primera opción de tratamiento. Hoy en día, el pie zambo se trata con el método de Ponseti. Este comprende dos fases: escayolado y férula ortopédica.
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Fase de escayolado
La escayola es una venda endurecida con yeso. Esta se coloca una o dos semanas después del nacimiento. De ahí en más, se hace una consulta semanal con el especialista que puede ser un traumatólogo o un ortopedista.
En la visita semanal, el médico mueve y estira la piel con suavidad. Después, cambia la escayola por una nueva para ir girando el pie zambo hacia la dirección correcta de forma paulatina. Lo usual es que se requiera de cinco a siete escayolas antes de pasar a la siguiente fase.
Fase de férula ortopédica
La férula es un dispositivo rígido que se emplea para mantener ubicada alguna parte del cuerpo en una posición determinada. En este caso, se utiliza la férula para mantener la postura correcta del pie zambo una vez que esta se ha alcanzado.
La férula ortopédica empleada se llama «órtesis» y viene con unos zapatos o botas especiales en cada extremo. Su función es la de impedir que el pie vuelva a tomar una posición incorrecta, ya que el crecimiento del pie entraña ese riesgo. Por lo general, se lleva durante tres meses y luego solo durante el descanso por algunos años.
Cirugía
Si el pie zambo tiene una malformación muy severa o no funciona el método de Ponseti, lo habitual es que deba hacerse una cirugía. No siempre se puede corregir la anomalía con este procedimiento y es posible que deban hacerse nuevas intervenciones quirúrgicas a lo largo de la vida.
Factores de riesgo
Hay varios factores de riesgo en los casos de pie zambo. Los principales son los siguientes:
- Sexo. Los niños tienen el doble de probabilidades de tener esta anomalía frente al número de casos en las niñas.
- Antecedentes familiares. Si alguien de la familia ha tenido pie zambo, existen más probabilidades de que esta malformación esté presente al nacer.
- Enfermedades congénitas. Otras anomalías esqueléticas congénitas hacen más probable la presencia de esta malformación.
- Madre fumadora. El consumo de tabaco durante el embarazo incrementa las posibilidades de que el bebé tenga pie zambo.
- Líquido amniótico insuficiente. Si hay poco líquido amniótico durante el embarazo, el riesgo de esta malformación es mayor.
Complicaciones
El pie zambo no causa mayor dificultad sino hasta que el niño comienza a caminar. Si se trata el problema a tiempo, lo más probable es que el pequeño pueda andar de manera casi normal. Sin embargo, en algunos casos podrían presentarse algunas dificultades como las siguientes:
- Falta de flexibilidad. El pie afectado puede ser más rígido y causar cierta limitación en el movimiento.
- Menor longitud de la pierna. La pierna afectada puede+ç¡’¡ ser un poco más corta, pero sin afectar de manera importante la movilidad.
- Pie pequeño. Lo más habitual es que el pie zambo sea una talla o una talla y media menor que el otro. Esto genera problemas con el calzado.
- Tamaño de la pantorrilla. Los músculos de la pantorrilla del lado afectado son más pequeños que los del otro lado.
Cuando el problema del pie zambo no se trata a tiempo, es posible que aparezcan complicaciones adicionales como las siguientes:
- Dificultad para caminar. Es posible que el niño no pueda caminar sobre la planta del pie y entonces lo haga de forma anómala: sobre la bola del pie, la parte externa o, incluso, el empeine.
- Problemas generados por el ajuste en la marcha. Al caminar de forma incorrecta se generan otros problemas como llagas, callosidades y obstaculización en el desarrollo de los músculos de la pantorrilla. Esto genera un andar extraño.
- Artritis. Hay mayor riesgo de que se presente artritis.
- Baja autoestima. El pie zambo puede provocar problemas de autoestima que suelen incrementarse durante la adolescencia.
¿Se puede prevenir el pie zambo?
No es posible prevenir por completo la presencia del pie zambo. Sin embargo, dado que el estilo de la vida de la madre puede incrementar el riesgo de esta malformación, lo indicado es que durante el embarazo se evite lo siguiente:
- El consumo de tabaco.
- Permanecer mucho tiempo en ambientes llenos de humo de tabaco.
- Consumir alcohol.
- Fármacos que no estén aprobados por el médico.
Es posible detectar esta anomalía durante el embarazo. Si bien no se puede corregir en ese momento, sí es una forma de prepararse para atender esta condición tan pronto nazca el niño.
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Ante la sospecha de pie zambo, consulte al médico
La corrección del pie zambo puede tardar varios años, pero vale la pena hacer el esfuerzo. Si esta malformación no se trata a tiempo, podría generar una serie de problemas físicos y emocionales.
En cambio, cuando se asume el tratamiento y se adelanta con disciplina y constancia, lo más seguro es que el niño pueda caminar y correr sin ningún problema en el futuro. Lo mejor es automotivarse y buscar apoyo si se considera necesario.
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