Plasmaféresis: ¿qué es y cuándo es necesaria?
Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina
La plasmaféresis es un procedimiento médico mediante el cual se extrae de la sangre una parte de plasma. Lo que se busca es cambiar el plasma no saludable por plasma saludable, o un sustituto de este, y luego devolver la sangre al cuerpo.
El plasma es la parte líquida de la sangre. Está compuesto por plaquetas, células sanguíneas y nutrientes esenciales. La plasmaféresis se lleva a cabo con una máquina. Se puede hacer mediante centrifugación o filtración.
La plasmaféresis es una técnica para depurar la sangre. Se emplea para extraer de esta las sustancias o las partículas que se consideran causa de una enfermedad. Este procedimiento se emplea desde hace más de cinco décadas y ha probado ser eficaz en gran medida.
¿Cuándo es necesaria la plasmaféresis?
La plasmaféresis está indicada como tratamiento para un conjunto de enfermedades autoinmunes, algunas formas de neuropatía y las complicaciones de ciertas enfermedades. Por lo general, son enfermedades en las que los componentes del plasma intervienen para generar una respuesta patológica.
Los anticuerpos están en el plasma. Su función es identificar y atacar células extrañas que pueden dañar el cuerpo. A veces se «equivocan» y terminan atacando al propio organismo. La plasmaféresis se utiliza entonces para eliminar el plasma que tiene esos anticuerpos disfuncionales y cambiarlo por plasma sano.
Según la Asociación Americana para Aféresis (ASFA) y la Asociación Americana de Bancos de Sangre (AABB), las enfermedades a tratar con plasmaféresis se dividen en cuatro grupos:
- I. Enfermedad por anticuerpos antimembrana basal glomerular (SGP), hipercolesterolemia familiar, púrpura trombocitopénica trombótica (PTT), miastenia gravis.
- II. Glomérulonefritis rápidamente progresiva, artritis reumatoidea, púrpura trombocitopénica idiopática (PTI), mieloma múltiple y síndromes de hiperviscosidad, falla renal aguda por mieloma múltiple y síndrome miasteniforme de Eaton-Lambert.
- III. Lupus eritematoso sistémico, fenómeno de Raynaud, esclerosis múltiple progresiva, anemia hemolítica autoinmune, síndrome hemolítico urémico (SHU), rechazo de trasplante cardiaco, falla hepática aguda, enfermedad hemolítica del recién nacido.
- IV. SIDA, esclerosis lateral amiotrófica, PTI crónica, nefritis lúpica, psoriasis, rechazo de trasplante renal, esquizofrenia y amiloidosis sistémica.
¿Cómo es el procedimiento?
La plasmaféresis se lleva a cabo en un hospital. Puede ser un tratamiento ambulatorio o requerir de hospitalización, según el caso. El paciente puede estar acostado o sentado, pues lo importante es que se sienta relajado.
Lo usual es que se aplique anestesia local o sedación leve. Luego se insertan agujas de calibre grande o catéteres, por lo general en los brazos, el cuello, el pecho o la ingle. Asimismo, se añade una segunda aguja o catéter en el pie o el brazo. Todo el procedimiento debe ser vigilado por un médico.
La sangre fluye a través de un tubo que la lleva hasta una máquina. Esta la recoge y la procesa mediante centrifugado o filtración. Después, la devuelve al cuerpo. Durante el procedimiento se emplean medicamentos para que la sangre no se coagule fuera del cuerpo.
La plasmaféresis no debe causar dolor. En total dura entre dos y cuatro horas, lapso en el cual el paciente debe permanecer lo más quieto posible. Lo usual es que se extraigan entre tres y cuatro litros de plasma por sesión. Por lo general, se deben realizar varias sesiones.
Preparación previa
La preparación para la plasmaféresis es sencilla. En los días previos al procedimiento conviene evitar alimentos ricos en fósforo, sodio y potasio. Al mismo tiempo, la dieta debe ser rica en proteínas. Conviene ingerir una comida nutritiva antes del proceso.
Lo más aconsejable es dormir muy bien la noche anterior, mantenerse hidratado y evitar el consumo de tabaco. Las vacunas deben estar actualizadas. El día del procedimiento es bueno ir con ropa holgada y utilizar el baño antes de comenzar.
Lo más probable es que el médico haga algunas pruebas antes de realizar la plasmaféresis. Por lo general, se mide la presión sanguínea, la temperatura y los niveles de oxígeno. Los resultados de estas pruebas ayudan a configurar la máquina y permiten estar atentos a cualquier eventualidad.
Beneficios de la plasmaféresis
La plasmaféresis ofrece importantes beneficios, pero sus resultados solo son eficaces a corto plazo. Lo más seguro es que deba repetirse el proceso varias veces dependiendo de la afección de la que se trate y de su nivel de gravedad.
Pese a esto, se trata de una técnica eficaz que genera beneficios importantes, como los siguientes:
- Alivia los síntomas de la afección principal.
- En las enfermedades autoinmunes, los efectos positivos se ven en pocos días. En otras afecciones puede tardar un poco más.
- Contribuye a eliminar sustancias nocivas de la sangre.
- En muchos casos, logra evitar que el cuerpo siga produciendo anticuerpos dañinos.
Lo más usual es que la plasmaféresis sea uno de los componentes de un plan de tratamiento más amplio. Es común que este procedimiento se combine con la quimioterapia.
Posibles riesgos
No es común que la plasmaféresis genere efectos secundarios. Si esto sucede, por lo general se trata de problemas leves. El más común de ellos es la baja de presión arterial que va acompañada por mareo, debilidad, visión borrosa, frío y calambres en el estómago.
Otros posibles riesgos de este procedimiento son los siguientes:
- Coagulación. Existe el riesgo de que se formen coágulos, por lo que es frecuente que el médico recete anticoagulantes antes de realizar el procedimiento.
- Reacción alérgica. A veces las sustancias utilizadas para reemplazar el plasma provocan una reacción alérgica en algunos pacientes.
- Infección. El riesgo es bajo, pero existe.
- Reducción de la inmunidad. Lo usual es que solo se presente por unos cuantos días.
- Sangrado o hematoma. Se produce en el lugar donde se inserta la aguja o el catéter.
- Baja de calcio. Es común que se emplee el citrato como anticoagulante y este puede hacer que caigan los niveles de calcio a un punto peligroso. Para prevenirlo, suele administrarse calcio por vía intravenosa.
Los efectos secundarios de la plasmaféresis son raros
La mayoría de las personas toleran muy bien la plasmaféresis. Sin embargo, algunas personas reportan sentirse cansadas luego del procedimiento. La mejor manera de evitar esto es comiendo y durmiendo bien antes de la aplicación de esta técnica.
En cualquier caso, la recuperación es rápida y solo se presentan efectos secundarios es raras ocasiones. Después del procedimiento lo mejor es evitar conducir o hacer ejercicio. Si hay mucho malestar o sangrado, lo indicado es comunicarse con el médico.
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