Poda sináptica o neuronal: ¿qué es y por qué es tan importante?

Escrito y verificado por la psicóloga Maria Fatima Seppi Vinuales

Última actualización: 25 mayo, 2023

Respiramos, caminamos, trabajamos, jugamos con los niños, pensamos recetas y las ejecutamos. Estas son algunas de las actividades que somos capaces de realizar en nuestro día a día, sin preguntarnos qué es lo que se esconde detrás de todo y qué las posibilita. La respuesta está en la poda sináptica o neuronal.

Esta ingeniería funciona a través de la destrucción de neuronas. ¿Destruir para construir y afianzar? Paradójicamente sí. Veamos de qué se trata y por qué es tan importante.

¿En qué consiste la poda sináptica o neuronal?

Para entender qué es la poda sináptica, veamos primero qué son las neuronas y cómo funcionan. Una neurona se entiende como un tipo de célula nerviosa altamente especializada, que tiene la función de recibir, procesar y enviar información a través de impulsos eléctricos y químicos.

Las neuronas son portavoces de mensajes. Y allí es donde tiene lugar el siguiente concepto: la sinapsis.

La sinapsis se refiere a un proceso cerebral de contacto entre neuronas. La célula emisora envía o produce neurotransmisores que se depositan en el espacio sináptico y entran en contacto con la neurona receptora, la cual reacciona mediante excitación o inhibiendo su respuesta.

Dicho de un modo más sencillo, la sinapsis es la comunicación neuronal. Ahora bien, la poda sináptica es un proceso durante el cual se produce una eliminación de las conexiones sinápticas que no estamos usando y no necesitamos.

De esta manera, se libera al cerebro y se lo ayuda a que sea más eficiente. Esto ocurre en la infancia, pero sobre todo en la adolescencia.

Se debe a que nacemos con numerosas conexiones neuronales, muy superiores en los primeros años de vida en comparación con la edad adulta. Sin embargo, el cerebro necesita perfeccionar su desarrollo y funcionamiento.

Etapas de la poda sináptica

La poda neuronal se realiza en diferentes etapas:

• Desde la etapa embrionaria y hasta los 2 años de vida existe una proliferación de neuronas y conexiones. Esto le permite al cerebro adaptarse al contexto y aprender.
• A partir de los 3 años empieza la poda sináptica, que reorganiza al cerebro, fortaleciendo aquellas conexiones que se utilizan y son necesarias, mientras se eliminan aquellas que no lo son.

Importancia de la poda sináptica

Tal como ya señalamos, esta destrucción neuronal es positiva y necesaria, ya que le permite al cerebro funcionar de mejor manera. Sin embargo, como una máquina de relojería, el cerebro necesita que todos esos procesos sucedan en su medida justa. Cuando no es así, tienen lugar los trastornos. Por ejemplo, una poda neuronal excesiva está asociada a la esquizofrenia.

Sin embargo, la poda sináptica no sucede de la misma manera en todas las estructuras cerebrales. En la corteza prefrontal continúa la creación de sinapsis hasta los 20 años, aproximadamente.

Dicha corteza es la encargada de las funciones ejecutivas (como la planificación y la toma de decisiones) y de la autorregulación y el control de impulsos. Así, de modo progresivo, se consolidan aquellas estructuras que permiten una mejor gestión de dichas funciones.

Por último, vale la pena destacar que ninguno de los procesos que suceden a nivel cerebral están aislados del entorno. La influencia del contexto que nos rodea también es clave en la poda sináptica.

La estimulación que reciben los niños a temprana edad le permite al cerebro consolidar aquellos aprendizajes que merecen la pena, mientras que habrá otras conexiones que serán dejadas de lado. Por eso, se trata de crear un entorno óptimo para ofrecerle al cerebro diferentes experiencias.

Cuidar el cerebro

A partir de todo lo expresado, reforzar que el cerebro es un órgano de enorme potencial y cuidadosos procesos es casi una obviedad. Pareciera que funciona de manera autónoma, casi como si no tuviéramos injerencia sobre él. Sin embargo, esto no es así.

Nuestros hábitos, nuestra alimentación, el tiempo que dedicamos al descanso y el deporte, así como las actividades intelectuales y las de ocio, son solo algunos de los factores que influyen en el modo en que el cerebro se desenvuelve, se perfecciona, crece y se desarrolla.

Parece una máquina perfecta de relojería, pero también necesita quien le dé cuerda. Y aquí es que tenemos nuestro papel.

Por eso es importante cuidarlo y prestarle atención, procurando una vida que equilibre las exigencias con la recreación, evitando situaciones prolongadas de estrés, de ansiedad y malestar.