¿Cómo preparar polvos faciales en casa?
Los polvos faciales son uno de los productos de belleza más vendidos después de los labiales. Tienen la función de fijar el maquillaje y evitar brillos en la piel. Además, mejoran el aspecto de la piel haciendo que luzca más uniforme y luminosa.
En el mercado puedes encontrar polvos faciales sueltos o compactos. Los polvos sueltos tienen una textura similar a la del talco o harina. La mejor forma de utilizarlos es con una brocha gruesa. En cambio, los polvos compactos cubren más, tapan imperfecciones y se aplican con una esponja.
Tipos de polvos faciales
Los polvos faciales se clasifican según la función principal que vayan a cumplir en nuestro maquillaje. Pueden ser polvos de sol, maquillaje en polvo, polvos translúcidos y polvos iluminadores.
1. Polvos faciales de sol
Sirven para subir un tono el color de nuestra piel. En verano se suelen utilizar como única base de maquillaje por el buen color que tenemos. Lo ideal es aplicarlos justo debajo del hueso del pómulo y con movimientos circulares maquillara hasta la manzana de la mejilla.
Recuerda que en esa época del año es recomendable usar protector solar, además del maquillaje, para evitar quemaduras. Así lo afirma este estudio realizado por el Centro de Salud de Alcalá de Guadaíra (Madrid).
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2. Polvos translúcidos
Son de color blanco y se utilizan para fijar el maquillaje, evitar brillos y darle a tu piel un aspecto aterciopelado. Este tipo de polvos faciales son totalmente transparentes. Se aplican al final del maquillaje y no alteran el tono de nuestro maquillaje.
4. Polvos faciales minerales
En este tipo de polvos se engloban distintos tipos de maquillajes, como pueden ser el corrector o la base, que normalmente son la mezcla de dos polvos diferentes para conseguir una tonalidad perfecta y el colorete.
Los polvos faciales minerales, son inorgánicos, libres de aceites, perfumes, alcohol o cualquier tipo de ingrediente comedogénico (que produce puntos negros).
5. Polvos iluminadores
Los iluminadores en formato líquido son, normalmente, más conocidos. Sin embargo, los polvos iluminadores funcionan muy bien y aportan luz propia a tu rostro.
Los puntos clave a la hora de iluminar son bajo el hueso de la ceja, el lagrimal y la parte alta de los pómulos.
Tres formas de preparar polvos faciales en casa
Te contamos tres “recetas caseras” en las que mezclando varios productos naturales, obtendrás un resultado muy parecido a los polvos faciales comercializados.
Receta 1 de polvos faciales caseros
Para preparar los polvos según esta receta necesitas los siguientes ingredientes:
- 1 trozo de algodón.
- 1 estuche de polvo compacto vacío.
- 2 servilletas de papel absorbente.
- 1 cucharadita de alcohol etílico.
- 5 cucharadas de fécula de maíz o maicena.
- Cacao sin azúcar para dar color, la cantidad será en función del tono que quieras.
Instrucciones:
Empieza por poner en un recipiente la maicena y la dosis de cacao según el tono de tu piel. Seguidamente, vierte la preparación dentro del estuche, teniendo en cuenta que no debes llenarlo del todo. Luego, añade el alcohol poco a poco, y remueve con la ayuda de un palillo hasta conseguir una pasta.
Aplasta bien la pasta con ayuda de una cuchara. A continuación, coloca encima de la pasta una o dos servilletas de papel absorbentes para que absorba el alcohol sobrante. Para finalizar, cierra el estuche y limpia los bordes con un trozo de algodón.
Receta 2 de polvos faciales
La segunda receta consta de dos fases y necesitas diferentes ingredientes para cada fase.
Fase 1
- 3 g de polvo de seda.
- 5 g de polvo de perlas.
- 5 g de estearato de magnesio.
- 1 g de almidón de arrurruz.
- 1 g de arcilla blanca o caolín.
- 3 g de urea.
Fase 2
- 20 g de dióxido de titanio.
- 5 g pigmento marrón.
- 3 g de pigmento ocre-amarillo.
- Opcional: óxido de zinc.
Instrucciones
Prepara todos los ingredientes de la fase 1. A continuación, muele la urea hasta que quede fina y tamiza todos los ingredientes de la fase 1 en un colador varias veces.
Por otro lado, prepara la mezcla de la fase 2. Para ello de muele en un mortero todos los pigmentos hasta conseguir un solo color homogéneo.
Cuando tengas listas ambas fases, añade la Fase 2 a la Fase 1. De nuevo, tamiza la mezcla por el colador hasta que desaparezcan todos los grumos.
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Receta 3 para preparar polvos faciales
Para la última receta que te proponemos necesitas tan solo media taza de arroz y un recipiente para los polvos.
Pon el arroz en una sartén a fuego medio para dorarlo. Revuelve constantemente hasta que cambie de color y tenga el tono más parecido al color de tu piel.
Una vez alcanzado el color deseado, retira del fuego y tritura en una licuadora. Después, pasa el polvo por un colador muy fino para quitar los grumos y cualquier otro resto. Para finalizar pon el polvo en el recipiente.
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.