Primer amor de los niños: ¿por qué es importante?
Escrito y verificado por la psicóloga Elena Sanz
Si tienes un hijo en edad preescolar, es posible que cualquier día llegue a casa afirmando que está enamorado de un amiguito o compañero de clase. Incluso, puede contarte que son novios. Se trata del primer amor de los niños.
Esta noticia puede pillarte por sorpresa, alarmarte o hacerte esbozar una sonrisa por lo tierno de la situación. Sin embargo, el primer amor de los niños es más importante de lo que puedes pensar; por ello, conviene saber actuar cuando llegue el momento.
No se hace referencia aquí de ese primer amor adolescente que los jóvenes viven tras la pubertad, sino a ese amor infantil que los niños de cuatro o cinco años afirman sentir por alguno de sus iguales. Este es un fenómeno muy extendido y por el que la mayoría de pequeños pasan. Es, en realidad, un hito relevante en su socialización.
¿Cómo es el primer amor de los niños?
El primer amor de los niños suele aparecer hacia los cuatro o cinco años de edad y, generalmente, se trata de un compañero del colegio, de la urbanización o de un igual al que ven a menudo. Al contrario de lo que sucede con los adolescentes y los adultos, en los niños el amor no tiene ningún tipo de componente sexual y surge más bien del sentimiento de agrado que produce esa persona.
Cuando un pequeño disfruta pasando tiempo con un compañero, jugando con él, cuando comparten gustos y se divierten juntos, puede terminar definiéndolo como amor; pero, en realidad, simplemente se trata de alguien cuya compañía resulta especialmente agradable. Y, por lo general, ese amor no se manifestará más allá del juego, de un tomarse de la mano o de un beso inocente.
A pesar de esto, ese primer amor tiene una gran relevancia en el proceso de socialización; el mismo indica que el niño está ganando habilidades sociales, aprendiendo a vincularse y comenzando a comprender el mundo que le rodea.
¿De dónde surgen esos primeros amores?
Aunque pueda resultar sorprendente que un niño tan pequeño afirme estar enamorado o tener «novio» o «novia», esto tiene sentido a la luz de la etapa evolutiva que atraviesa. Hasta este momento, su mundo social y emocional se reducía básicamente al núcleo familiar; sin embargo, al comenzar la escolarización ese círculo se amplía.
Así, si el niño afirma estar enamorado, esto indica que está avanzando en su proceso de socialización y está añadiendo nuevas personas significativas a su vida. Por otro lado, en esta etapa se descubren a sí mismos como niño o niña y comienzan a sentir interés y curiosidad por el género opuesto.
Además, la infancia es una etapa de exploración y juego; mediante este juego, los niños imitan a los adultos y practican muchas habilidades. En su hogar, los niños observan la relación entre sus padres y se fijan en otro tipo de vínculos románticos entre sus tíos, abuelos o primos y hermanos mayores. Van conformando, así, su propia idea de la pareja y del noviazgo, y pueden reproducirla con sus iguales.
Incluso, muchas veces los adultos favorecen esto al preguntarle a los pequeños si ya tienen novio o novia, o si ese amiguito tan especial es su pareja. De esta forma, los primeros amores de los niños constituyen una suerte de juego simbólico que contribuye a su aprendizaje sobre las relaciones humanas.
¿Cómo actuar ante el primer amor de los niños?
Para los niños, su primer amor es importante y la reacción de los progenitores al respecto puede marcarles positiva o negativamente. Así, te ofrecemos algunas recomendaciones para actuar al respecto.
Actúa con calma y naturalidad
Si tu hijo pequeño llega diciendo que está enamorado, mantén la calma y trata de no alarmarte ni escandalizarte. Recuerda que es parte normal del desarrollo y que para los infantes el amor no tiene las mismas connotaciones que para un adulto. Trátalo con naturalidad.
Permite y fomenta la expresión emocional
Aunque pueda resultarte cómico o causarte ternura, para tu hijo se trata de un sentimiento importante que ha decidido compartir contigo. Por ello, no lo menosprecies ni le restes importancia; al contrario, pídele que te cuente más, permite que exprese cómo se siente y qué entiende él (o ella) por amor.
Recuerda también que al contártelo te ha ofrecido una muestra de confianza y es fundamental no traicionarla. Así, no lo comentes con otras personas sin el permiso de tu hijo, pues puede sentirse humillado o ridiculizado.
No interfieras
Al tratarse de niños tan pequeños, puedes sentir la tentación de intervenir, ya sea en una u otra dirección. Algunos padres y madres tratarán de que el niño deje de decir que está enamorado, le corregirán o, incluso, impedirán que siga compartiendo tiempo con ese compañero. Otros, en cambio, pueden involucrarse en exceso para fomentar ese noviazgo infantil.
En ninguno de los casos se trata de una actitud apropiada. Lo mejor es permitir que el niño explore, viva y experimente sin interferir en el desarrollo de ese supuesto enamoramiento. El papel de los progenitores ha de ser simplemente de guía y sostén.
Aprovecha para comentar algunos aspectos importantes
Este primer noviazgo puede dar pie a una conversación sobre algunos aspectos importantes como el consentimiento. Puedes explicarle a tu hijo que no debe forzar a nadie a darle muestras de afecto, del mismo modo que él no tiene que hacerlo si no lo desea.
También, puedes hablar de las manifestaciones de amor que corresponden a cada etapa para aclarar que ciertas conductas que pueda ver en sus padres, tíos o hermanos mayores no son propias para los niños.
Acompañar con empatía el primer amor de los niños
En definitiva, el primer amor de los niños no debe preocuparte, pero tampoco debes restarle valor. Tu tarea será acompañar a tu hijo en este proceso (que puede durar simplemente unos días) y ayudarle a entender y gestionar sus emociones.
En conclusión, no te rías de la confesión de tu hijo de estar enamorado, permítele que comparta contigo su sentir y apóyalo si ese «enamoramiento» (o su fin) termina por afectarlo de forma negativa.
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- Amaya Aguirre, G. (2015). ¿ Existe el amor entre niños y niñas que tienen cuatro y cinco años de edad? (Doctoral dissertation, Universidad Autónoma de la Ciudad de México: Colegio de Ciencias y Humanidades: Licenciatura en Promoción de la Salud).
- Villalobos Guevara, A. M. (1999). Desarrollo psicosexual. Adolescencia y salud, 1(1), 73-79. Disponible en: https://www.scielo.sa.cr/scielo.php?pid=S1409-41851999000100011&script=sci_arttext
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