El proceso bioquímico del efecto rebote de las dietas hipocalóricas
Escrito y verificado por el médico Nelton Abdon Ramos Rojas
El efecto rebote se produce cuando, después de seguir una dieta hipocalórica y bajar de peso, se produce un nuevo aumento de la masa grasa. Esta situación es característica de las dieta excesivamente restrictivas, que causan cambios a nivel hormonal, a parte de generar una elevada sensación de ansiedad.
A continuación te vamos a explicar en qué consiste, desde el punto de vista bioquímico, el efecto rebote. Conociéndolo podrás averiguar como evitarlo. De este modo, la próxima vez que te pongas a dieta serás más selectivo a la hora de elegir el proceso, para de este modo evitar complicaciones en un futuro.
Las “dietas milagro”
Las conocidas “dietas milagro” o “dietas exprés” son un tipo de alimentación muy restrictivo y con baja ingesta calórica que, por lo general, prometen grandes pérdidas de peso en poco tiempo. Entre los peligros de este tipo de dietas está la posibilidad de llegar a sufrir un déficit de proteínas, vitaminas o minerales, debido a las condiciones tan estrictas del régimen.
Seguir una dieta de este tipo no solo va a conseguir causar déficits de nutrientes esenciales en el organismo, ocasionando problemas de salud, si no que no va a conseguir el efecto deseado de la pérdida de peso a largo plazo.
Para lograr esta disminución de peso se debe tener muy presente que lo más importante es mantener unos buenos hábitos alimenticios y ser constante con ellos. Por tanto, todas aquellas dietas que prometen grandes resultados en poco tiempo no están siguiendo estos principios de constancia y adquisición de hábitos.
Por el contrario las dietas milagro se enfocan en restringir la ingesta calórica, provocando un efecto rápido de pérdida de peso, pero causando ciertos desajustes bioquímicos en el organismo que acaban provocando el efecto rebote. Este efecto, en definitiva, no es más que la recuperación de los kilos que se han perdido una vez se ha cumplido el objetivo.
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Consecuencia de no haber adquirido buenos hábitos alimenticios
La ansiedad que se genera como consecuencia de haber seguido una dieta muy restrictiva es una de las causas del efecto rebote. Como consecuencia, una vez finalizada la dieta, la persona que la ha seguido tiende a recuperar peso muy rápido al volver a los hábitos anteriores o incluso aumentar la ingesta de los “alimentos prohibidos” durante la dieta.
Esto causa que el sacrificio que se hizo durante la dieta se pierda al volver rápidamente a los antiguos hábitos. De esta forma, no hay que olvidar, que lo más importante para bajar de peso es aprender a comer de manera saludable y no restringir ciertos alimentos de forma estricta durante una temporada. De hecho, la evidencia científica sugiere varias formas de materializar una pérdida de peso más allá de una restricción fuerte de calorías. El ayuno intermitente podría ser una de ellas.
Es muy importante seguir dietas de mantenimiento que no se basan en seguir un menú concreto, si no en aprender a comer de forma inteligente, sabiendo que alimentos necesita el cuerpo, y en qué cantidades. Otra de las bases fundamentales de estas dietas es la realización de ejercicio físico de forma habitual.
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Efecto rebote como consecuencia de cambios metabólicos
Además de la sensación de ansiedad, en el organismo se pueden producir una serie de alteraciones metabólicas a partir de la restricción calórica. Debido a estos cambios, es posible que se genere un efecto rebote con más facilidad.
Rápida pérdida de peso corporal
Otra de las razones que explica el efecto rebote es que durante la pérdida de peso en las dietas hipocalóricas, el cuerpo enciende las alarmas bioquímicas. La reducción drástica de la ingesta de carbohidratos hace que el cuerpo use sus reservas, mediante un proceso denominado gluconeogénesis.
En la gluconeogénesis, se produce la síntesis de glucosa a partir de precursores no glucídicos, estos precursores pueden ser las reservas de grasas, pero también la masa muscular. En condiciones de baja ingesta de carbohidratos la pérdida de peso puede deberse a una reducción de la masa muscular.
Esta es una de las razones que explica la rápida pérdida de peso de las “dietas milagro”, pues estos quilos que se pierden provienen mayoritariamente de la pérdida de músculo y de agua (favorecida en ocasiones por la toma de diuréticos).
De todos modos, reducir la masa muscular del organismo nunca resulta recomendable. Existen artículos que relacionan una perdida de este tejido y de la fuerza con un mayor riesgo de muerte.
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Reducción de la masa muscular
Al producirse un descenso en la masa muscular, el cuerpo responde disminuyendo el gasto energético, como resultado, aumenta el hambre y se promueve el almacenamiento de energía (el cuerpo se prepara para estas condiciones tan restrictivas).
Además, en el efecto rebote juegan un papel muy importante las hormonas, que controlan en última instancia el metabolismo del organismo. Haber seguido una dieta hipocalórica tiene también consecuencias en la regulación hormonal del cuerpo. De esta forma, los niveles de insulina se mantienen bajos durante la restricción de carbohidratos, pero se disparan al finalizar la dieta y volver a ingerirlos.
En definitiva, se prepara al organismo para la acumulación de reservas, debido a que ha pasado una época de “escasez”. Y de esta forma se sufre el temido efecto rebote.
Evita la restricción calórica extrema para no sufrir el efecto rebote
En conclusión, debemos tener cuidado con las llamadas “dietas milagro”, ya que a menudo no brindan verdaderos beneficios al organismo y, al contrario, lo exponen aún más a diversos riesgos.
Si queremos perder peso, lo más adecuado es consultar con un médico, seguir sus indicaciones y de forma paralela, mantener hábitos de vida buenos, coherentes y constantes.
Es recomendable seguir siempre una alimentación equilibrada y no olvidarnos de realizar ejercicio físico con regularidad.
No es necesario pasar hambre, comer poco y privarse de todo, sino aprender a comer bien, en función de las necesidades del organismo.
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