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¿Qué es el desvelo por venganza y por qué es malo para la salud?

10 minutos
¿Has escuchado sobre el desvelo por venganza? No, no tiene que ver con un despecho amoroso, sino con la postergación de la hora de dormir, para poder disfrutar de un rato de esparcimiento. Sigue leyendo y descubre más.
¿Qué es el desvelo por venganza y por qué es malo para la salud?
Elena Sanz

Revisado y aprobado por la psicóloga Elena Sanz

Última actualización: 13 agosto, 2024

El desvelo por venganza, también llamado «procrastinación a la hora de dormir», es un fenómeno que se presenta en la contemporaneidad. Fundamentalmente, se debe a la saturación o al exceso de trabajo y la consiguiente disminución del tiempo de disfrute.

La consecuencia de esto es que, al llegar la noche, algunas personas deciden «robar» unos minutos, incluso horas al sueño, para «desquitarse» y poder hacer algo que sea de su agrado.

Por supuesto, con el desvelo por venganza podría verse afectado el descanso y la salud en general. En el presente artículo te contamos en qué consiste esta práctica, de qué manera se manifiesta, cuáles son sus causas y consecuencias, y qué hacer para lidiar con dicho problema.

¿Qué es el desvelo por venganza?

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El desvelo con venganza consiste en el autosabotaje del descanso para disfrutar de un pasatiempo.

Diversos estudios advierten que la falta de un adecuado descanso amenaza con convertirse en una epidemia mundial, con todas las consecuencias que esto acarrea. En tal sentido, se estima que una de cada cuatro personas no duerme bien.

Entre los trastornos del sueño más comunes se encuentran el insomnio (de conciliación o mantenimiento), así como las parasomnias, que incluyen los terrores nocturnos, el sonambulismo, hablar dormido, la enuresis, el bruxismo, el síndrome de las piernas inquietas y otros más.

Ahora bien, hay diversos factores que amenazan o perturban el sueño: la cafeína, el estrés, el alcohol, la edad, el exceso de trabajo o el trabajar en horarios irregulares. A estos ha venido a sumarse uno más: el desvelo por venganza, también llamado «procrastinación a la hora de dormir».

El mismo es un fenómeno particular de la contemporaneidad en el que la propia persona autosabotea su descanso al decidir no ir a la cama a la hora de dormir. En su lugar, realiza otras actividades para desquitarse por el hecho de no haber podido disfrutar de momentos de esparcimiento durante el día.

El concepto de procrastinación a la hora de dormir fue usado por primera vez en una investigación realizada en 2014. Luego, se popularizó la forma «desvelo por venganza» debido a una publicación en redes sociales de la periodista china Daphne K. Lee.

En cierto modo, las personas que deciden desvelarse por venganza lo hacen como una forma de recuperar un poco de libertad y ejercer control sobre el único tiempo del que disponen. Muchas de ellas a menudo tienen trabajos absorbentes, que les ocupan la mayor del día.

¿Cómo se manifiesta?

Esta procrastinación se ejerce de diversas maneras; sin embargo, la modalidad más frecuente implica el uso de aparatos electrónicos. Hacer compras en línea, revisar cuentas de redes sociales, chatear por WhatsApp, ver series, ya sea en televisión o en plataformas streaming… son algunas de las actividades que más se practican durante este tiempo.

No obstante, el hecho de permanecer despiertos hasta tarde un día no significa necesariamente un desvelo por venganza. Una persona podría tener que permancecer despierta por una tarea para la universidad que no pudo realizar durante el día, debido al trabajo; y eso no es venganza, sino necesidad.

De manera particular, los investigadores consideran que esta forma de procrastinación generalmente involucra:

  • Un retraso deliberado en la hora de ir a dormir con la consiguiente reducción del tiempo total de sueño.
  • Que no exista una razón válida para permanecer despierto como, por ejemplo, cuidar a una persona enferma.
  • Tener conciencia de que al permanecer despierto puede haber consecuencias negativas, pero aún así ignorar la amenaza.

Es necesario aclarar que en el desvelo por venganza, las personas no necesariamente sufren de un trastorno por insomnio. En realidad muchas veces tienen sueño y sí quieren dormir; sin embargo, deciden postergar la hora de hacerlo para poder desquitarse un poco.

¿Causas del desvelo por venganza?

Evidentemente, la falta de tiempo libre durante el día es la principal razón de que se experimente esta sensación de despecho. En el caso de los padres con niños pequeños, las últimas horas de la noche pueden ser el único momento a solas.

Adicionalmente, las personas que trabajan en horarios extendido (9, 12 y hasta 14 horas) disponen de poco tiempo no estructurado. Esto sucede mucho con el teletrabajo, donde se hace borrosa la línea que separa la actividad laboral del estar en casa, lo que termina por afectar la salud.

Por otra parte, un estudio de 2016 reveló que hay una correlación negativa entre la procrastinación al dormir y la autorregulación. Es decir, más que una decisión de no hacerlo, las personas que presentan este comportamiento quieren dormir, pero no se alinean con sus intenciones. Por supuesto, aún existen otros motivos:

  • evitación: al momento de dormir, puede existir la necesidad de evitar pensar en los problemas, por lo que se buscan diversas fuentes de distracción;
  • adicción a las tecnologías o a las redes sociales;
  • patrones naturales de sueño: las personas noctámbulas suelen estar más activas en la noche.

En general, los expertos consideran que el desvelo por venganza puede ser el resultado de una interacción entre varios factores, incluyendo los antes mencionados y algunos más.


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¿A quiénes afecta?

El desvelo por venganza es algo en lo que cualquiera puede involucrarse de vez en cuando: coquetear por chat con alguien, ver un capítulo de la serie favorita o un partido del equipo preferido… No obstante, el comportamiento puede arraigarse y convertirse en un mal hábito.

En una encuesta, se encontró que el desvelo por venganza es más frecuente en mujeres que en hombres. Asimismo, los estudiantes y las personas que no tienen un empleo con horario fijo son más propensos a procrastinar a la hora de acostarse.

Ahora, el comportamiento al parecer tiende a disminuir con la edad. De acuerdo con un estudio realizado en 2020, los adolescentes tienden a ser más procrastinadores a la hora de acostarse para ver videos, escuchar música o chatear.

También, es posible que las personas que procrastinan en general sean más propensas a postergar también la hora de acostarse. Sin embargo, esto no lo harían en favor de las tareas académicas o del hogar, u otras obligaciones, sino por actividades que ofrezcan disfrute.

Consecuencias del desvelo por venganza

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La fatiga es tan solo una de las consecuencias del desvelo por venganza.

Quedarse despierto hasta tarde una noche en la semana, por ver un programa o ir a una fiesta, no va a tener un impacto importante en el sueño, en la salud o en el bienestar general. El problema comienza cuando el desvelo por venganza se hace recurrente y afecta la cantidad y la calidad del descanso.

Por lo tanto, las consecuencias de la procrastinación a la hora de dormir son las mismas que las de la privación del sueño. Entre las de aparición inmediata se encuentran la somnolencia y la fatiga durante el día, la falta de coordinación y la habilidad para maniobrar.

En el largo plazo, la falta de descanso afecta el cerebro, específicamente a las habilidades cognitivas, la memoria y la capacidad de concentrarse. Desde el punto de vista emocional, la falta de sueño se relaciona con el estrés, la ansiedad, la irritabilidad y otras dificultades para manejar las emociones que inciden en los ámbitos laboral, familiar, social y de relaciones personales.

Por si fuera poco, se afecta la salud física al hacer que dichas personas sean más susceptibles a los trastornos metabólicos y los problemas cardiovasculares. Así, en los estudios se ha relacionado el mal dormir con el aumento de peso, la obesidad y la diabetes tipo 2; y con el aumento del riesgo de ataque cardíaco, insuficiencia cardíaca o accidente cerebrovascular, y hasta disminución del deseo sexual.

Cómo lidiar con el desvelo por venganza

Hay que romper con el círculo de la procrastinación en la vida diaria y, sobre todo, al momento de dormir para tratar de recuperar el sueño y lograr un buen descanso. A tales fines, puedes tomar en cuenta las siguientes recomendaciones.

Evita lo que te mantiene despierto

Puede sonar a galimatías, pero el hecho de que, a pesar del cansancio, puedas permanecer despierto, significa que algo te ayuda. Chocolate, cafeína, cenas pesadas, hacer ejercicio intenso: evita estas cosas. Así, es más probable que a la hora de dormir tengas sueño y, simplemente, te vayas a la cama, dejando de lado el deseo de desquite.

Actividades que relajan

En el mismo orden de ideas, puedes y debes procurar, antes de dormir, actividades que sean más bien relajantes y no otras que te pongan en un estado de alerta y que te ayuden a seguir despierto por más tiempo. ¿Te gustan los juegos en línea? Juega ajedrez. Es más tranquilo.

Busca tiempo libre en otras horas

Si eres una persona que teletrabaja de manera intensa, prueba cambiar el horario de las actividades de entretenimiento. Quizá puedas descansar un poco y hacer algo relajante a las dos de la tarde. Así, no tendrás que sacrificar horas de sueño y hasta sentirás que la jornada laboral es menos pesada.

Reorganiza el trabajo

Si el problema tiene que ver con el número de horas que trabajas en el día, busca la manera de colocar unas actividades en otros horarios, como por ejemplo el sábado. Tal vez es mejor sacrificar una mañana de sábado que horas de sueño todos los días. Así, estarás libre un poco más temprano durante la semana laboral para hacer lo que te gusta.

Programa el entretenimiento

Si, por ejemplo, hay una serie que solo transmiten los miércoles, ese será el día de la serie y no revisarás las cuentas de redes sociales, lo cual puedes dejar para el martes o el jueves. De igual modo, si el contenido está en una plataforma streaming, prográmate: los lunes un capítulo, el martes, otro; no tienes que verlos todos el mismo día. Van a seguir allí.

Revisa tus rutinas nocturnas

Quizá después de trabajar estás haciendo algunas tareas que podrías perfectamente hacer en otro momento, por lo cual también comienzas con tus actividades de entretenimiento más tarde. Si sacas al perro a las ocho de la noche, tal vez podrías hacerlo temprano en la mañana; así, dispones de unos minutos más.

Busca ayuda

Si, en última instancia, se te hace muy difícil romper el círculo y continúas con la tendencia del desvelo por venganza, puedes acudir a terapia o a grupos de apoyo. Incluso, no está de más ir al médico. Tal vez un problema de salud no detectado te está robando el sueño.

El equilibrio entre el descanso y el disfrute

Si estás entre quedarte despierto para ver otro episodio o dormir, el sueño debe ser prioridad porque el sueño también es salud. Es cierto que a menudo el trabajo y otras actividades te quitan un tiempo que sientes que es nuestro y eso te puede molestar. Sin embargo, privarte del descanso no es la mejor forma de venganza.

Y es que, así como dicen que el odio no hace daño al objeto del odio, sino a quien lo experimenta, del mismo modo el desvelo por venganza termina por ser el cuchillo en la garganta propia. Pensar en desquitarse de esta manera es algo que se hace a expensas de la propia salud.

Como en muchas otras cosas, la clave del disfrute del tiempo es la calidad, no la cantidad. Si tienes oportunidad de hacer lo que más te gusta, valora esos momentos y deja de lado esos sentimientos de que la vida o el trabajo te están quitando algo.

Por último, recuerda que la mayor virtud es la templanza: la cualidad de hacer las cosas con moderación. Si pasas muchas horas en lo que te gusta, tal vez te sature; muy seguramente estarás más cansado y te enfermarás. Pero si procedes con moderación, tendrás más días para vivir y disfrutar saludablemente.


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