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¿Qué es el escorbuto?

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El escorbuto es una enfermedad que dejó de ser frecuente en los tiempos modernos, pero aún se la puede diagnosticar. Se asocia a la falta de vitamina C en cantidades considerables. Descúbrelo en este artículo.
¿Qué es el escorbuto?
Leonardo Biolatto

Escrito y verificado por el médico Leonardo Biolatto

Escrito por Leonardo Biolatto
Última actualización: 09 julio, 2023

El escorbuto se enmarca dentro de las patologías que se conocen como avitaminosis. Estas últimas son trastornos donde falta alguna de las vitaminas en cantidad suficiente para el normal desarrollo de las funciones corporales.

Para el caso del escorbuto, la vitamina faltante es la C, también llamada ácido ascórbico. Es muy difícil que esto suceda, y por eso no resulta algo frecuente en estos tiempos donde la disponibilidad de fruta es bastante amplia.

La historia de la humanidad atravesó situaciones particulares y generales de deficiencia nutricional, y allí podía manifestarse. Los largos viajes en barco, por ejemplo, eran contextos donde no se hallaba disponibilidad de fruta. Las sequías prolongadas en territorios que dependían en exclusiva de la cosecha, también.

En la actualidad, se han diagnosticado casos en los campos de refugiados, ya que se reproducen las condiciones de carencia de la antigüedad. Las zonas pobres del mundo, donde los cultivos son la única fuente de ingresos, también están expuestos al escorbuto.

¿Qué es la vitamina C?

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La vitamina C desempeña un papel importante sobre varias funciones vitales. Por eso, su deficiencia puede causar complicaciones en la salud.

La vitamina C es la causante del escorbuto cuando falta en el cuerpo. Ahora bien, ¿por qué es tan importante esta sustancia para el ser humano? La explicación está en su función de factor adyuvante de enzimas.

Para sintetizar colágeno, el organismo necesita que se active una enzima llamada propil-lisil hidroxilasa, la cual no empezará a trabajar si no dispone de vitamina C. A larga, si no hay producción de colágeno, diversos tejidos sufren las consecuencias, desde la piel hasta los huesos.

De manera similar, sintetizar corticoides y hormonas como la aldosterona, requieren de vitamina C. Sin mencionar el aparato digestivo, donde el hierro puede penetrar la mucosa intestinal gracias al ácido ascórbico, evitando la anemia ferropénica.

Además, la vitamina C es un antioxidante natural. Bloquea el efecto negativo de los radicales libres que se producen por el metabolismo celular, de manera que resulta en un obstáculo para el envejecimiento corporal.

No somos capaces de fabricar vitamina C de la nada, por lo que necesitamos incorporarla desde los alimentos. Entre ellos, los que más contienen ácido ascórbico son los cítricos. Pero también hay cantidad suficiente en los frutos rojos y en las verduras de hoja verde.

El cuerpo necesita un depósito casi constante de 1 500 miligramos de vitamina C para que las funciones no se alteren. Ese depósito se puede mantener con una ingesta mínima de 60 miligramos de ácido ascórbico por día, lo que sucede en dietas habituales.

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Síntomas del escorbuto

Cuando aparece el escorbuto, los síntomas primordiales tienen que ver con el problema del colágeno que no se produce. De este modo, un signo común es la inflamación de las encías con sangrado al tocarse la boca o al cepillarse los dientes.

La piel también se afecta en el escorbuto, por la misma razón del colágeno. Aparecen grietas que, de hacerse profundas, terminan en sangrado y, luego, en estrías. Inclusive los síntomas dérmicos se hacen notorios bajo las uñas.

Por la falta de absorción de hierro aparece la anemia. Esto es más progresivo y menos brusco, pues muchas veces tarda años. La anemia derivará en cansancio, falta de fuerzas, mayor sequedad de la piel y trastornos cognitivos.

Las heridas no cicatrizan rápido en los pacientes con escorbuto. Un poco por la anemia, y otro tanto por no haber colágeno suficiente para reparar la piel.

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Tratamiento del escorbuto

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Una dieta variada, difícilmente terminará en escorbuto. Hoy por hoy se trata de una patología rara.

Por lógica, se entiende que el tratamiento del escorbuto consiste en administrar ácido ascórbico en una cantidad suficiente que suplante las deficiencias. Esto no podrá hacerse de inmediato por la vía de los alimentos, ya que la mucosa intestinal seguramente está dañada.

Se suele iniciar con una dosis de ataque de vitamina C, endovenosa o en preparados orales especiales. Esta dosis inicial puede llegar a los 1 000 miligramos diarios, hasta por 2 semanas completas.

Una vez que se alcanza la estabilidad clínica, se continúa con menor cantidad de dosis hasta lograr que los depósitos de ácido ascórbico lleguen a valores adecuados para funcionar. La respuesta es rápida, en general, y no suele haber complicaciones derivadas del tratamiento.

Es muy raro que el escorbuto aparezca solo, sin otros déficits nutricionales. Los profesionales sanitarios suelen rastrear distintas deficiencias de vitaminas y minerales al mismo tiempo, de modo que se aplique un tratamiento general y completo.

El escorbuto sigue existiendo

No estamos ante una patología que haya desaparecido. Si bien su frecuencia es mucho menor que hace décadas o siglos, se siguen registrando casos. Resulta clave la sospecha del médico ante los síntomas, y el contexto del paciente, que suele denotar carencias nutricionales más amplias que la propia vitamina C.


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