¿Qué es el latido cardiaco ectópico y qué lo causa?
El latido cardiaco ectópico surge cuando el corazón se salta un latido o agrega un latido adicional. En principio, se trata de una situación normal que no debe ser motivo de preocupación. Lo más común es que ocurra por razones desconocidas y no tenga consecuencias.
Hay dos grandes tipos de latido cardiaco ectópico: la contracción auricular prematura (PAC), cuando el latido se origina en las aurículas, o cámaras superiores del corazón; y la contracción ventricular prematura, si se produce en los ventrículos, o cámaras inferiores de este órgano.
Al latido cardiaco ectópico también se le conoce con el nombre de «extrasístole» o «latido cardiaco prematuro». La mayoría de las personas lo experimentan en alguna ocasión y se siente como un leve aleteo. Solo si se vuelve frecuente amerita una consulta médica.
¿Por qué ocurre el latido cardiaco ectópico?
Es frecuente que el latido cardiaco ectópico se produzca sin una causa conocida. Sin embargo, hay algunos elementos que se asocian con el surgimiento de este tipo de latidos. Son los siguientes:
- Consumo de cafeína.
- Consumo de alcohol o tabaco.
- Uso de drogas recreativas.
- Estrés o ansiedad.
- Hacer ejercicio.
- Algunos medicamentos, en especial para el asma, la alergia y el resfriado.
En general, el latido cardiaco ectópico se presenta cuando hay bajos niveles de potasio en la sangre, una reducción del riego sanguíneo al corazón o un agrandamiento o estructura anormal de este órgano.
Investigaciones sugieren que las extrasístoles son las arritmias más comunes. En algunos pacientes pueden aparecer en caso de hipoxemia o cuando se está bajo los efectos de la anestesia.
Hay personas que son más propensas a presentar este tipo de latidos. Dentro de ellas están quienes tienen antecedentes familiares de esta misma condición, han presentado un ataque cardiaco o tienen alguna cardiopatía.
Síntomas asociados del latido cardiaco ectópico
Muchas veces el latido cardiaco ectópico cursa sin ningún síntoma. De hecho, la persona no se da cuenta de que se ha presentado la extrasístole. En otros casos, solo se siente como si el corazón hubiese dado un salto.
Es posible que en algunas ocasiones aparezcan síntomas como los siguientes:
- Sensación de que el corazón está revoloteando.
- Los latidos se sienten más fuertes.
- Hay un salto o una pausa breve en el corazón.
- Hay más conciencia o atención frente a la forma como late el corazón.
- Latidos fuertes y ocasionales.
- Sensación de debilidad o mareo.
No es muy frecuente, pero algunas personas también presentan taquicardia ventricular; esto es, latidos rápidos e irregulares, u otras arritmias. Si hay una enfermedad cardiaca previa, el riesgo de complicaciones o de muerte súbita es más alto.
¿Cómo se diagnostica?
Un latido cardiaco ectópico ocasional no amerita consulta médica y, de hecho, rara vez se registra durante un examen físico. Si las extrasístoles son frecuentes, lo más indicado es comentarlo con el médico.
El facultativo preguntará por los síntomas y hará una exploración física de rutina. Si lo considera conveniente, es posible que ordene algunas pruebas para establecer la causa del latido cardiaco ectópico.
Las pruebas diagnósticas más utilizadas son las siguientes:
- Monitor Holter. Es un dispositivo que graba y archiva el movimiento del corazón durante 24 a 48 horas.
- Electrocardiograma (ECG). Mide las señales eléctricas del corazón y el ritmo cardiaco.
- Ecocardiograma. Permite visualizar la estructura del corazón.
- Resonancias magnéticas o tomografías computarizadas. Permiten visualizar el corazón en detalle para detectar si hay alguna anomalía.
- Prueba de esfuerzo o prueba de ejercicio. Se emplea para visualizar la forma como el corazón responde a la exigencia física.
- Angiografía coronaria. Son radiografías con medio de contraste para detectar anomalías o fallas.
¿Cómo se puede tratar?
Como ya se ha señalado, el latido cardiaco ectópico en sí mismo no necesita tratamiento. Este desaparece sin que haya necesidad de ningún tipo de intervención. Si esto no ocurre, lo procedente es explorar la posibilidad de que haya una enfermedad subyacente.
En este último caso, el tratamiento consiste en atender la enfermedad de base. Si se encuentra que no hay una patología desencadenante, lo indicado es revisar los factores presentes en el estilo de vida que puedan estar produciendo el latido cardiaco ectópico.
Lo común es que se sugiera reducir o eliminar el consumo de sustancias que afecten el ritmo cardiaco. Asimismo, se suele recomendar la adopción de una rutina de ejercicios para fortalecer el corazón.
Prevención y recomendaciones
La mejor manera de cuidar la salud del corazón es con un estilo de vida saludable. Este incluye una dieta sana, con predominio de alimentos como frutas, verduras y proteínas magras.
De igual forma, las personas con riesgo de latidos ectópicos deben reducir la ingesta de alcohol y cigarrillos, así como el uso de drogas nocivas para la salud. Además, hacer ejercicio aeróbico de forma regular por 30 minutos, 3 a 4 veces por semana, es lo ideal para que el corazón se mantenga fuerte.
¿Qué hacer ante un latido ectópico?
Ante la presencia de palpitaciones fuertes y sensación de retumbo del corazón es indispensable guardar la calma. La mayoría de los latidos ectópicos desaparecen luego de un par de minutos de descanso. Toma asiento y respira profundamente por 5 a 10 minutos.
En caso de que el latido cardiaco ectópico se presente con frecuencia, o que se experimente alguna sensación extraña en los latidos, lo indicado es comentárselo al médico lo antes posible. Este podría ser un signo de alarma de que algo no anda bien en el corazón. El médico cardiólogo es quien debe determinar si es necesario explorar la situación a fondo.
La consulta médica resulta aconsejable
Lo usual es que el latido cardiaco ectópico no provoque complicaciones. Sin embargo, también hay un pequeño número de casos en los que este desencadena episodios de taquicardia o arritmia cardiaca. Por lo mismo, es un síntoma que no se debe descuidar.
Hay que estar alerta frente a la presencia de otros síntomas como dolor en el pecho, palpitaciones muy fuertes, sensación de opresión o dificultad para respirar. Todos ellos sugieren la necesidad de consultar al médico con prontitud.
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