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¿Qué es un sialograma y cuándo se necesita?

5 minutos
Un sialograma es una prueba sencilla que no causa mayores molestias. De todos modos, está contraindicada para las mujeres embarazadas o en lactancia y para los niños pequeños.
¿Qué es un sialograma y cuándo se necesita?
Leidy Mora Molina

Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina

Escrito por Edith Sánchez
Última actualización: 27 julio, 2023

Un sialograma es una prueba diagnóstica que se ordena para determinar el estado de las glándulas salivales y los conductos. Este examen también se conoce con el nombre de «radiografía glandular», «sialografía» o «ptialografía».

Las glándulas salivales son de tres tipos y están dispuestas en pares. Las parótidas son las más grandes y están en cada mejilla. Las submandibulares están a ambos lados, debajo de la mandíbula. Las sublinguales, debajo de la lengua.

Tales glándulas funcionan como esponjas que secretan saliva cuando reciben un estímulo determinado. Vierten la saliva a la boca a través de unos conductos, que son como pequeñas tuberías. Si hay alguna anomalía en ese proceso, lo habitual es que se acuda a un sialograma.

¿Cuándo se debe realizar un sialograma?

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Si se presentan anomalías en la saliva, se aconseja realizar un sialograma.

El médico ordena un sialograma cuando sospecha que hay anomalías en una glándula salival o en uno de sus conductos. Esta prueba permite detectar posibles alteraciones anatómicas en estas zonas. De este modo, se puede establecer un diagnóstico más preciso.

En primera instancia, lo que el médico hace es evaluar los síntomas. Cuando hay un bloqueo en los conductos o las glándulas salivales, lo usual es que aparezcan manifestaciones como las siguientes:

  • Sabor desagradable o anormal en la boca de forma constante.
  • Imposibilidad para abrir la boca por completo.
  • Dolor o malestar al momento de abrir la boca.
  • Dolor en la boca.
  • Inflamación en la parte superior de la mandíbula, frente a las orejas.
  • Inflamación de la cara o del cuello.
  • Dolor en la cara.

Estos síntomas generan la sospecha de una posible anomalía, pero esto solo se corrobora mediante un sialograma. Este ayuda a detectar problemas como los siguientes:

  • Obstrucción en las glándulas salivales o en los conductos.
  • Inflamación de las glándulas salivales.
  • Trastornos en la producción de saliva.
  • Anormalidades en la forma de los conductos.

¿Cómo se realiza un sialograma?

Un sialograma debe llevarse a cabo en un centro radiológico o en la sala de radiología de un hospital. El encargado de hacerlo es un técnico de rayos X. La prueba no es dolorosa, pero sí puede resultar incómoda, ya que la boca debe estar abierta durante varios minutos.

Preparación previa

Un sialograma no exige una preparación previa más que una correcta higiene bucal. Es recomendable lavarse bien los dientes y emplear un enjuague bucal antiséptico. En la mayoría de los casos no demanda el uso de anestésico, a menos que el paciente lo solicite.

De cualquier modo, es importante que antes de realizarse un sialograma se le informe al médico sobre los medicamentos que se están ingiriendo. Quienes sean alérgicos al yodo o a algunos medicamentos, también deben informarlo.

Si una mujer está embarazada, o cree estarlo, debe decirlo antes de que le practiquen el examen. Es habitual que el paciente deba firmar una autorización para que le realicen un sialograma.

Procedimiento

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Este estudio se realiza de forma ambulatoria, habitualmente sin anestesia.

Por lo general, un sialograma es un procedimiento ambulatorio que demora alrededor de 30 minutos. Algunas veces tarda más si hay dificultades para localizar la abertura del conducto. Si el paciente está muy nervioso, es posible que se le administre un sedante.

Una vez hecho esto, se completan los siguientes pasos:

  • El paciente debe acostarse bocarriba en una mesa de rayos X y luego abrir la boca.
  • Se le tomará una radiografía. Esto permite comprobar si hay algún elemento que pueda interferir con la sustancia de contraste.
  • Se coloca un catéter en la abertura del conducto salival. Este es un tubo pequeño y flexible. Es posible que se le pida al paciente que lo sostenga con la mano.
  • Se inyecta el material de contraste a través del conducto. Es posible que se sienta alguna molestia y cierta presión.
  • Se toman placas de rayos X. Puede existir la necesidad de girar la cabeza para tomar imágenes desde diferentes ángulos. A veces es necesario contener la respiración para mantener quieta la cabeza.

En algunos casos se le proporciona al paciente jugo de limón para estimular la producción de saliva. Es posible que después del examen quede un sabor desagradable en la boca debido a la sustancia de contraste.

Riesgos y consideraciones

Un sialograma hace que el paciente se exponga a una mínima cantidad de radiación. Este riesgo se considera razonable, pues el beneficio es muy superior. Las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia son más vulnerables a esa radiación.

Algunas personas pueden tener una reacción alérgica a la sustancia de contraste. En raras ocasiones la prueba causa un daño en el conducto salival. Esto provoca dolor e inflamación. Existe el riesgo de una infección, aunque es muy poco usual.

Es necesario comunicarse con el médico si tras un sialograma se presentan síntomas como los siguientes:

  • Dolor que persiste por más de 24 horas.
  • Inflamación o sangrado en el conducto salival.
  • Fiebre y escalofríos.

Significado de los resultados

La interpretación de un sialograma corre por cuenta del radiólogo, quien enviará un informe al médico tratante. Si los resultados son anormales, es posible que esté presente alguna de las siguientes anomalías:

  • Inflamación o infección de la glándula salival.
  • Estrechamiento de los conductos salivales.
  • Presencia de piedras en los conductos salivales.
  • Tumor en la glándula salival.

Cuando hay un bloqueo o un tumor, es posible que se requiera de estudios adicionales. Por lo general, se acude a pruebas como la resonancia magnética, el ultrasonido, la tomografía, la sialoendoscopia o la biopsia.

El sialograma, una prueba eficaz de diagnóstico

El dolor en la boca o las molestias con la saliva pueden parecer problemas menores, pero lo cierto es que nunca se deben pasar por alto. A veces una simple inflamación en los conductos salivales puede ser señal de un cáncer.

En la mayoría de los casos, los problemas con las glándulas salivales o los conductos pueden resolverse con tratamientos sencillos. Si el médico ordena un sialograma, es importante realizárselo, ya que es una herramienta que aporta datos muy valiosos para el diagnóstico.


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