Qué hacer cuando todo te sale mal
En algún momento, todos hemos tenido días donde parece que cualquier cosa que hacemos nos sale mal, y sentimos que la salida más fácil es renunciar a nuestras metas y objetivos para no seguir fracasando; pero, realmente, esto lo último que debemos hacer.
Por más difícil que parezca, lo mejor es enfocarse en hacer cosas que cambien el estado de ánimo y replantear la actitud que tenemos hacia la vida, para recibir mejores energías y lograr salir bien librados de estas malas situaciones. A continuación, te traemos algunos puntos clave para que apliques a la hora de tener una mala racha.
¿Qué hacer cuando todo te sale mal?
Si sientes que todo te sale mal, no pierdas la calma; todos en algún momento atravesamos la misma situación. Lo más importante es que aprendas a darle la mejor cara para que no te quedes estancado pensando que nada te saldrá bien. Pon en práctica lo siguiente.
Piensa positivo
El pensamiento positivo y su afirmación verbal puede ser una buena herramienta para enfrentar cualquier situación. Pensar en que todo va a salir bien, no solo en los malos momentos sino en cada situación de la vida diaria, y darle el valor suficiente a la salud, la familia, el empleo, etc., ayudan a proporcionar bienestar y satisfacción.
Según un estudio de la Facultad de Psicología de la Universidad de Salamanca, las emociones positivas están relacionadas con la capacidad de recuperación ante la adversidad. El pensamiento positivo implica un nuevo replanteamiento y las actitudes positivas pueden motivarnos a participar en una acción constructiva.
Cuando las personas piensan que les ocurrirán cosas buenas, son más propensas a esforzarse porque sienten que lo que hagan marcará la diferencia en el logro de un buen resultado.
Rodéate de personas positivas
Al igual que el optimismo, las personas que piensan positivamente y que te hacen reír y ver las cosas buenas de la vida, te ayudarán a sobrellevar los malos momentos. No es necesario alejarse del todo de las personas que identificas como negativas, pero sí procurar pasar más tiempo con aquellas que te hagan sentir aceptado y valioso.
Para adquirir el hábito de pensar de forma más positiva, puedes reflexionar sobre aquello que te sale mal; escribirlo en un papel, pensar en el porqué de esas situaciones y cómo incide tu comportamiento para que estas cosas pasen. Si tienes un diario o una libreta escribe los sentimientos que te invaden; desahogarse es uno de los mejores métodos que existe para descargar las tensiones.
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Planea tus metas
Cuando te despiertes, escribe cuáles serán los objetivos de tu día, aquello que sueñas y que con esfuerzo seguro conseguirás. Esto te ayuda a sentirte motivado a pesar de las adversidades, y a no darte por vencido.
Eleva tu autoestima
Según un estudio publicado en el British Medical Journal, en cuanto a las vías más directas entre las influencias psicosociales y la mala salud, hay datos que muestran el vínculo entre la baja autoestima y la depresión.
Después de un mal día es común sentirse mal por dentro y por fuera. Sin embargo, una buena forma de elevar el autoestima es celebrar los éxitos o buenas acciones y compartirlos con personas cercanas. Estar orgulloso de lo que haces, aunque parezca incómodo al principio, puede tener un efecto poderoso en tu autoestima.
Además, como lo afirma el estudio, la buena autoestima puede incidir positivamente en tu salud. Llamar a alguien que mejore tu ánimo, ponerte tu ropa favorita, salir a cenar a un lugar que te haga sentir en armonía, tomar un café, o quedarte en casa y compartir con tu familia, son acciones sencillas que te pueden ayudar a salir adelante en momentos difíciles.
Descubre: Consejos para fortalecer la autoestima
Haz lo que más te gusta
Si te gusta la pintura, la música, la cocina, la jardinería, bailar, en fin, lo que sea, hazlo, te sentirás mucho más animado, competente y capaz; expulsarás las malas energías y lograrás tener una mayor tranquilidad.
Sonríe
Aunque no sientas nada cuando estás sonriendo, tu cerebro lo entiende como una señal positiva y libera una sustancia llamada beta-endorfina que genera sensaciones de placer y ayuda a recuperar el organismo.
Como lo detalla el estudio de Science Direct Journal, varios estudios sobre emociones sugieren que los gestos faciales pueden iniciar y modular emociones específicas. Estos hallazgos pueden estar relacionados con el inicio de emociones positivas y con el control sobre la atención.
Si nada te sale bien, dedica unos minutos a la relajación del cuerpo
Relajarse no sólo se trata de acostarse en la cama y ver televisión, existen métodos de relajación naturales que consisten en procesos mentales activos que dejan el cuerpo relajado, centrado y calmado.
Algunas técnicas de relajación se llevan a cabo por medio de la meditación. Según un estudio del International Quarterly Journal of Research in Ayurveda, durante el proceso de la meditación el estrés acumulado se elimina, la energía aumenta y la salud se ve afectada de manera positiva.
Para hacer esta práctica, busca un lugar donde puedas estirarte, respira profundo desde el abdomen y toma todo el aire que puedas, llévalo a tus pulmones, esta cantidad de oxígeno ayudara a destensionar tu cuerpo y a controlar la ansiedad. Realiza esta actividad por unos cinco minutos o hasta que logres sentir tranquilidad.
Por último, recuerda que también puedes buscar otras formas de relajarte: tomar una ducha con agua tibia, salir de paseo, hacer ejercicios de respiración o practicar tus aficiones favoritas puede servir. Tenlo en cuenta y no dejes que la negatividad te gane.
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- García Pérez, Ma del Carmen, Emociones positivas. pensamiento positivo y satisfacción con la vida. International Journal of Developmental and Educational Psychology, vol. 2, núm. 1, 2016, pp. 17-22. Badajoz, España
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