¿Qué hago si mi pareja me es infiel?
Revisado y aprobado por el psicólogo Bernardo Peña
“Si mi pareja me es infiel, la dejo”. A menudo, esta frase es mucho más fácil de pronunciar que de llevar a cabo. De hecho, no se trata de una situación sencilla (en especial para la persona engañada) y es normal que existan muchas dudas e inseguridades. El mayor temor quizás sea no saber tomar la decisión acertada.
Cuando se descubre una infidelidad, las emociones están a flor de piel y estas, se quiera o no, pueden nublar el juicio. Por ello, la persona se siente perdida y le cuesta ver el asunto desde un punto de vista más objetivo. Pensar con la mente fría resulta muy difícil.
Por ello, vamos a ofrecerte algunos consejos que puedes poner en práctica en este tipo de situaciones.
Tómate tu tiempo antes de responder
Una noticia de este calibre suele causar mucho impacto. Es probable que tu reacción sea impredecible y quizás tu pareja empiece a pedirte perdón y a rogarte que le des una segunda oportunidad. No te apresures.
Puedes decirle a tu pareja que esta situación ha sido tan inesperada que no puedes pensar con claridad ahora mismo ni tomar una decisión. Que necesitas tiempo.
Sin embargo, sería positivo expresar lo que sientes y comentarle la situación a una persona de confianza; esta no nos dirá lo que tenemos que hacer pero sí nos ayudará a desahogarnos.
De esta manera, podrás tener una mayor perspectiva de la situación, aclarar la mente y aplacar tus emociones. Solo así sabrás lo que quieres hacer, si terminar la relación o dar otra oportunidad.
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¿Segunda oportunidad?
“Si mi pareja me es infiel, ¿debo darle una segunda oportunidad o no?”. Este es uno de los pensamientos más comunes y más difíciles a la hora de dar respuesta. En concordancia con lo dicho anteriormente, lo importante es no precipitarse y tratar de mantener la serenidad para pensar con calma.
En algunos casos, las segundas oportunidades están revestidas de dobles intenciones: hacer lo mismo o echar en cara el error de manera constante. Si quieres dar otra oportunidad a tu pareja, es muy recomendable acudir a terapia.
Aunque creas que puedes perdonar y no guardar rencor, a veces no es tan fácil e incluso caigas en el autoengaño. Por eso, ir a terapia puede ayudar a recuperar la confianza en la relación y seguir adelante con una conexión más fuerte y renovada. Sin estos factores, es muy probable que esa segunda oportunidad fracase.
Revisa tus valores
Cada cierto tiempo, uno debería revisar su escala de valores. Quizás tu mentalidad con respecto a la infidelidad haya cambiado y debas plantearte si, quizás para ti, no tiene tanta importancia.
No obstante, si sigue siendo algo inaceptable a nivel personal, seguir en la relación atentará contra tus principios. En estos casos, es posible que sea mejor romper definitivamente.
Tomar esta decisión dolerá, es cierto. Sin embargo, no atender a tus convicciones y aceptar algo que va en contra de tus valores te provocará mucho dolor y una relación llena de inseguridades.
No poner de excusa a los hijos
Algo que siempre se usa como justificación para evitar un divorcio son los hijos. Se usan frases como: “si no fuera por mis hijos lo dejaría”; “mis hijos necesitan una familia unida…”.
Todo esto es una forma de enmascarar tu miedo. Ten en cuenta que tus hijos preferirán siempre que sus padres sean felices, aunque sea por separado, antes que infelices y juntos. No uses a los niños como excusa para no ver lo que está pasando.
Quiérete a ti mismo más que a nadie
Si aún le das vueltas al “si mi pareja me es infiel…” permítete un tiempo para reflexionar sobre lo sucedido, recuperar la perspectiva y evitar decisiones impulsivas. Además, no olvides revisar tu escala de valores para decidir lo que sea mejor para ti.
Por otro lado, si habéis acudido a terapia es importante que no abandonéis las sesiones a la primera de cambio. Aunque existan momentos que no sean demasiado agradables y te disgusten un poco, también son necesarios para resolver todas tus inquietudes y avanzar.
Si aún así, ves imposible que la situación se solucione, recuerda que debes pensar siempre en tu felicidad. No sigas en una relación que te hace daño solo por costumbre o inseguridad.
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.