¿Qué puede pasar si me ducho más de dos veces al día?

Muchas personas creen que ducharse más de una vez al día es beneficioso, sin embargo, lo que aumentan son las posibilidades de desarrollar afecciones en la piel.
¿Qué puede pasar si me ducho más de dos veces al día?

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 06 julio, 2023

Muchas personas acostumbran a bañarse más de una vez al día para refrescarse y sentirse limpios en todo momento. Sin embargo, este hábito es innecesario porque el cuerpo se mantiene en óptimas condiciones después de la primera limpieza que se realiza en las mañanas.

El hecho de bañarse más de una vez al día de manera recurrente afecta al planeta porque se desperdicia un recurso que no es inacabable. Además, también se ve perjudicado el hogar porque los gastos de servicios públicos adquieren un precio mucho más alto.

Además, los daños también trascienden en el ámbito de la salud. Esto es debido a que el abuso de los jabones puede resultar bastante nocivo para la piel y la salud capilar de las personas.

A causa de ello, a continuación detallamos todas las afecciones que se pueden desarrollar al bañarse de una manera exagerada. Pues la prevención es lo más importante para evitar cualquier complicación o daño a nivel estético.



1. La piel se reseca

La piel de las personas posee unos aceites que permiten que la piel luzca suave, rejuvenecida y sin impurezas. Sin embargo, los químicos de los jabones y el abuso del agua caliente se encargan de absorberlos.

De esa manera, la ausencia de esos aceites causa que la piel permanezca seca. Por lo tanto, con el tiempo la persona puede comenzar a detectar manchas y picazones que le generan incomodidad.

Piel seca

2. Cabello con caspa

Cuando los champús se usan de manera desmedida ocasionan que el cuero cabelludo se irrite y se fomente la existencia de la piel muerta. A causa de ello, se comienza a presentar una descamación y el cabello se inunda de restos blancos que dan sensaciones de suciedad.

Adicional a esto, las células muertas causan que el cabello se debilite de una manera paulatina. Por esa razón, se puede presentar una caída excesiva que cada vez se intensifica más.

La caspa

3. Cabello grasoso

Los químicos del champú o el jabón secan el cuero cabelludo. Por lo tanto, el mismo organismo se encarga de producir más aceite para evitar que la cabeza quede desprotegida.

A raíz de ese hecho, esa producción adicional de aceite genera que el cabello se engrase en poco tiempo y luzca sucio a pesar de haberlo higienizado hace poco.

Tanto así, que los especialistas recomiendan lavarse el cabello máximo 3 veces durante la semana. De esa manera, los champús no alteran el estado del cuero cabelludo ni se necesitan secreciones adicionales.

Cabello grasoso

4. Piel sensible

El agua caliente y los químicos de los jabones pueden causar el enrojecimiento de la piel. Además, desechan muy rápido la presencia de las bacterias benignas y, por lo tanto, ocasionan que el sistema inmunitario esté más débil.

De esa manera, los microorganismos se pueden albergar con más facilidad en la piel. Asimismo, los niveles desproporcionados de los químicos ocasionan alergias que terminan en grietas y cicatrices visibles.

Piel irritada


En conclusión

Bañarse una vez al día es suficiente para renovar energías, eliminar las bacterias indeseadas y cuidar el aspecto personal. Eso sí, es importante que la ducha se haga de manera detallada para evitar que en la piel queden aglomeradas suciedades que generen infecciones.

También, es importante que las personas analicen si su piel es sensible. De esa manera, pueden evitar el uso de jabones, champús o productos de limpieza personal que les causen irritación y molestias.

Para finalizar, es fundamental entender que todos los excesos son perjudiciales. A causa de ello, las duchas desmedidas tarde o temprano terminan causando problemas de salud.


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  • Torres, Yaquelin, Bermúdez, Valmore, Garicano, Carlos, Vilasmil, Nelson, Bautista, Jordan, Martínez, Marí Sofía, Rojas-Quintero, Joselyn, Desarrollo del sistema inmunológico ¿naturaleza o crianza?. Archivos Venezolanos de Farmacología y Terapéutica [Internet]. 2017;36(5):144-151.

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