Logo image
Logo image

¿Qué se considera un micropene y qué se puede hacer?

7 minutos
El tamaño reducido del micropene afecta la vida de muchos y puede ser causado por factores hormonales o genéticos. Por fortuna, existen tratamientos disponibles.
¿Qué se considera un micropene y qué se puede hacer?
Leidy Mora Molina

Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina

Última actualización: 04 octubre, 2024

El micropene es una condición médica que se caracteriza por una longitud del miembro por debajo de lo considerado normal. Se define como un tamaño del pene menor a 2,5 centímetros al nacer y a 9,3 centímetros estirado en la adultez. Aunque es un tema delicado, es importante abordarlo con claridad y comprensión.

Es fundamental recordar que las dimensiones del pene pueden variar según la edad y la etnia de la persona. El tamaño promedio está entre 12,9 y 13,9 centímetros. Pero, para que se considere micropene, la longitud tiene que estar por debajo del rango normal, que tiene su límite inferior en 9,3 centímetros. Tampoco debe confundirse con un pene oculto, que es aquel que puede estar «escondido» bajo el tejido graso.

Esta condición puede traer preocupaciones en los hombres. En especial, en la edad adulta, pues afecta la capacidad de penetración y deriva en problemas en la vida sexual y emocional.

Causas y síntomas del micropene

El problema se origina durante la gestación y, a veces, las causas son desconocidas. En otras ocasiones, puede asociarse a síndromes genéticos (como el síndrome de Prader-Willi o el hipogonadismo hipogonadotrópico), a una disminución de las hormonas de la hipófisis, de la hormona de crecimiento o de la testosterona.

En cuanto a los síntomas, encontramos los siguientes:

  • Tamaño pequeño: El síntoma más evidente es el tamaño menor a 2,5 centímetros en los bebés y a 9,3 centímetros en los adultos, cuando se estira el falo de forma suave y se mide desde el pubis hasta el glande (sin contar la piel del prepucio).
  • Problemas psicológicos: Muchos hombres experimentan ansiedad, baja autoestima y complicaciones en sus relaciones debido a la vergüenza que les genera su condición.
  • Dificultades sexuales: Podría haber problemas en el coito, ya que reviste importancia el tamaño para una penetración adecuada.
  • Otros síntomas: Según la causa, puede haber otras manifestaciones. Por ejemplo, algunos síndromes también afectan el descenso de los testículos o su tamaño.

¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico se realiza durante la revisión integral de los recién nacidos. Un pediatra observa la longitud del miembro viril y busca posibles trastornos relacionados, como malformaciones en la ubicación de la uretra, testículos no descendidos y una fusión escrotal incompleta. En esos casos, luego es común solicitar un análisis de los cromosomas y de los niveles hormonales en la sangre.

Para medir bien el pene, el médico lo estira con cuidado y toma la distancia desde su base hasta la punta o glande, sin contar la piel o prepucio. Tanto el urólogo como el endocrinólogo están capacitados para realizar la medición.

¿Existe tratamiento para el micropene?

El tratamiento se enfoca en alargar el tamaño del pene, con la finalidad de elevar la autoestima y la imagen corporal del paciente. La elección de la terapia depende de varios factores, como la edad, la historia clínica, la gravedad del caso, las expectativas de evolución y la tolerancia a los métodos.

Es fundamental que cualquier intervención sea evaluada y supervisada por profesionales de la salud. Ellos podrán sugerir la opción más adecuada, según las necesidades y características de la persona.

Terapia hormonal

Durante la niñez, se puede indicar la terapia con hormonas para estimular el crecimiento del falo. Ya que la sensibilidad y la receptividad a estos abordajes son mayores durante la primera infancia, emplearlos en ese momento puede ser más efectivo.

Existen varias formas de administración, como la terapia de testosterona o de gonadotropina con inyecciones intramusculares. Otra manera es usar una crema que contenga testosterona o un gel con dihidrotestosterona (DHT).

No está claro si el uso de hormonas puede ser beneficioso en la adultez.

Dispositivos de alargamiento

Aunque faltan estudios para confirmar su eficacia, los extensores son opciones prometedoras para el alargamiento del pene. Varían entre correas, arneses y bombas de vacío que se colocan alrededor del órgano y pueden ajustarse para estirarlo de a un milímetro a la vez.

Otra opción es usar pesas, que se colocan en el genital con ayuda de dispositivos especiales y permiten estirar el tejido superior y lateral. Por lo general, se recomienda comenzar con un peso aproximado de 200 gramos y aumentar de forma gradual hasta un máximo de 1 kilogramo.

Este tipo de artefactos no solo se emplean en los casos de micropene, sino que también son utilizados para aumentar la longitud del miembro viril en la enfermedad de Peyronie.

Se deben emplear bajo supervisión médica, porque el uso inadecuado puede ocasionar efectos adversos, como entumecimiento, dolor y hematomas.

Cirugía

Las intervenciones quirúrgicas de reconstrucción y aumento de pene son opciones en la adultez. En especial, en los casos de deficiencias y deformidades físicas más severas. Las cirugías incluyen procedimientos para alargar el falo, aumentar su circunferencia, hacer que parezca más grande y, en casos más extremos, reemplazarlo por completo.

Sin embargo, conllevan riesgos, como problemas de erección y falta de estabilidad a futuro. Por lo tanto, es crucial tener un buen asesoramiento antes de optar por alguna de ellas.

Solo son recomendables para los hombres con una longitud flácida de menos de 4 centímetros o de menos de 7,5 centímetros al tener estirado el miembro.

Ejercicios

Los ejercicios manuales se basan en principios de estiramiento y aumento del flujo sanguíneo hacia el pene. A pesar de que han ganado popularidad como alternativas no quirúrgicas, las tasas de éxito suelen ser variables y, en general, moderadas o bajas. Además, pueden ser perjudiciales si se realizan sin el aval de un médico.

Uno de los ejercicios para alargar el pene es el jelqing, que consiste en un automasaje que puede realizarse con ayuda de un lubricante. Se sustenta en la idea de que, al estirar los tejidos hacia su base, de forma repetida, se puede aumentar 1 o 2 centímetros de longitud con el paso de los meses.

Al incrementar el flujo sanguíneo con los masajes, se espera que la piel se vuelva más elástica y que los cuerpos cavernosos se estiren. Este proceso implica un cierto trauma en los tejidos, que estimula la producción de nuevas células y favorece el alargamiento.

Las contraindicaciones incluyen lesiones, enfermedad de Peyronie, enfermedades de transmisión sexual, verrugas genitales y tumores.

Incidencia en la vida sexual y en la salud

Los micropenes no siempre suponen inconvenientes en la actividad reproductiva ni en la micción. De hecho, los hombres con la condición pueden experimentar placer y alcanzar el orgasmo. Sin embargo, los falos erguidos menores a 9 centímetros podrían tener problemas para la penetración.

El problema real surge al centrarse demasiado en el tamaño, en lugar de explorar herramientas que aumenten el clímax. Hay estrategias que son de ayuda, como los juguetes eróticos, el sexo oral, la utilización de las manos y la variación de las posturas sexuales.

Es cierto que el diagnóstico puede afectar la intimidad y generar preocupación, como ocurre con el complejo del pene pequeño. Esto puede llevar a evitar piscinas y gimnasios o los encuentros sexuales, debido a la vergüenza. El apoyo psicológico resulta fundamental para comprender que es un asunto médico que puede abordarse.

El acompañamiento es fundamental

El micropene afecta la autoestima y la intimidad. Por eso, es necesario abordar el tema con sensibilidad y desmitificar los estigmas que le rodean.

En la sociedad abundan mitos sobre el tamaño del órgano masculino, teniendo como referencia la masa corporal, el largo del pie o del dedo índice. No obstante, la realidad es que no existe evidencia científica que respalde estas creencias. Y es importante entender que el tamaño del miembro se asocia de forma errónea con la masculinidad.

El acompañamiento terapéutico de un psicólogo o un médico es crucial para superar la ansiedad o la vergüenza que puede generar. En caso de ser necesarios, los distintos tratamientos, como las terapias hormonales o cirugías, pueden mejorar el aspecto y la calidad de vida.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.