¿Qué sucede cuando un insecto se posa en la comida?

Si un insecto se posa sobre un alimento crudo hay más posibilidades de que las bacterias encuentren el medio ideal para reproducirse. No obstante, nuestro organismo puede destruirlas
¿Qué sucede cuando un insecto se posa en la comida?
Diego Pereira

Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira.

Escrito por Yamila Papa Pintor

Última actualización: 24 mayo, 2023

Estamos a punto de disfrutar de nuestro plato favorito y de repente vemos cómo un horrible insecto se posa encima del puré o de la sopa con toda impunidad. ¿Y qué hacemos? ¡Le echamos con un simple movimiento de manos!

A continuación, por supuesto, empezamos a comer porque estamos famélicos. ¿Es correcta esa decisión? ¿Qué sucede si un insecto toma contacto con la comida? En este artículo te lo contamos.

Moscas en la comida

Pocas cosas hay tan desagradables como ver moscas rondar la basura. Por más de que nos ensañemos ellas, echemos repelente o las espantemos con una varilla, no acabaremos con ellas. Eso sí, al menos evitaremos que nos molesten en casa.

Moscas en la sopa

Las moscas pertenecen a la familia de los dípteros, que tiene nada menos que 165 000 especies. La que nos molesta cuando queremos comer o está volando a nuestro alrededor en la cocina o el baño es denominada “doméstica y minoritaria”.

Y es la más desagradable porque crece y se nutre de las heces, los desechos y lo putrefacto. Esa pequeña peluda, con alas y ojos saltones, adora las cosas en descomposición. Y no solo eso, tiene la capacidad de transportar muchos agentes patógenos en sus patitas y cuerpo.

Según una empresa de control de plagas, puede acumular hasta 5 millones de bacterias en las extremidades. Entonces, cuando se posa en cualquier cosa (desde nuestra comida hasta nuestro brazo) las puede diseminar en una milésima de segundo.

¿Cuándo es peligroso que una mosca o un insecto toque los alimentos?

Mosca en carne

Estás sentado a la mesa a punto de comerte un rico trozo de carne. Vemos como una mosca se apoya en la comida como si nada. La espantamos y… ¿comemos? Puedes aplicar la técnica de “no me ocurrirá nada” y seguir con tu cena. Esto puede ser así siempre y cuando el alimento esté cocido.

Los biólogos y médicos afirman que el problema radica en el contacto de los microbios con ingredientes que estén crudos (por ejemplo, en una ensalada de lechuga y tomate). Esto se debe a que las bacterias encuentran las condiciones necesarias para poder reproducirse.

Lo mismo sucede si dejamos comida en la mesa o en la encimera. Si estamos batiendo un huevo y un insecto se posa en el líquido, se recomienda desecharlo y emplear uno nuevo.

¿Qué ocurre si me como el alimento “contaminado”?

Las moscas son sucias, eso nadie lo puede negar. Y por más que hagamos lo posible por eliminarlas y echarlas de casa, siempre regresan. A pesar de todas las medidas de precaución que tomemos, este insecto puede transmitir microbios que, al final, terminaremos ingiriendo.

Moscas en la comida

Sin embargo, no hay que volverse paranoico. El cuerpo tiene mecanismos de defensa con la capacidad suficiente como para destruirlos. Esto sucede en la gran mayoría de los casos.

Las bacterias “rebeldes”, o que el organismo no sabe o no puede controlar, pueden ocasionar males menores como, por ejemplo, molestias estomacales o intestinales.

Ahora bien, eso no quiere decir que por ello debamos dejar que las moscas vuelen a sus anchas por toda la cocina. Si uno o varios insectos se posan en la comida y no se toman las medidas de higiene correctas, podemos contagiarnos algunas de estas enfermedades:

La mosca en sí no es peligrosa, pero no debemos dejar que haga lo que quiera. También hay que tener en cuenta las condiciones de higiene y asepsia del hogar. Si la suciedad está por todas partes es más fácil que transporte los patógenos y que estos se desarrollen sin problemas.

Esto se puede evitar sacando la basura a diario, no dejando carne cruda fuera de la nevera y prohibiendo la entrada de las mascotas a la cocina. También se aconseja lavar el piso de la cocina todos los días y los platos antes de irnos a dormir.

Entender a las moscas

Una mosca en la comida

Este insecto tan pequeño puede transmitir hasta 100 patógenos diferentes. Además, tiene la capacidad de adaptarse a casi cualquier ambiente (a excepción de los climas fríos por ello las moscas son más frecuentes en verano).

Frecuentan los desperdicios, las aguas residuales y los excrementos de animales y personas. Se alimentan de materiales en buen estado o en putrefacción. Y su gran olfato les permite detectar el olor de la materia orgánica cuando se está descomponiendo a una gran distancia.

La mosca doméstica es solo el 10% de la población total de este insecto en todo el mundo. Las demás no se meten ni con nuestra basura ni con nuestros desechos. Pero tampoco están interesadas en visitarnos. Y son más comunes en el campo que en la ciudad.


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