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Quemadura de segundo grado: ¿Qué hacer?

5 minutos
Para atender una quemadura es necesario conocer cuáles son las medidas de primeros auxilios y acudir cuanto antes al médico.
Quemadura de segundo grado: ¿Qué hacer?
Nelton Abdon Ramos Rojas

Escrito y verificado por el médico Nelton Abdon Ramos Rojas

Última actualización: 12 julio, 2023

En el ámbito doméstico, existen muchas probabilidades de sufrir una quemadura de segundo grado. Estas lesiones se producen en los tejidos por la acción que ejercen el fuego, el frío, los químicos, la electricidad, el agua hirviendo e incluso los rayos solares. El daño depende de la temperatura, de la duración de la exposición y de la zona afectada.

¿Cómo afecta a la piel una quemadura de segundo grado? Primero, debemos saber que la piel tiene dos capas: epidermis y dermis. A su vez, la epidermis se divide en: córneo, lúcido, granuloso y germinal; en tanto, en la dermis se encuentran los folículos pilosos, las glándulas sudoríparas, las fibras nerviosas y el tejido conectivo

Estas dos capas se encargan de proteger a la piel de infecciones, regular la temperatura y prevenir la pérdida de líquidos corporales. Cuando se presenta una quemadura, hay una mayor probabilidad de contraer infecciones.

¿Cómo saber si una quemadura es grave?

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Para determinar la gravedad de una quemadura, se evalúan los siguientes aspectos:
  • Extensión: cuanto más extensa sea la quemadura, mayor será el estado de gravedad, puesto que se pierden líquidos y hay un riesgo alto de infección.
  • Localización: las manos, los pies, los genitales, la cara y la piel que rodea a los codos, las axilas y las rodillas son zonas que presentan más problemas a la hora de quemarse. En estas zonas, la piel es más fina y delicada; si no se trata de manera adecuada, no cicatriza bien.
  • Profundidad: se refiere al grado de temperatura y al tiempo de duración del contacto. Se dividen en: primer, segundo y tercer grado, según la destrucción del tejido.

Descubre: Fisiología de la piel

Características de la quemadura de segundo grado

Una quemadura de segundo grado se presenta cuando el calor ha destruido la epidermis y un espesor mayor o menor de la dermis. Por ello, cuando una persona sufre una quemadura de este tipo, no solo presenta hinchazón, enrojecimiento y ardor en la zona, sino que puede presentar ampollas y otras molestias de mayor intensidad.

Cabe destacar que las ampollas con líquido claro son una de las principales características de las quemaduras de segundo grado. En estas situaciones, se requiere atención médica urgente.

Cuando las ampollas se rompen y el líquido se riega por la dermis, esto puede resultar peligroso, ya que puede ocasionar infecciones.

Clasificación de las quemaduras de segundo grado

De acuerdo a la clasificación, una quemadura de segundo grado puede ser superficial o profunda.

Superficial

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Afecta la epidermis y la cara superior de la dermis, donde forma ampollas y exudación de suero. La zona afectada presenta las siguientes características:
  • Es dolorosa.
  • Tono rosado.
  • Se blanquea con la presión.
  • Sensibilidad exagerada a los pinchazos.

Por fortuna, el daño superficial se cura aproximadamente en un período de tres semanas con ayuda de elementos epidérmicos locales. Asimismo, los folículos pilosos y las glándulas sebáceas se reparan.

Profunda

Estas quemaduras afectan dos tercios profundos de la dermis. Sus características son las siguientes:

  • Aspecto pálido.
  • Pastosa.
  • No se blanquea con presión.
  • Lesión gruesa y firme.

El tiempo de curación es mucho más lento. Puede tardar hasta 35 días en cicatrizar, al menos parcialmente.

Descubre: 5 soluciones para erradicar ampollas y lograr una cicatrización efectiva

Tratamiento

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Ante una quemadura de segundo grado, lo primero es colocar a la víctima en una posición cómoda y detectar sus signos vitales. Acto seguido, controla si hay más complicaciones, como una fractura, hemorragia o shock.

Después, lava suavemente la herida con agua o suero durante 10 minutos; si tienes guantes estériles, te van a servir. Por ningún motivo revientes las ampollas, porque al hacerlo, dejas la puerta abierta a los gérmenes y otros microorganismo potencialmente perjudiciales.

Lo recomendable es cubrirlas con gasas o con un paño limpio y humedecido. No pongas presión en el vendaje ni utilices pomadas de ningún tipo. Si hay restos de ropa pegados a la piel, espera a que el especialista los retire. Finalmente, hay que acudir de manera inmediata a un centro hospitalario.

El médico determinará un tratamiento en función de los síntomas, la edad y el estado de salud del paciente. En muchos casos puede ser necesario el uso de ungüentos antibióticos o antibióticos sistemáticos. Asimismo, sugiere limpiar a diario la herida para quitar las células muertas o los residuos del medicamento tópico.

Por lo general, la quemadura puede curarse entre 2 y 3 semanas, siempre y cuando se trate con cuidado. No obstante, si son quemaduras más severas, pueden tomar más tiempo en sanar por completo.

Cuidados durante la curación

  • Utiliza jabón neutro e hidrata la piel.
  • Evita exponerte al sol y en caso de que necesites hacerlo, utiliza protección solar y ropa de algodón manga larga que mantenga la zona cubierta.
  • Deja la zona cubierta para evitar el contacto con el polvo u otros gérmenes.

La prevención es clave

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Para evitar sufrir las molestias que produce una quemadura de segundo grado o de cualquier otro tipo, lo más conveniente es poner en práctica ciertas medidas de prevención. Algunas de ellas son:

  • Ten cuidado al utilizar ollas a presión. Por otra parte, nunca dejes desatendidos los elementos con los que estás cocinando.
  • Cuando cocines, mantén los mangos de las sartenes hacia adentro.
  • Revisa periódicamente las instalaciones eléctricas y de gas.
  • Verifica y regula la temperatura del agua antes de entrar en la ducha.
  • Nunca manipules los aparatos eléctricos con las manos húmedas.
  • No conectes varios electrodomésticos en un mismo enchufe.
  • Si vas a utilizar productos químicos muy agresivos (para limpiar, hacer una obra en casa, etcétera), colócate guantes y gafas de protección y sé cuidadoso para que la sustancia no entre en contacto con la piel.
  • Mantén los productos peligrosos fuera del alcance de los niños, incluyendo los cerillos, los encendedores y las velas.

En caso de que experimentes una quemadura de segundo grado, evita la automedicación y acude cuanto antes al médico.


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